No quiero definir ni profundizar sobre la teoría y el conocimiento de la gracia de Dios.
He recordado que el día 8 de Noviembre 2011 fue un día muy, pero que muy difícil para mi esposa, para mi hija menor, para mi y por supuesto, pero a otro nivel, para otros que nos quieren.
Recibimos el aviso de que habían encontrado a mi hija mayor tirada en el suelo en la calle, la habían llevado al Hospital, desde donde nos llamaba la policía, y que desde el punto de vista médico, había escasas esperanzas en cuanto a su recuperación. Se encontraba en como profundo, habían tenido que intubarla, y su temperatura corporal era de 33 grados, a pesar de lo que intentaron, no reaccionaba, estaba en coma profundo...
¡No puede ser! era lo primero que me repetía y nos repetíamos mi esposa y yo, y temblando cogimos el coche y nos dirigimos al Hospital.
Una vez en el Hospital nos volvieron a informar de lo mismo, la situación era muy grave y había que esperar haber como reaccionaba.
Nos permitieron verla en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y era muy impresionante verla, intubada, conectada a muchas máquinas con innumerables marcadores, tapado con una sábana, y fría como el hielo.
Oramos, hablamos de Jesucristo a su oído y volvimos a orar rogando y recordándole a Dios que ella todavía no había tomado una decisión espiritual respecto a su Salvación personal y que tuviera misericordia.
En la UCI no se puede estar nada mas que un tiempo muy limitado. Media hora. Así que volvimos a la hora de visita y llevamos aceite, ungimos su frente y volvimos a suplicar a Dios. No había cambios significativos, y así transcurrió la mañana y la tarde del día 8.
No dejamos de orar. Esa noche lleno de desesperación le rogué a Dios, hasta que pude entregarla en sus manos pidiéndole dos milagros: El primero era que despertase del coma profundo, el segundo que entregara su vida a Jesucristo, de todo corazón, no solo una confesión y después el agua, sino que fuera una entrega total de corazón.
Hasta la hora de visita del día 9 no nos enteramos, pero por la información médica que nos dieron, esa noche había comenzado a despertar EL PRIMER MILAGRO ESTABA OPERATIVO.
Y así fue, ella despertó y se recupera de una forma completa, aunque no recuerda algunas cosas. Estamos esperando el segundo milagro.
Pero volviendo a lo de GRACIA, mis queridos lectores, YO HE VISTO LA GRACIA DE DIOS EN ACCIÓN, esos día de Noviembre, porque yo no merecía ni merezco que Dios tenga que atenderme, pero su GRACIA, llena de amor, lo hace de forma abundante.
Y en esa GRACIA, estamos esperando para volverla ver en acción, en el segundo milagro, en el milagro de que ella pueda comprender de todo corazón lo mas grande que Jesucristo ha hecho por ella: Salvarla, para que ella se apropie de ese beneficio igual que hemos hecho y deberíamos hacer todos.
Señor quiero darte la gracias por permitirme ver tu GRACIA y tu AMOR en acción, no soy digno de ello, pero la recibo y la recibiré, pues nada soy sin Tí. Amén
"2 Corintios 9:8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;"
No hay comentarios:
Publicar un comentario