viernes, 1 de marzo de 2013

SIN MI...NADA PODÉIS...

 "Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. Juan_15:5"

OLVIDARME DE MI PROPIA NECESIDAD, así podría haber titulado esta reflexión, surgida de mi corazón, pero creo que impulsada por el Espíritu Santo, para mi vida, y si a alguien le puede ser útil, también para la de otros.   En la Biblia, en concreto en el libro de Josué, capítulo 7, encontramos un tropiezo del pueblo de Israel, en el proceso de tomar la tierra prometida, como Dios les había dicho.
   Todavía tenían la "resaca" de la tremenda victoria que obtuvieron sobre una ciudad inexpugnable por sus tremendas murallas: Jericó. Para Israel y quizás para cualquier ejército hubiera sido imposible el tomar esta ciudad tan bien resguardada. Pero Israel iba en Nombre de Dios. Nos dice en el primer versículo del capítulo 6, donde se nos narran todos los acontecimientos, que la ciudad estaba "cerrada, bien cerrada" nadie entraba ni salía. Los de Jericó sabían que cerrando bien su ciudad nadie podría tocarles, por eso se atrincheraron en ella y esperaron.
   Mientras en el campamento hebreo:
Mas Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra. Rodearéis, pues, la ciudad todos los hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez; y esto haréis durante seis días. Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carnero delante del arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán las bocinas. Y cuando toquen prolongadamente el cuerno de carnero, así que oigáis el sonido de la bocina, todo el pueblo gritará a gran voz, y el muro de la ciudad caerá; entonces subirá el pueblo, cada uno derecho hacia adelante. Josué 6:2-5
Josué estuvo muy atento a las instrucciones de Su General en Jefe. No olvidó ningún detalle del planteamiento tan extraño que le había ordenado Dios, y así se lo transmitió, punto por punto a todo su pueblo. Era una extraña forma de batallar, ningún general en su sano juicio hubiera planteado tal estrategia de combate, ante una ciudad amurallada. Pero Dios es DIOS.
Llamando, pues, Josué hijo de Nun a los sacerdotes, les dijo: Llevad el arca del pacto, y siete sacerdotes lleven bocinas de cuerno de carnero delante del arca de Jehová. Y dijo al pueblo: Pasad, y rodead la ciudad; y los que están armados pasarán delante del arca de Jehová. Y así que Josué hubo hablado al pueblo, los siete sacerdotes, llevando las siete bocinas de cuerno de carnero, pasaron delante del arca de Jehová, y tocaron las bocinas; y el arca del pacto de Jehová los seguía. Y los hombres armados iban delante de los sacerdotes que tocaban las bocinas, y la retaguardia iba tras el arca, mientras las bocinas sonaban continuamente. Y Josué mandó al pueblo, diciendo: Vosotros no gritaréis, ni se oirá vuestra voz, ni saldrá palabra de vuestra boca, hasta el día que yo os diga: Gritad; entonces gritaréis. Así que él hizo que el arca de Jehová diera una vuelta alrededor de la ciudad, y volvieron luego al campamento, y allí pasaron la noche. Y Josué se levantó de mañana, y los sacerdotes tomaron el arca de Jehová. Y los siete sacerdotes, llevando las siete bocinas de cuerno de carnero, fueron delante del arca de Jehová, andando siempre y tocando las bocinas; y los hombres armados iban delante de ellos, y la retaguardia iba tras el arca de Jehová, mientras las bocinas tocaban continuamente. Así dieron otra vuelta a la ciudad el segundo día, y volvieron al campamento; y de esta manera hicieron durante seis días. Al séptimo día se levantaron al despuntar el alba, y dieron vuelta a la ciudad de la misma manera siete veces; solamente este día dieron vuelta alrededor de ella siete veces. Y cuando los sacerdotes tocaron las bocinas la séptima vez, Josué dijo al pueblo: Gritad, porque Jehová os ha entregado la ciudad. Y será la ciudad anatema a Jehová, con todas las cosas que están en ella; solamente Rahab la ramera vivirá, con todos los que estén en casa con ella, por cuanto escondió a los mensajeros que enviamos. Pero vosotros guardaos del anatema; ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis. Mas toda la plata y el oro, y los utensilios de bronce y de hierro, sean consagrados a Jehová, y entren en el tesoro de Jehová. Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la bocina, gritó con gran vocerío, y el muro se derrumbó. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron. Y destruyeron a filo de espada todo lo que en la ciudad había; hombres y mujeres, jóvenes y viejos, hasta los bueyes, las ovejas, y los asnos. Mas Josué dijo a los dos hombres que habían reconocido la tierra: Entrad en casa de la mujer ramera, y haced salir de allí a la mujer y a todo lo que fuere suyo, como lo jurasteis. Y los espías entraron y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre, a sus hermanos y todo lo que era suyo; y también sacaron a toda su parentela, y los pusieron fuera del campamento de Israel. Y consumieron con fuego la ciudad, y todo lo que en ella había; solamente pusieron en el tesoro de la casa de Jehová la plata y el oro, y los utensilios de bronce y de hierro. Mas Josué salvó la vida a Rahab la ramera, y a la casa de su padre, y a todo lo que ella tenía; y habitó ella entre los israelitas hasta hoy, por cuanto escondió a los mensajeros que Josué había enviado a reconocer a Jericó. En aquel tiempo hizo Josué un juramento, diciendo: Maldito delante de Jehová el hombre que se levantare y reedificare esta ciudad de Jericó. Sobre su primogénito eche los cimientos de ella, y sobre su hijo menor asiente sus puertas. Estaba, pues, Jehová con Josué, y su nombre se divulgó por toda la tierra. Josue 6:6-27
   La victoria fue absoluta y ESTABA, PUES JEHOVA CON JOSUÉ.
El secreto de esta victoria no fue la habilidad personal y estratégica de Josué y su ejército. Fue su dependencia de Dios lo que le dio sentido de victoria al combate.
   Recordemos nuestro titulo "SIN MI...NADA PODÉIS"
   Estas palabras las dijo Jesucristo a sus discípulos y nos han quedado como un recordatorio solemne para cada uno de nosotros hoy. Sin El nada podemos. El nos sacó de nuestro "Egipto" El se encargará de llevarnos a Su presencia...pero siempre que DEPENDAMOS DE EL.
   En el capítulo 7 nos encontramos un panorama diferente a la vez de lo serio que es lo que venimos diciendo: DEPENDER SIEMPRE DE EL.
   Como decía al principio, aún estaban con la "resaca" de la victoria contra Jericó. Esta victoria tuvo unas malas consecuencias, DEPENDIERON DE ELLOS, habiendo visto lo sucedido en Jericó, creyeron que el resto era fácil, que ya habían aprendido, que con esa lección de Jericó, ya podían seguir solos, SIN DEPENDER DE DIOS y así nos lo cuenta la Biblia:
Pero los hijos de Israel cometieron una prevaricación en cuanto al anatema; porque Acán hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó del anatema; y la ira de Jehová se encendió contra los hijos de Israel. Después Josué envió hombres desde Jericó a Hai, que estaba junto a Bet-avén hacia el oriente de Bet-el; y les habló diciendo: Subid y reconoced la tierra. Y ellos subieron y reconocieron a Hai. Y volviendo a Josué, le dijeron: No suba todo el pueblo, sino suban como dos mil o tres mil hombres, y tomarán a Hai; no fatigues a todo el pueblo yendo allí, porque son pocos. Y subieron allá del pueblo como tres mil hombres, los cuales huyeron delante de los de Hai. Y los de Hai mataron de ellos a unos treinta y seis hombres, y los siguieron desde la puerta hasta Sebarim, y los derrotaron en la bajada; por lo cual el corazón del pueblo desfalleció y vino a ser como agua. Josué 7:1-5
   Se confiaron. Josué se confió. NO CONSULTÓ A JEHOVA, OLVIDÓ SU DEPENDENCIA DE DIOS. Si hubiera consultado como hizo después de la derrota, Dios le hubiera revelado que había pecado en el pueblo y no podían vencer. La Palabra de Dios nos dice que 36 hombres perdieron la vida a causa de su propia confianza, de su olvido de la dependencia de Dios.
   Por supuesto ese no era el final, cuando Josué volvió a la DEPENDENCIA DE DIOS, todo volvió a ser como debía de ser:Entonces Josué rompió sus vestidos, y se postró en tierra sobre su rostro delante del arca de Jehová hasta caer la tarde, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas. Y Josué dijo: ¡Ah, Señor Jehová! ¿Por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos en las manos de los amorreos, para que nos destruyan? ¡Ojalá nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán!
¡Ay, Señor! ¿qué diré, ya que Israel ha vuelto la espalda delante de sus enemigos? Porque los cananeos y todos los moradores de la tierra oirán, y nos rodearán, y borrarán nuestro nombre de sobre la tierra; y entonces, ¿qué harás tú a tu grande nombre? Y Jehová dijo a Josué: Levántate; ¿por qué te postras así sobre tu rostro? Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi pacto que yo les mandé; y también han tomado del anatema, y hasta han hurtado, han mentido, y aun lo han guardado entre sus enseres. Por esto los hijos de Israel no podrán hacer frente a sus enemigos, sino que delante de sus enemigos volverán la espalda, por cuanto han venido a ser anatema; ni estaré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros. Levántate, santifica al pueblo, y di: Santificaos para mañana; porque Jehová el Dios de Israel dice así: Anatema hay en medio de ti, Israel; no podrás hacer frente a tus enemigos, hasta que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros. Os acercaréis, pues, mañana por vuestras tribus; y la tribu que Jehová tomare, se acercará por sus familias; y la familia que Jehová tomare, se acercará por sus casas; y la casa que Jehová tomare, se acercará por los varones; y el que fuere sorprendido en el anatema, será quemado, él y todo lo que tiene, por cuanto ha quebrantado el pacto de Jehová, y ha cometido maldad en Israel. Josué, pues, levantándose de mañana, hizo acercar a Israel por sus tribus; y fue tomada la tribu de Judá. Y haciendo acercar a la tribu de Judá, fue tomada la familia de los de Zera; y haciendo luego acercar a la familia de los de Zera por los varones, fue tomado Zabdi.  Hizo acercar su casa por los varones, y fue tomado Acán hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá. Entonces Josué dijo a Acán: Hijo mío, da gloria a Jehová el Dios de Israel, y dale alabanza, y declárame ahora lo que has hecho; no me lo encubras.  Y Acán respondió a Josué diciendo: Verdaderamente yo he pecado contra Jehová el Dios de Israel, y así y así he hecho. Pues vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos, lo cual codicié y tomé; y he aquí que está escondido bajo tierra en medio de mi tienda, y el dinero debajo de ello. Josué entonces envió mensajeros, los cuales fueron corriendo a la tienda; y he aquí estaba escondido en su tienda, y el dinero debajo de ello. Y tomándolo de en medio de la tienda, lo trajeron a Josué y a todos los hijos de Israel, y lo pusieron delante de Jehová.  Entonces Josué, y todo Israel con él, tomaron a Acán hijo de Zera, el dinero, el manto, el lingote de oro, sus hijos, sus hijas, sus bueyes, sus asnos, sus ovejas, su tienda y todo cuanto tenía, y lo llevaron todo al valle de Acor. Y le dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado? Túrbete Jehová en este día. Y todos los israelitas los apedrearon, y los quemaron después de apedrearlos. Y levantaron sobre él un gran montón de piedras, que permanece hasta hoy. Y Jehová se volvió del ardor de su ira. Y por esto aquel lugar se llama el Valle de Acor, hasta hoy. Josué 7:6-26
   La lección para mi vida es evidente, después de tantos años sirviendo al Señor, ¿cuanta confianza en mi mismo he adquirido dejando de depender de Dios? ¿he creído que YA SABÍA QUE HACER sin tener que DEPENDER DE DIOS? Por eso debo RECORDAR Y NO OLVIDAR, QUE SIN EL NADA PUEDO.
 
ORACIÓN: Padre, perdona las veces que no he dependido de Ti, las veces que he confiado en mi mismo o en otros, que me he creído sabio sin serlo, que me he creído estar actuando en el Espíritu cuando lo estaba haciendo en la carne, que he pensado que hacía Tu voluntad, cuando estaba haciendo la mía, perdóname cuando me he dejado llevar por mis sentidos y no por Tu Espíritu, pues Tu me has dicho claramente que viva por el Espíritu, ande en el Espíritu y sea guiado por el Espíritu (Romanos 8) pero no lo he hecho. Por eso vengo a Ti para que me perdones y me ayudes a nunca olvidar que SIN TI NADA PUEDO HACER. Gracias Padre. Amén.


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