domingo, 29 de mayo de 2011

ADORADOR Ó FISCALIZADOR


"...para que no os reunáis para juicio... frase en 1ª Corintios 11:34"
   Me he permitido sacar solo una frase del amplio texto en el que el apostol Pablo nos instruye admirablemente en como participar de forma correcta, como iglesia, en la Santa Cena.

    Y lo hago esto no forzando el texto, pues de forma clara, se establece un principio fundamental, que afecta a la convocatoria del Señor a reunirnos, en este caso para participar de la cena del Señor, pero que se extiende, a mi entender, a la actitud que debemos tener cada uno de nosotros, que somos "los convocados" a la presencia de Dios, en comunión unos con otros.

    En el caso de la sante cena, el desorden en Corinto, estaba relacionado con el apresuramiento, el exceso y el envanecimiento, y por tanto resultaba en una falta de respeto tanto a los otros hermanos como al mismo Dios que debían adorar.

   Pero cuando uno lleva años participando en las "convocatorias" de reunión como iglesia, no puede evitar darse cuenta de los muchos otros problemas que existen a causa de nuestros duros corazones, que aunque han recibido a Jesucristo como Salvador, les cuesta aceptarlo plenamente como Señor, pues esto equivale a rendir totalmente e incondicionalmente toda nuestra vida a El.

   Entre estos peligros, quiero fijarme hoy en uno concreto. Se trata de esa actitud ,que pude asumir el corazón, de ir al culto a "fiscalizar" a controlar, a juzgar, a criticar, a penalizar a los demás. ¡Qué razón tiene Dios al hablar sobre el corazón!
"Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Mateo 15:19" y quizás por eso los dos mandamientos fundamentales están relacionados con el corazón: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente...Amaras al prójimo como a ti mismo. Mateo 22:37-39" Si nos fijamos dice con "todo" el corazón, como para no dejar sitio a otra cosa que no sea amar.

   Pero nada, todavía nosotros dejamos sitio para otras cosas, como el ir a los cultos a fiscalizar, mas que a adorar.

    Y al fiscalizador puede indentificarse ó no. Algunos fiscalizadores van por delante, como se dice. Se muestran. Hacen daño, pero de inmediato. Sus miradas, su frialdad, si es que saludan, sus muecas...en fin, que a uno le dan ganas de salir corriendo - y si lo hago yo le dan ganas de salir corriendo a los demás - y está el otro tipo de fiscalizador, el que  sonríe delante y por detrás saca la fiscalización, haciéndo a otros sabedores de ella. También  hace daño, pero de otra manera. Cuando somos así, sea un caso ú otro, no somos adoradores.

      Pero Dios está buscando adoradores, no fiscalizadores, adoradores que aprendan y se entreguen a adorar en espíritu y en verdad "Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.Juan 4:23"

    Así que tenemos que vigilarnos nosotros, no a otros. Y no permitir que nuestro corazón sea fiscalizador, debemos convertirnos en verdaderos adoradores en espíritu y en verdad.

   Padre, reconozco que mi corazón no se somete a Ti, y cuando va por libre, se hace daño a sí mismo y a otros y te ofende también a Ti. Te suplico que me ayudes para que mi corazón se rinda por completo a Ti. Quiero ser un verdadero adorador. Amén

No hay comentarios:

Publicar un comentario