jueves, 26 de mayo de 2011

¡PELIGRO, CONCIENCIA CAUTERIZADA!


"Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Juan 8:9"
   Por el título, el lector ya se habrá dado cuenta que el principal tema de esta meditación es la conciencia. Para mi personalmente, me parece que una de las cosas buenas que tiene este texto, está relacionado con la conciencia precisamente. En este texto y el contexto de la historia de la que forma parte, hay una fuente de optimismo. Y es porque, a pesar de la sádica justicia de los que acusan a la mujer sorprendida en el acto de adulterio, con ánimo de apedrearla, cuando Jesús les hace reflexionar, se produce una chispa de esperanza debido a que su conciencia todavía funcionaba.

   El texto nos dice que "acusados por su conciencia" salían uno a uno. Y como decía anteriormente este acto de "huída" después del enfrentamiento a que Jesús les lleva con ellos mismos, es decir, con su conciencia, el resultado es esperanzador, resulta que la conciencia de ellos funcionaba. Todavía podían escucharla reconvenirles en un momento dado, que su actuación era inadecuada.

   Si estudiamos un poco mas a fondo todo el texto y su trasfondo cultural de justicia, aun nos produce mas esperanza, pues como dice W. Barclay, en su comentario a este texto "Desde el punto de vista de la ley judía, el adulterio era un grave delito. Los rabinos decían: «Un judío tiene que morir antes de cometer idolatría, asesinato o adulterio.» El adulterio era, pues, uno de los tres pecados más graves, y se castigaba con la pena de muerte"  Así que según lo estipulado por la ley estaban obrando correctamente, Jesús apela a la misericordia, aspecto que habían obviado en el momento de acusar a la mujer, pero cuando Jesús les hace reflexionar, la conciencia de ells¡os va actuando en cada uno y salen sin poder lanzar ni una piedra, ninguno de ellos.

   Deducimos ya por este acto, lo importante que es tener una conciencia "operativa" en cada uno de nosotros. Por supuesto sabemos que en la persona puede estar la conciencia mal enseñada, con conceptos relacionados con el bien ó el mal que no coinciden, dependiendo de el lugar, la cultura y otros aspectos que hay que tener en cuenta. La Palabra nos muestra claramente que mayor que nuestra conciencia es Dios mismo, es decir, nuestra conciencia puede hacernos creer que estamos limpios cuando eso no es así según Dios. "Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; 1 Cor. 4:4"

   La Biblia nos muestra también la "conciencia débil" en 1ª Cor. 10, que indica que algunos pueden tener una conciencia mas delicada, que les acusa de inmediato de pecado por cualquier cosa y paralelamente, no muestra al de conciencia fuerte ó clara, es decir aquel que la conciencia responde de acuerdo a la voluntad de Dios y no a designio de hombre. A estos útimos de conciencia fuerte se les manda que sean cuidadosos de no ser causa de tropiezo a los que su conciencia es débil.

  Pablo le da una recomendación a su hijo espiritual Timoteo..."manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos" donde la "buena conciencia" forma parte fundamental de la firmeza en el Señor.

 Pero lo que verdaderamente pone los pelos de punta, es la advertencia que Pablo le da a Timoteo...   Pablo está hablando aquí de personas que tuvieron fe pero "apostataron" y entre otras cosas esto les condujo a escuchar doctrinas demoníacas y oír a personas con una "conciencia cauterizada" - una conciencia que ya no está sana, operativa, y por tanto que da unas señales equivocadas - y entonces comienzan a imponer prohibiciones y a hablar de cosas que no tienen ningún fundamento en Dios, recomendándole que él, Timoteo, se ejercite en la piedad - es decir, una actitud en pos de Dios, que hace aquello que le es agradable a El - como antídoto y protección de conciencias cauterizadas.
  "Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;
por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia,
prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad.
Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.
Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido.
Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad;
porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera...1ª Timoteo 4:1-8"


   La conciencia cauterizada es la que puede escuchar la Palabra de salvación y oirla como quien oye llover. Pero también, y esto es mas grave, se caracteriza por aquel que haciendo creído en el evangelio forma su conciencia "cristiana" con ideas, enseñanzas, doctrinas, que no provienen de Dios, y por tanto tampoco recibe la Palabra de santificación.

   En ambos casos nos encontraremos con personas muy críticas con los demás pero muy poco consigo mismas, pues como su conciencia no les "acusa" y, a pesar de ello, siguen confiando en ella, no pueden escuchar cuando Dios reconviene para bien, y se dedican a fomentar las acusaciones de los pecados de los demás, siendo piedra de tropiezo para sí mismos y para los que les hacen caso. (Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas. Tito 1:15) Descubrimos en este caso, otro tipo de conciencia, la conciencia corrompida.

   Por tanto nuestra conciencia debe ser enseñada y cultivada y lo sensato y adecuado es hacer caso al Salmista:
"Bendeciré a Jehová que me aconseja;
Aun en las noches me enseña mi conciencia. Salmo 16:7"
"Mi Padre Celestial, gracias te doy por haber puesto la conciencia en mí, ayúdame y líbrame de conciencias malas, y que mi conciencia no sea tropezadero para nadie, en el Nombre de Jesucristo. Amén."

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