No quiero darle, de momento, excesiva importancia, pues pueden haber circunstancias, incluso desconocidas para mi conocimiento, que intervengan en este tema. Siempre he deseado establecer mi vida bajo el poderoso principio establecido en la Poderosa Palabra de Dios: El texto está en el Libro de romanos Capítulo 8:28 "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados."
Confieso que muchas veces me dan ganas de afirmar que Pablo se lo debía saber esto muy bien, pero que en mi vida, la aplicación de este versículo ocasiona muchas luchas en mi vida física y espiritual, al momento de aceptarlo literalmente.Sigo confesando que la aplicación de tal sublime Palabra no es instantánea en todas mis experiencias de vida, y que, muchas, demasiadas ocasiones, me llevan a una verdadera lucha para ponerme en linea con esta Palabra.
Se, por supuesto, que si hubiese ya conseguido "el grado" al que la Palabra nos llama de "superioridad" sobre las aflicciones, las pruebas, los dolores, las dudas, las angustias, etc. eso que esto que estoy tratando de testimoniar, no seria ni mucho menos necesario.
Pero, por lo menos de momento, esto no es así. Pero ¡cuidado! Todas estas cosas, estoy convencido que no LOGRARAN apartarme del amor de Dios que es en Cristo Jesús.
Por favor deseo que esto lo tengamos en cuenta, pues en tu vida puede estar pasando lo mismo, pero ahí esta la COMPLETA SEGURIDAD EN DIOS. Te alabo mi Dios, mi Padre, mi Salvador, mi Guiador y Consolador en este momento por esta GRAN VERDAD.
Ahora...¡estoy hecho puré! Mañana tengo que participar en el funeral del padre de mi amigo y querido hermano y consiervo en Cristo Federico Serrano. No me gusta la muerte - por cierto a Dios tampoco - y me las hace pasar muy mal. Me encantan las Presentaciones de los niños, las bodas, las oraciones, la Santa Cena, la Palabra abierta al pueblo de Dios, pero los funerales son, como su preludio, la enfermedad, algo, que con respeto pero con firmeza lo digo: LO ODIO.
La muerte no es la idea ORIGINAL de Dios. Es el producto del PECADO.
TE ODIO MUERTE, PERO QUE SEPAS QUE HAS SIDO YA VENCIDA POR JESUCRISTO Y QUE UN DÍA ESTA VICTORIA SE HARÁ REALIDAD.
Quiero llorar ahora todo lo que tengo que llorar, para que mañana, pueda decirle a todos que CRISTO ES EL VENCEDOR, que aunque sigan pasando estas cosas, EL HA VENCIDO, y que ahora no es el tiempo de ver TODAVÍA su Victoria, pero que llegará un tiempo que SU VICTORIA SE MANIFESTARÁ.
Mi familia ya duerme. Es muy tarde. Pero yo no puedo dormir. Padre SOY UN PECADOR, sin TI nada puedo hacer, pero TE NECESITO. Necesito que mañana estés conmigo con la Familia de Juan, con el poder de Tu Espíritu Santo. Así Sea
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