martes, 29 de septiembre de 2020

El Señor es MI PASTOR, y ME CONSUELA

 


 

El Señor, como MI PASTOR es CONSOLADOR y ME CONSUELA

“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:  (Jua 14:16)”

 

Nuestro Señor Jesucristo, el Gran Pastor, se preocupa por nosotros para que podamos ser consolados cuando lo necesitamos.

En ocasiones, el dolor es tan grande, que no hay nada que pueda consolarnos en este mundo, es el caso de Jacob, cuando sus hijos le mintieron, haciéndole cree que su hijo amado José había muerto despedazado por una fiera…

Gén 37:31-35  Entonces tomaron ellos la túnica de José, y degollaron un cabrito de las cabras, y tiñeron la túnica con la sangre;  (32)  y enviaron la túnica de colores y la trajeron a su padre, y dijeron: Esto hemos hallado; reconoce ahora si es la túnica de tu hijo, o no.  (33)  Y él la reconoció, y dijo: La túnica de mi hijo es; alguna mala bestia lo devoró; José ha sido despedazado.  (34)  Entonces Jacob rasgó sus vestidos, y puso cilicio sobre sus lomos, y guardó luto por su hijo muchos días.  (35)  Y se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; mas él no quiso recibir consuelo, y dijo: Descenderé enlutado a mi hijo hasta el Seol. Y lo lloró su padre.

 

El profeta Zacarías les dice al pueblo que pidan a Dios la lluvia, pues en otras formas que han buscado (los terafines, los adivinos no han recibido consuelo

Zac 10:1-2  Pedid a Jehová lluvia en la estación tardía. Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba verde en el campo a cada uno.  (2)  Porque los terafines han dado vanos oráculos, y los adivinos han visto mentira, han hablado sueños vanos, y vano es su consuelo; por lo cual el pueblo vaga como ovejas, y sufre porque no tiene pastor.

 

El salmista recurre a Dios ante una situación que vive y que le produce desconsuelo, busca en Él el verdadero consuelo y para ello recuerda todo lo que Dios hizo por Israel y esto lo llena de consuelo

Sal 77:2  Al Señor busqué en el día de mi angustia;

Alzaba a él mis manos de noche, sin descanso;

Mi alma rehusaba consuelo.

 

Esta es la manera que debemos recurrir también para buscar el consuelo que Dios tiene para nosotros: EN SU PALABRA

Sal 119:49-51  Acuérdate de la palabra dada a tu siervo,

En la cual me has hecho esperar.  (50)  Ella es mi consuelo en mi aflicción,

Porque tu dicho me ha vivificado

 

La desobediencia de Israel y el castigo que Dios impone a todos, incluidos los justos, no es para siempre el tienen preparado también consuelo, y si leemos, lo hace pastoreando:

Isa 57:18  He visto sus caminos; pero le sanaré, y le pastorearé, y le daré consuelo a él y a sus enlutados;

 

En el Nuevo Testamento hay una advertencia que aunque está muy concretada sobre las riquezas, creo que se puede extender a todo aquello que en este mundo buscamos para que nos consuele y que puede serf also Consuelo.

Luc 6:24  Mas ¡ay de vosotros, ricos! porque ya tenéis vuestro consuelo.

 

Y por ultimo podemos leer un texto biblico que creo es una referencia en cuanto al trabajo que hace Dios para consolarnos, en nuestros desconsuelos.

 

2Co 1:3-11  Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación,  (4)  el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.  (5)  Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.  (6)  Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos.  (7)  Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que así como sois compañeros en las aflicciones, también lo sois en la consolación.  (8)  Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida.  (9)  Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos;  (10)  el cual nos libró, y nos libra, y en quien esperamos que aún nos librará, de tan gran muerte;  (11)  cooperando también vosotros a favor nuestro con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don concedido a nosotros por medio de muchos.

 

 SERIE “MI PASTOR. III” CONTINUARÁ…

No hay comentarios:

Publicar un comentario