Este momento del año 2014, del mes de Abril, Semana Santa, me trae infinitos y buenísimos recuerdos, pero ahondando en ellos, percibo mucho mas que la simple nostalgia de momentos entrañables...hay mucho mas.
Todavía está presente en nuestra vida el cariño y afecto cristiano que compartimos con aquellos que estuvimos compartiendo este tiempo nuestra amistad y confraternidad cristiana.
En una Semana Santa de los años 70 acudí a una Convención cristiana de la iglesia en la que después y hasta ahora he sido pastor, entonces era un joven con deseos de divertirme a la manera de los jóvenes de entonces, siempre alejado de los principios de Dios.
En aquel momento el número de fieles asistentes a esa Convención era como lo son en nuestra iglesia muchos domingos. A mí me parecían muchos e increíblemente entregados a Dios.
Entendí lo que Dios me estaba diciendo en las enseñanzas de esa Convención y entendí que era algo mas que una religión cristiana a lo que Dios me estaba acercando, por su gracia, a la comprensión del sacrificio enorme al enviar a Jesucristo a que muriese por mí.
En aquel acto de intercambio de esa diferentes forma, pero real comunicación de Dios hacia mi persona, mediante la Palabra, que es la Biblia, entendí dos cosas: Que El me había salvado y yo debía responder de una u otra forma a su gesto e inmediato, que si respondía afirmativamente debía hacer algo mas que ser un cristiano de "banca" es decir, servirle.
Mas de 40 años después estoy afirmando que esto fue así y que ambas cosas recibí en ese momento de parte de Dios. Que según los hombres e incluso mi propio criterio lo haya hecho mejor o peor, en ultima instancia no me queda mas remedio que dejarlo en su recto juicio, el de mi Dios.
Desde entonces este tiempo de Semana Santa fue por muchos años, un tiempo donde nos concentrábamos, de diferentes lugares de España y de otras partes, creyentes, que durante tres o cuatro días asistíamos juntos a las reuniones comunes y a la fraternización.
En estos días, yo, al menos, pude aprender de forma viva, elementos fundamentales del Evangelio y que por tanto representan algo mas que una simple Nostalgia.
Aprendí a "Evangelizar"
A esa Convenciones llevamos muchas personas, conocidos, amigos, familiares...con el deseo que aceptasen a Jesucristo como Salvador
Aprendí a "Crecer"
Era un momento en el que venían invitados de otros lugares, con un conocimiento de la Palabra y de la vida espiritual muy avanzado, y que compartían su saber con nosotros que íbamos como "esponjas" y absorbíamos todo como alimento fecundo de nuestra madurez.
Aprendí a "Tener Comunión con otros"
Aprendí a "Servir"
Nuestro querido hermano Drost, se arriesgaba en esas Convenciones al ponernos en diversas responsabilidades que nos iban dando la confianza necesaria para entender nuestro llamado. Así por años en una u otra labor estuve sirviendo a mis hermanos en las Convenciones.
Aprendí a "Sacrificar"
Siempre en España, estos días de Semana Santa, fueron un tiempo de ocio. Pero aprendí a cambiar ese tiempo de ocio por el tiempo espiritual por el Señor. En ese sacrificio también estaba incluido el ahorrar para el gasto de ese tiempo.
Aprendí a ver la obra de Dios mas allá de España, mediante hombres y mujeres de otros países que amaban a Dios como yo, aunque hablaban diferentes y tenían culturas diferentes.
Pido a Dios que me de sabiduría para, si es posible, dar a las siguientes generaciones un soporte espiritual de tanto valor como fue para mí el reunirnos por años en las Convenciones de Semana Santa.
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