domingo, 12 de enero de 2020

IMITACIÓN - EJEMPLO - IMITACIÓN

(1 Corintios 11:1) Sed imitadores de mí,(A) así como yo de Cristo. 
(Efesios 5:1) Andad como hijos de luz
 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
(Filipenses 3:17) Hermanos, sed imitadores de mí,(D) y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.
(1 Tesalonicenses 1:6) Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo,
(1 Tesalonicenses 2:14) Porque vosotros, hermanos, vinisteis a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea; pues habéis padecido de los de vuestra propia nación las mismas cosas que ellas padecieron de los judíos,
(Hebreos 6:12) a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.
   En la vida humana hay gente que imita o hace imitaciones. Veamos en primer lugar lo que es imitar:
imitar
Resultado de imagen de IMITACIÓNDel lat. imitāri.
1. tr. Ejecutar algo a ejemplo o semejanza de otra cosa.2. tr. Dicho de una cosaParecerseasemejarse a otra.3. tr. Hacer o esforzarse por hacer algo lo mismo que otro o según el estilo de otro.
   Las imitaciones pueden ser de gestos, de voz, pero también se pueden imitar cosas de valor, dinero, joyas, cuadros valiosos, etc. 
   Creo que se aclara bastante a qué imitación se está refiriendo Pablo (quizás excepto en Hebreos si no lo escribió él) en el texto de Filipenses 3:17, donde habla de "ejemplo" y desde mi punto de vista este es el objetivo de la imitación, hacer o esforzarse por hacer algo lo mismo que otro.

   Se nos dice que "seamos imitadores de Dios" "andando como hijos de luz"  Efesios 5:1.
   De los Tesalonicense dice Pablo que fueron imitadores de ellos,  en un momento de gran tribulación y lo hicieron con gozo (no humano) del Espíritu Santo. Y además les compara a estos gentiles con los judíos que en Judea habían padecido de los de su propia nación.
    A los Hebreos se los anima a no caer en la pereza de no hacer nada, mas bien esforzarse en ser imitadores de otros, para heredar promesas por la fe y la paciencia. En este caso quizás esté ya pensando en los "testigos" del pasado que detalla en el capítulo 11 del mismo libro de Hebreos.
    Mi intención en todo esto esa remarcar algo que creo que es de suma importancia.
EL EJEMPLO
    La forma que vivimos y nos comportamos en toda la vida, marca para bien o para mal a unos y otros. Hablamos de familia, amigos, vecinos, compañeros de estudio o trabajo, y sobre todo en la iglesia.
    Y digo sobre todo en la iglesia, no porque solo sea cuando nos reunimos como iglesia donde debemos de dar ejemplo. Aunque también y mucho.
     También y mucho porque si falto a las reuniones de la iglesia, ese es el ejemplo, esa es la imitación que otros pueden realizar. Si no apoyo, tanto económicamente como con mis capacidades y dones en las necesidades de la iglesia, así es el ejemplo y así otros imitarán.
     En los años que llevo sirviendo en la iglesia, este del ejemplo y la imitación, lo he visto repetidamente.
     Pongo un ejemplo: Alguien de otro país, viene con la costumbre de asistir y apoyar a la iglesia donde asistía, y ahora empieza a hacer lo mismo en la que asiste. Y va a una reunión de oración, quizás una o dos o tres veces, pero observa que muchos de los que son miembros y mas todavía, los que tienen responsabilidades, ni aparecen. Entonces, salvo raras ocasiones, acaban imitando ese ejemplo, dejan de asistir y apoyar.
    Ya no digo dentro de las familias.
   Por supuesto no trates de decir nada, enseguida ofendidos se manifestarán demostrando lo malo que es uno también. Y tienen razón.  Y también no tienen razón.
    Por lo menos, Dios lo sabe, que yo he entendido claramente, que todas estas cosas son para Dios no para los hombres y de Él recibiremos o no la bendición.
    Si la imitación es por obligación, sin vida propia, el resultado es falso.
   La imitación al ejemplo que las Escrituras nos hablan, es algo que lo vemos, se apodera de nosotros, mediante el Espíritu y entonces nos convertimos en ejemplo para otros.
   Debemos estar agradecidos a Dios, porque otros antes, han ido a reuniones de oración y de estudio, han sido fieles, a veces sacrificando otras cosas y han conmovido el cielo y gracias a su fidelidad nosotros podemos seguir los pasos, siguiendo su ejemplo.
   Pero ahora nos toca a los que hemos creído, ser imitadores de aquellos y ser ejemplo para los que vienen detrás, de forma que Jesucristo siga edificando su Iglesia, como el se comprometió.
   Termino con este texto amplio, pero muy significativo los principios que recoge, del servicio y del ejemplo a imitar representado vívidamente en la vida de Jesucristo.


Resultado de imagen de LAVADO DE PIES(Juan 13:1) Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.
(Juan 13:2) Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase,
(Juan 13:3) sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba,
(Juan 13:4) se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó.
(Juan 13:5) Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.
(Juan 13:6) Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies?
(Juan 13:7) Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después.
(Juan 13:8) Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.
(Juan 13:9) Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza.
(Juan 13:10) Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos.
(Juan 13:11) Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos.
(Juan 13:12) Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?
(Juan 13:13) Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy.
(Juan 13:14) Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.
(Juan 13:15) Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
(Juan 13:16) De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió.
(Juan 13:17) Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.
(Juan 13:18) No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar.
(Juan 13:19) Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy.
(Juan 13:20) De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.


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