miércoles, 11 de mayo de 2011

EL ANUNCIADO


"Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán.
Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él.
Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia S. Marcos 1:9-11"
  
   Marcos no profundiza en este hecho relacionado con el bautismo de Jesús. Se encuentran mas datos del mismo en Mateo y Lucas. Marcos nos dice:
  1. De donde vino Jesús, es decir del lugar donde hasta entonces residió.
  2. Que fue bautizado por Juan en el río Jordán.
  3. Que cuando terminó se abrieron los cielos.
  4. Vio al Espíritu bajar, como paloma.
  5. Oyó una voz. (la del Padre)
  6. La voz daba testimonio de Jesús.
  7. Decía de Jesús que era su Hijo amado y que se complacía en El.
   Eso es lo que Dios quiere que sepamos en este Evangelio respecto a este hecho.

   Primero Juan, preparó el camino. Luego vino el mismo que él anunciaba y Dios le dio un testimonio claro de que ese, efectivamente era Su Hijo amado.

   Marcos no transmitió mas. Fue fiel a lo que recibió como inspiración. Ahora lo que dejó de parte de Dios, es un testimonio para nosotros.
  
   La procedencia de Jesús nos da a entender su completa humanidad.

   El testimonio desde el mismo cielo nos da a entender su completa divinidad.

   Aparece en el momento preciso, ni antes ni después. El reloj de Dios nunca se adelante ni se atrasa ni se para. A su tiempo todo se realiza.   Lo anunciado anteriormente, años antes, se está cumpliendo, aquel ya anunciado después de la caída del hombre (Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. Génesis 3:14-15) a realizar el trabajo de librar al hombre que en el crea del terrible azote del pecado.

   Irrumpe en la escena como uno mas que es bautizado. Pero el cielo abierto nos avisa de que no es uno mas, es el Hijo de Dios, y ahora Dios puede decir con completa totalidad que en El tiene complacencia. Hasta ahora todos habían fallado. La complacencia de Dios nunca había sido completa en nadie. Se pudo agradar de algunos, pero no como lo pudo hacer en Jesús, el Hijo.

   La justicia de Dios se empieza a cumplir. Los pasos para ello ya han comenzado en la tierra, en el tiempo. Desde la eternidad Dios había planeado lo que ahora iba a ser cumplido al pie de la letra. El cielo contiene la respiración, la gran obra comienza, el Actor principal está en su sitio.

   Nosotros somos ahora quienes estamos en la obra de la humanidad, ¿estamos cumpliendo nuestro papel de acuerdo a la voluntad de Dios? ¿Se complace Dios en nosotros? ¿Si el cielo se abriera para hablar de ti,  qué diría?

   Querido Padre, gracias por que todo lo hiciste bien. Necesitamos tu ayuda para, ahora, hacer nuestro papel bien en la obra de Tu Voluntad aquí en la tierra. Queremos, una vez mas, rendirnos a Ti y reconocerte como nuestro Padre que está en los cielos, y hacerlo haciendo Tu perfecta voluntad para cada uno de nosotros, en el Nombre de Jesucristo, Amén.

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