martes, 25 de febrero de 2014

GRACIAS "GRACIA"

1 Pedro 4:10  Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 
La gracia de Dios siempre ha sido algo que me ha impresionado enormemente. Cuando leemos la Palabra de Dios, nos tropezamos con ella de forma constante y nos llena - por lo menos a mí - de seguridad y nos lleva ante el Trono de Dios, no porque lo merezcamos, Jesucristo nos lleva y presenta por nosotros lo que nosotros nunca podremos hacer. Es indescriptible con palabras humanas, por lo menos con las que yo conozco.
   Como me invita el texto bíblico en la introducción, yo deseo cada día mas ser un buen administrador de las diversas formas de la GRACIA DE DIOS.

  La gracia es suficiente, como se le dice al Apóstol Pablo ante sus luchas con la debilidad que Dios permite en su vida:
2 Corintios 12:9  Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad
   "Bástate mi gracia" es decir, entiendo yo "no te hace falta otra cosa" El Apóstol entiende lo que se le quiere decir y en lugar de seguir en sus preocupaciones debido a su debilidad y otras cosas decide "gozarse" en esa gracia que su Padre Celestial le concede.
   Fue la gracia de Dios lo que permitió que la Virgen Maria concibiese y diera a luz al Hijo de Dios:
Lucas 1:30  Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 
La Escritura nos muestra a Jesucristo que estaba lleno de gracia:
 Juan 1:14  Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Por El, Jesucristo vino la gracia a nosotros:
 Juan 1:17  Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. 
La gracia es elemental y básica en nuestra Salvación:
 Hechos 15:11  Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos. 
 A los discípulos Jesucristo les insta a compartir esa gracia de acuerdo a la autoridad recibida:
Mateo 10:8  Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. 
Detrás de cada uno de estos textos que forman parte de la Revelación de Dios, encontramos principios en los que debemos reflexionar, no podemos detenernos solo en "la letra" debemos que el Espíritu vivifique, es decir dé vida a la letra. Por ejemplo en el verso anterior la gracia a compartir no se limita a esos dones de milagros y sanidades, es aplicable a todo lo que la gracia representa en nuestro diario vivir. La gracia incluye el arrepentimiento, el perdón, la misericordia, el amor de Dios en nosotros, el servicio, la entrega, el sufrimiento por Cristo, la fidelidad, etc. etc.
El Apóstol Pablo nos da una imagen de el mismo que ha logrado desechar todo lo que no sea servir al Señor y llama al Evangelio, "El evangelio de la Gracia de Dios" (mayúsculas mías)
Hechos 20:24  Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera  con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. 
Creo que podría seguir y estoy seguro que el lector que lo desee podrá profundizar mas en todo lo que la Biblia dice sobre la gracia. Me voy a detener en un versículo:
 Romanos  4:4  Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; 
 Dios no me debe nada. Nada de lo que he hecho tiene significado de verdadera justicia delante de Su Justicia. Hay un ESFUERZO DE LA CARNE, desde la caída por intentar REDIMIRSE a sí mismo, y es la búsqueda constante del ser humano, que ha decaído y se ha convertido en algo extraño, pero que si le seguimos la pista desde la caída nos encontramos con ese impulso y deseo de necesidad de REDENCIÓN, que todo ser humano que nace busca, correcta o equivocadamente.
  Es curioso que hasta los que disfrutamos de la GRACIA de podemos desviarnos cuando oímos a nuestra carne gritar: "¡¡¡Redímeme, Rediméme!!!" Pero la carne no se redime, tiene que morir, y a nada le gusta la muerte. A nuestra vieja naturaleza tampoco.
  Debemos descubrir en nosotros esos impulsos de una búsqueda redentora propia, fuera de Jesucristo, vestida de diversas formas en un carnaval de disfraces religiosos y máscaras espirituales o llenas de humanidad en una búsqueda desesperada en lo material, emocional, sentimental, etc. la redención propia, es un esfuerzo vano que nos hunde, si cabe, en una mas profunda desilusión y nueva búsqueda, pues la REDENCIÓN que solo nos puede llenar es la que Jesucristo realizó perfectamente en la cruz por cada uno de nosotros.
  Debemos descubrir y eliminarlos por medio del entendimiento de la GRACIA DE DIOS.
  El Apóstol Pablo tiene que ponerse fuerte con la iglesia de los gálatas debido a esa desviación a volver a intentar redimirse -¡y eso que lo hacían en las obras de la ley establecida por Dios ! - tratando de hacerles ver lo vano que era eso en la verdadera justicia de Dios, aunque para la justicia propia pareciera bueno.
Gálatas 3:3  ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne? 
   Les dice "necios" porque verdaderamente es caer en necedad cambiar el vivir en la gracia por el vivir en mi justificación y redención.
  La gracia de Dios nos humilla, la búsqueda de nuestra redención nos hace sentir bien, la gracia nos pide que muramos, la justicia propia nos pide que cambiemos...pero no hay cambio posible...solo muerte...muerte para vida y vida en abundancia y vida eterna.
  Por eso era tan dificil para los llenos de justicia, en los tiempos de Jesucristo de entender la gracia de Dios.   Solo los que no tenían ningún buen concepto de su propia justicia eran capaces de entender la gracia de Dios, mediante Jesucristo. Hoy ocurre lo mismo Somos personas como ellos.
Esta es la verdad de Dios respecto a nosotros:
Isaías  64:6  Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento. 
   Tener este concepto de uno mismo y agarrarnos a la GRACIA DE DIOS, nos mantiene fuera del peligro de buscar satisfacer la justicia propia, pues la justicia de Dios solo la pudo satisfacer JESUCRISTO.
   El peligro está que ya son muchos los que conozco que como los gálatas, habiendo comenzado bien en la gracia de Dios, vuelven a buscar "satisfacer" a Dios, cuando en el fondo están satisfaciendo o por lo menos tratando de satisfacer a su propia naturaleza caída, en un mortal retroceso y además esto nunca acaba, por tanto entrar en el gozo del Señor, en esta postura, cada vez resulta mas difícil y el sufrimiento espiritual es terrible. No entran en el descanso del Señor. Han salido de nuevo a sus obras sus trabajos y la gracia queda lejos de ellos. Solo la renovación del primer amor puede hacer regresar al extraviado, ya que como faro en los acantilados, ilumina la luz de Dios constantemente para advertirnos del peligro.
   La gracia es el fundamento de nuestra fe. Sin ella tenemos peligros acechando:
2Corintios 13:5  Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados? 
   Profundizar en la gracia de Dios es un tema inagotable y al que debemos dedicar nuestro tiempo, ya que corren tiempos peligrosos donde el enemigo empuja fuertemente para que nos salgamos de la gracia de Dios, que solo nos viene mediante Jesucristo. ¡A El sea la Gloria!


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