viernes, 26 de julio de 2013

¡TERRIBLE ACCIDENTE DE TREN EN GALICIA!

La investigación apunta a un exceso de velocidad (EFE).Afectado. Muy afectado pero con disposición a pensar en serio. Así es como me siento en estos momentos. En un abrir y cerrar de ojos esta red se ha llenado de imágenes terribles del accidente de Galicia. Es como si quisiéramos encontrar a alguien que nos dijera...¡tranquilos no es tan grave como parece! Pero la verdad que sí lo es. Esto por su enormidad y otras muchas cosas que de forma constante y continuada ocurren en este planeta tierra.
Por otra parte la forma en definir estas terribles e impactantes cosas, en especial para los heridos, para los familiares y para los que accedemos a ellas mediante el amplio derroche de información, ni meditada ni reflexionada, simplemente y sensacionalmente enviada, esperando...no se qué...miraaaa que fuerteeeee¡
Si solo nos posicionamos desde una perspectiva de ¡que horrible! y no vamos mas allá en la verdadera reflexión, en la forma libre de pensar mas adelante de lo simplemente puntual - pues en cierto tiempo estas sensaciones, respecto a este accidente habrán desaparecido y seguiremos nuestra vida como si nada - si esto y lo mucho que ocurre a diario en nuestro entorno y en el planeta que vivimos, no nos lleva a pensar de forma libre y mas profunda que lo superficial de los sentimientos del momento, no podremos sacar nada de auténtico para nosotros y para la humanidad a la que pertenecemos.
Me siento consternado, si, me siento terriblemente afectado, si, me duelo en el nivel que puedo con los familiares y heridos, si, pero si solo es eso, otra situación terrible mas y no dejo que estos momentos y los sentimientos que les acompañan me lleven a pensar mas lejos de los que aquí ocurre, si solo dejo que mis sentimientos sientan, pero no percibo esos sentimientos como una llamada a ir mas alto y profundo que lo que los sentimientos me puedan llevar, y hacer una reflexión equilibrada y no dispar hacia un sentido u otro sobre la vida y su propósito...creo que solo tendremos que esperar a "sentir" en la próxima desgracia y no ser mas que participantes de un duelo de acuerdo a lo circunstancial, pero que no va mas allá de lo simple.
El sentimiento nos está hablando fuertemente. Nos está diciendo que estas cosas que ocurren son incomprensibles para nuestra mente, en una sociedad que pareciera estar ajena a los peligros del vivir y que solo fuera consciente cuando ocurren.
No estamos aquí para siempre y hemos aprendido por años y años que la vida no está garantizada en tantos o cuantos años para alguien. No sabemos, no conocemos, debemos asumir esto y darnos cuenta de cuan pobres somos a la hora de tratar de construirnos falaces formas de pensar en el futuro...el futuro no depende totalmente de nosotros y de nuestras medidas de precaución respecto al vivir o no vivir, esto escapa a nuestro simple razonamiento, debemos buscar en algún especialista que pueda conocer, saber y guiarnos al respecto.
Lo hay. Y aquí es donde viene el alejamiento de muchos, pues no puedo afirmar otra cosa, y si hay alguien que me diga que hay algo mas firme que esto, que lo diga, Jesucristo nació, vivió y resucitó y el tiene una cordura y especialidad inconcebibles e inalcanzables para cualquier sabia mente humana, pero seguras.
Lo que ha ocurrido, ha ocurrido y ocurrirá - quizás a nosotros mismos - y no podremos evitarlo por mucho que nos esmeremos - y se hace - en las medidas de seguridad y control - las cuales aplaudo - pero con todo y eso necesitamos un especialista que conozca mas que ningún otro en estos asuntos de vida y muerte. Les confieso, por muchos años no he conocido a otro y si lo conocen me lo dicen.
Confiemos en el especialista de la vida y la muerte Jesucristo.
Si estamos preparados mediante Su Trabajo, la vida o la muerte serán igualmente apreciadas si El decide.
Dios nos de entendimiento en todo esto.
Oro a Dios por los heridos, por los familiares que han sufrido pérdidas y por los que han sido afectados en sus emociones por tan terrible accidente.
Dios les bendiga y nos ayuda ser de ayuda para los afectados y para nosotros mismos.

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