jueves, 7 de agosto de 2014

¿QUE HAGO CON LA TENTACIÓN?

Pureba confiaSANTIAGO 1:12-15

¿Eres tentado constantemente? ¿Sientes que tienes muchas tentaciones en tu vida y te cuesta no ceder ante ellas?
Ceder a las tentaciones es muy fácil. Resistir a la tentación requiere de alguien determinado y valiente. Cuando rechazamos al pecado, somos dichosos. ¡Y no solamente eso!  También tenemos una recompensa de parte de Dios cuando resistimos la tentación. Es algo hermoso lo que se cosecha cuando siembras santidad. Pero, ¿Por qué muchas personas les cuesta rechazar las tentaciones? Muchos se excusan culpando a Dios de los momentos de tentación, esto es totalmente erróneo. Dios no envía tentaciones a nadie. Somos nosotros quienes nos colocamos en las situaciones de tentación. Por ejemplo, tú eres quien enciende el televisor y usa su control remoto para programar el canal de pornografía, ¿no es cierto? O acaso ¿no eres tu quien le permite a tu novio te acaricie en lugares íntimos cuando están solos? Y también cuando estas en un lugar y ves dinero que no te pertenece, ¿acaso no eres tu quien se acerca a los billetes y los tomas sabiendo que estas robando? Es una decisión PERSONAL.
Si, el pecado es algo que nos seduce a todos, pero si te das cuenta dura un momento y luego se va y no te deja nada bueno; únicamente te separa de Dios trayéndote muerte espiritual. Y esto, te traerá consecuencias desagradables. Pero ¡atención! Te tengo una noticia, Dios en Su gran amor quiere que seas libre y capaz de rechazar la tentación y obtener la vida eterna y vivir en santidad. Así que es TU DECISIÓN.  Si te cuesta dejar de pecar en algún área de tu vida, apártate de las cosas o situaciones que te llevan al pecado. Si te cuesta dejar de fornicar, aléjate de los momentos que te llevan a eso. Si tienes problemas con la mentira, decide ser verdadero. ¿Estás en adulterio? Decide hoy mismo abandonar a esa persona con la que cometes el pecado y se libre. La decisión de alejarte de la tentación y de rechazar al pecado es únicamente tuya. Dios nos da la capacidad de ser fuertes cuando decidimos nosotros buscarle para ser diferentes.
Quiero que leas el siguiente pasaje y veras como las promesas de Dios para tu vida son realidad cuando decidimos poner en práctica la Palabra de Dios:
“Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman.  Que nadie, al ser tentado, diga: «Es Dios quien me tienta.» Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a nadie. Todo lo contrario, cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen. Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte. “
Santiago 1:12-15

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