miércoles, 15 de enero de 2020

APROVECHANDO BIEN EL TIEMPO

(Efesios 5:15) Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
(Efesios 5:16) aprovechando bien el tiempo,  porque los días son malos.
(Efesios 5:17) Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
     Desde el tiempo de los relojes de sol, hasta los modernos relojes, que además de la hora, minutos y segundos, día, semana, mes y año, nos pueden avisar de con diferentes alarmas y sonidos, no solo de lo que es importante en el día sino, incluso de días futuros, el tiempo ha sido la medida de nuestra vida, dividida en fracciones mas pequeñas.
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     Existen, a día de hoy, innumerables libros, escritos, cursos, donde se nos invita al aprovechamiento del tiempo, tanto en trabajo como en ocio. Pareciera que dados los avances de la humanidad, para hacer las cosas más rápidas, para llegar velozmente de un lado a otro, para aligerarnos la carga del lavado de ropa, vajilla y yo que se todos esos avances, incluidos robots de limpieza y cocinas que casi hacen la comida solas, pareciera digo, que gracias a todos estos y otros muchos avances pudiéramos de disponer de más tiempo para aquello que es verdaderamente importante
.
     Ponernos de acuerdo de lo que es importante, no es tan fácil. Para unos es el trabajo, para otros el deporte, el cuidado del físico, la familia, el estudio, la lectura, etc. Es muy habitual decir y oír decir cosas como "no tengo tiempo" "no he podido terminar esto o aquello porque no tengo tiempo" "me falta tiempo para llegar a todo lo que tengo que hacer" Y así frases por el estilo que contradicen el hecho de que los avances nos hayan podido permitir tener mas tiempo.

    Para aquellos que sus prioridades son totalmente humanas, el valor de lo que es importante varía notablemente, con respecto a aquellos que consideramos que lo humano tiene una dimensión espiritual que requiere dedicación de nuestro tiempo.

    Para los que nos consideramos cristianos y consideramos que la Biblia es la Palabra de Dios para nosotros, indudablemente deberíamos buscar y hacer caso lo que diga esta Palabra de Dios, con respecto a la forma de vivir, y en el caso que nos ocupa en la forma de manejar el tiempo.

     Dios es nuestro Creador. El conoce muy bien cómo somos, qué necesitamos realmente y cómo debemos ordenar nuestra vida para que ésta, dentro de todas las dificultades que conlleva, nos vaya lo mejor posible.

     Pero cuando nos acercamos a esta Palabra de Dios, nos encontramos que muchísimas cosas a las que nosotros damos prioridad y una importancia superior, no lo son tanto y de otra manera Él nos dirige a la forma de vida que sí es importante, tanto para nosotros como para los que nos rodean.

     Creer en Dios, no implica que nuestra vida natural sea "superior" en los aspectos básicamente humanos, debemos comer, beber, aprender, cuidar nuestra salud, etc. como cualquier otro por muy ateo que sea.

     El tiempo que disponemos es el mismo en todos los casos. No importa si somos pobres o ricos tenemos el mismo tiempo 24 horas diarias.

     La diferencia estará marcada por cómo sed nos dice que manejemos el tiempo.

     En los textos de arriba nos dirigen a que como cristianos andemos con sabiduría, y se nos dice que "aprovechemos bien el tiempo" y a continuación nos alerta: " los días son malos" o quizás los días pueden ser desaprovechados.

      Nos pide que analicemos si actuamos como insensatos o como entendidos de la voluntad de Dios. Porque la vida del cristiano gira alrededor de "la voluntad de Dios" Y por tanto nuestro tiempo debe ser dirigido según la voluntad de Dios. El salmista se da cuenta de la importancia de manejar bien los dias, y pide a Dios que le ayude 
 
Salmo  90:12  BLS Enséñanos a pensar cómo vivir para que nuestra mente se llene de sabiduría. 
      También es capaz de entender el tiempo a los ojos y en el entorno de Dios:

Salmo 90:4 Porque mil años delante de tus ojos son como el día de ayer, que pasó, como una de las vigilias de la noches
    La forma que hayamos usado, estemos usando o usemos el tiempo, dependerá de nuestra concepción de la vida. Dependerá si andamos por nuestra cuenta o, por el contrario andamos al ritmo de Dios.
    
    Escojo un momento del tiempo que Jesucristo estuvo en esta tierra, en casa de dos hermanas y lo que nos cuenta que ocurrió y lo que Jesús nos deja claro para siempre:
(Lucas 10:38) Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa.
(Lucas 10:39) Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.
(Lucas 10:40) Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.
(Lucas 10:41) Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas  (Lucas 10:42) Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.

   El mismo tiempo, María "sentada escuchando la palabra de Jesucristo" es decir atendiendo lo espiritual. Por otra parte Marta "afanada y turbada con muchas cosas" que le quitaban el tiempo, que le dejaban sin tiempo para sentarse a escuchar a Jesucristo.

Resultado de imagen de MARTA Y MARIA    Desde mi punto de vista Marta tenía un problema de prioridades y además creía que ella estaba en lo correcto. Se acerca a Jesucristo y pareciera que le dijera, "vamos a ver Jesús, estás entreteniendo a mi hermana y hay mucho que hacer, déjala, dile que me ayude"  La respuesta de Jesucristo es sorprendente: "sólo una cosa es necesaria" "María está haciendo lo que se debe hacer" Es decir daba prioridad a estar con Jesucristo.

    Marta representa en ese momento a la multitud de cosas, lícitas que ocupan nuestra vida humana hasta quitarnos el tiempo que debemos estar con Dios. No son cosas malas. Son cosas en las que no aprovechamos bien el tiempo, tiempo corto, tiempo que pasa.

    Mañana...cuando acabe esto me dedicaré mas a Dios, cuando termine mis estudios, cuando me estabilice en mi trabajo, cuando ahorre, cuando, cuando, cuando...

     Escogemos mal si Dios no es lo primero, no solo en nuestra boca, en nuestro tiempo. 

     Es triste ver a cristianos que tienen prioridades a la manera de Marta. Los hay y muchos. y en cierta manera todos debemos estar atentos, pues los "ladrones" del tiempo están al acecho.

     Tomemos un tiempo para analizar las prioridades de nuestro tiempo, "...el día de ayer, que pasó...." y así tantos y tantos días y resuena todavía la voz de Dios en un eco inacabable, al corazón de los cristianos:

(Isaías 6:8) Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.



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