PERTENECER + SER = HACER…II
En la anterior entrega, hablé sobre pertenecer. Somos seres
vivos humanos, pertenecemos en un plano general a la humanidad, y dentro de la
humanidad hay varias etnias y pertenecemos a una de ellas, y podemos hablar de
etnias y también somos de forma más concreta de una de ellas y de esta forma
llegamos a la pertenencia humana de una familia, el grupo más pequeño y próximo
nosotros, integrada por los familiares directos y aquellos mas lejanos. Pero
todo ello está englobado en la familia humanidad…
“Génesis 1:27-28a Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra…”
De esta manera podemos decir que pertenecemos a la raza
humana. Somos criaturas de Dios.
En la familia, pueblo o nación donde nacemos, adquirimos el
lenguaje, (idioma peculiar del lugar) y también las costumbres y enseñanzas de
ese lugar. Tanto las intelectuales y éticas, como las morales, las cuales en
ocasiones se distinguen de forma importante. Dentro de las reglas morales
también éstas están supeditadas en la mayoría a las formas religiosas recibidas
o adquiridas, lo que conforman las grandes religiones del mundo y sus
diferencias tanto entre ellas, como dentro de ellas.
Y queramos o no, de alguna forma hemos ido adquiriendo
nuestra formación intelectual, social (de costumbres) y religiosa, del ámbito
de la humanidad en sus muchas y diversas vertientes. Bajo este punto de vista
ha habido muchas luchas e intentos incluso de imponer esas costumbres mediante
la fuerza. Hoy en día, sigue existiendo dentro de las diferentes religiones
sectores rígidos e integristas, con mayor o menor virulencia en estas formas
religiosas y en otro sector denominado “más humanista” que ha creado una forma
de vivir, con la intención de evitar excesivas confrontaciones y que han ido
llegando con la modernidad y la postmodernidad y sus derivados, donde el
sincretismo forma parte de la “nueva tolerancia” y que está resumido en el “todo
vale” lo tuyo vale y lo mío también, vivamos cada uno a nuestra manera.
Principalmente esta tendencia última está arraigada junto a
los países de políticas democráticas, cuya búsqueda de una bien común, han
interrumpido en las religiones, en más incidencia en la cristiandad, que precisamente en cuanto
a sus valores, es que ha sido posible establecer esas formas de búsqueda de un
bien común, mediante gobiernos elegidos por el propio pueblo, para el servicio
de todo el pueblo. Esta tendencia ahora ignora que sus bases y principios
fueron posibles gracias a la ética cristiana,
y ahora renuncian a los valores fundamentales y usan esa ética para
permitir comportamientos que afectan a los verdaderos valores del cristianismo.
A la hora de hablar del cristianismo, no debemos olvidar la
decadencia que ha sufrido. Los vaivenes que a lo largo de la historia, desde la
ascensión de Jesucristo a los cielos, hasta su venida, los inmensos cambios
humanos que se han introducido en el cristianismo han sido desde una
radicalidad extrema hasta el otro lado de tolerancia también extrema,
especialmente en las ahora denominadas como grandes denominaciones dentro del
cristianismo, arrogándose unas y otras la posesión de la verdadera verdad, como
si la verdad fuera estimada por niveles. Y en los países donde el cristianismo
como parte de la cultura fue puesto o impuesto, estas diferentes formas de creer
en Dios y su anexos rituales, dispersados por lo ya comentado de la ética liberal,
de todo vale, como en aquellos con otras religiones y formas culticas y
culturales, es donde nos hemos ido formando los que vivimos.
Jesucristo ya dijo que se iba a ocupar de Su iglesia, lo
cual lo hizo y lo está haciendo de diversas formas, veamos el texto donde el
menciona que será Él el que edificaría la iglesia…
Llegar a esa afirmación de Jesucristo y la comprensión de lo
que estaba diciendo en estos versículos, ha sido base para establecer el
postulado de una rama del cristianismo, por lo que es necesario que entendamos
bien, sin ánimo de crítica a la misma, pero afirmándonos en la verdad…
El tema surge, como muchos en el desarrollo de la vida de Jesucristo
en la tierra, a causa de una pregunta que les hace, en un momento dado, a sus
discípulos…
“Mat 16:13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?”
La contestación de ellos, sobre lo que oían que se decían
respecto a Jesucristo…
“Mat 16:14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
Entonces Jesucristo lleva la pregunta a un nivel más
personal, a sus propios discípulos…
“Mat 16:15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Esta pregunta y la respuesta que demos, forma parte de lo
correcto o lo incorrecto que será nuestra forma de entender a Dios y a
Jesucristo su Hijo, como casi siempre, el impetuoso Pedro, fue el primero en
contestar…
Mat 16:16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
La contestación fue la correcta, Pedro estaba siguiendo de
forma correcta pues había entendido perfectamente quién era el Señor
Jesucristo, cosa que no muchos en ese tiempo entendieron, incluidos los líderes
religiosos que estaban esperando al Mesías, lo tuvieron delante y no fueron
capaces de reconocerlo y esto era por su falta
de pertenencia espiritual, ellos habían hecho de la Ley de Dios una sombra
oscura de lo que era, por provecho propio, por eso Jesucristo en muchas
ocasiones leemos que decía “Habéis oído…pero Yo os digo” Jesucristo le llamó “Bienaventurado”
que es como decir Afortunado en el lenguaje del cielo…y resalta que es mediante
revelación de Dios, no de hombre, revelación directa del Padre celestial.
Debemos entender que esta es la base del cambio de lo
religioso a la VERDAD, nosotros predicamos, pero es Dios quien nos lo revela,
Ningún predicador puede revelar si Dios no revela, por muchos esfuerzo que se
ponga (que por cierto se debe de poner, entendiendo siempre que es Dios el que
da la luz final)
Mat 16:17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
A pesar de sus numerosos defectos que tenía Simón (Pedro),
ESTABA SOBRE LA ROCA, LA CUAL ES CRISTO. Su confesión le hacía estar como una
piedra, que se desliza y mueve, sobre la Roca que es inamovible.
Mat 16:18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca[b] edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella
El nombre representaba la personalidad de quien lo llevaba.
Por eso el Nombre de Jesucristo o el Nombre del “Yo soy” son importantes,
porque representan todo lo que Dios es… A Pedro se le puso “Simón” cuando nació,
cuyo nombre quería decir “el que sabe escuchar a Dios” y supo escuchar a Dios,
y pudo recibir la luz de Dios y pudo también pronunciar con la boca, lo que ya había
creído en su corazón “ Porque con el
corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos
10:10” Esto es lo que ocurre también
en todo aquel que “escucha a Dios” o le revela Dios, que Jesucristo es el
Salvador, la Roca donde nuestra debilidad se convertirá en fuerza. Y a alguien
que en su corazón cree, es a quien se le puede dar la autoridad de atar y
desatar. En el caso del Apóstol Pedro, fue designado para “abrir” con las
llaves de la Palabra el camino de los Judíos en Pentecostés, y posteriormente
el de los gentiles en casa del Centurión Cornelio
Mat 16:19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.
Esto mismo era las parte de todos sus Apóstoles, a quienes
también les dijo lo mismo
Mat 18:18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo
Algo que fue ampliado también para todos los que se pusieran
de acuerdo en la oración…
Mat 18:19-20 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Así que Jesucristo está ocupándose de edificar Su iglesia, de
la forma dispuesta por Dios…primero el fundamento JESUCRISTO…
1Co_3:11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
Luego el fundamento puesto por JESUCRISTO, LOS APÓSTOLES Y
PROFETAS…
Efe_2:20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,….Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, "Efesios 4:11-12 RV 1960"
Y el Apóstol Pablo, advierte el cuidado de edificar encima
de acuerdo a Cristo…
“1Co_3:10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.1Co_3:12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca…”
Esta es la identidad adquirida por Jesucristo y que con su
fundamento, continuando los Apóstoles y diferentes ministerios dados por Dios,
se va estableciendo la gran familia de nuestro Padre celestial, hermanados a
Jesucristo y a todos aquellos que por medio de la revelación, escuchamos a Dios
y el respondemos con el arrepentimiento y la confesión así como el
reconocimiento que Él es Dios y salvador, obteniendo el Nuevo Nacimiento, que
nos da el privilegio de ser hijos de Dios y herederos con Jesucristo.
De esta
forma SABEMOS QUE PERTENECEMOS A LA FAMILIA DE DIOS A SU IGLESIA, la cual la
forman muchas personas en cada época y tiempo que se reúnen formando por ser
piedras de la Iglesia, las iglesias locales, donde cada uno debe tener la identidad
de piedra, de roca, mediante la confesión de que Jesucristo es el Hijo de Dios,
el Salvador del mundo, MI SALVADOR Y SEÑOR. Por eso nosotros llamamos hermanos
y hermanas a los que han hecho esa confesión y han nacido de nuevo y por eso
llamamos conjuntamente “Padre nuestro que estas en los cielos” a nuestro Dios
que nos engendró mediante el Nuevo nacimiento. Tenemos una nueva identidad,
ahora espiritual, celestial.
PERTENECEMOS A DIOS. SOMOS HIJOS DE DIOS. TENEMOS UN
LLAMADO. COMO HIJOS NO DEJAMOS DE SER SIERVOS DE NUESTRO PADRE NI DEJAMOS DE
SER DISCÍPULOS DE CRISTO, MIEMBROS DE LA FAMILIA DE DIOS, LLAMADOS PARA
CONVERTIRNOS EN HIJOS DE DIOS.
Esto último que digo no es contradictorio. Somos hijo de
Dios mediante el nuevo nacimiento, ahora crecemos como hijos de Dios, para ser,
para convertirnos en hijos de Dios y poder hacer Su voluntad, predicando lo que
hemos recibido para Hacer otros discípulos y que Dios los haga hijos de Dios.
PERTENECEMOS A LA FAMILIA DE DIOS, PARA HACER LA VOLUNTAD DE
DIOS.
Ahora tenemos una nueva identidad, una nueva familia, un
nuevo estilo de vida, un nuevo espíritu, un nuevo destino, un nuevo propósito,
una nueva misión, ya no somos nuestros a la manera de la humanidad, somos de
Dios, estamos bajo su protección y guía, vivimos en este mundo, pero no somos
de este mundo, si vivimos para Él vivimos, y si morimos de Él somos, Vivimos
por fe, no por vista, estamos aprendiendo a vivir como santos, el Espíritu
Santo mora en nosotros, somos más que vencedores porque Jesucristo ya venció…queremos
SER lo que nuestro Padre quiere que seamos….
CONTINUARÁ…
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