Estoy conmovido.
No se como explicar esta vivencia sin parecer ni
demasiado mucho ni demasiado poco. Por eso con la prudencia debida quiero
transmitir que, en lo que respecta a la voluntad de Dios en nuestra parte del
Cuerpo de Cristo, que es nuestra iglesia local, creo que me ha mostrado varios
aspectos importantes que reflexionar para poder lograr una sincronización con
el Espíritu Santo.
- Desmadejamiento: Es decir una
total entrega sin resistencia a lo que Dios está queriendo hacer en nuestras
vidas como parte de esta parte de su iglesia.
- Fijación: No dejarnos
llevar por muchas cosas, parece que nos falta entrenamiento para llegar a esto.
Fijarnos en lo necesario e imprescindible en este momento, pero con un
compromiso serio, pues si alteramos el orden se pierde el objetivo.
- Integración: Esto es mas que
compromiso. Es inhibirme yo para que El me haga ser lo que debo ser, no importa
lo que haya de morir en mí, se de deseos, propósitos, metas, necesidades,
primeros amores, logros emocionales ó sentimentales, propósitos humanos,
señoríos personales, deseos sin purificar y sobre todo pecados acumulados.
- Busca de un
objetivo común: Mi objetivo puede ser fantástico, pero lo que va a dar
resultados es el objetivo , el plan de Dios, si conseguimos ponernos en
consonancia con el.
- Fuerte
determinación contra el pecado oculto y persistente: Dios permite
pero no está de acuerdo. Su gracia evita que nos ocurran cosas a causa del
pecado persistente y también el permitido, pero eso no significa que existan
pérdidas en el progreso de nuestra vida en este momento. Radicalidad.
Aplicación de la gracia y del desprecio hacia todo lo que sea pecado, aunque
nos guste, aunque la sociedad lo permita y aunque hallamos llegado a un punto
que nosotros lo toleremos. ¡Fuera para siempre!
- Sometimiento a la
libertad: Esto no representa que todo sea si y amén. Pero sí
debemos tener mucho cuidado para aprender a distinguir lo que es mi férrea
voluntad y la voluntad de Dios, aunque esta se manifieste mediante seres como
yo que Él ha puesto para dirigir y gobernar. Pedir descernimiento con firmeza,
lealtad y sin compromiso con el viejo hombre.
- Servicio: Tú eres un hijo
de Dios se en femenino o masculino, no permitas otra cosa que ser eso UN HIJO
HIJA DE DIOS y entonces descubre tu llamamiento, tu don ó dones y entrénalos
para ponerlos en práctica para su Servicio. Es un alto Honor.
- Desprecio: Hacia todo
lo que signifique clara diferencia entre la voluntad de Dios y otro tipo de
voluntad, venga de donde venga. No es desprecio a las personas, si a sus actos
y voluntades, con el respeto equilibrado debido.
- Don: Esto es algo que
no viene de nuestra capacidad humana. Es lo que Dios provee para que podamos
servirle a El como nuestro Creador, Hacedor, Necesario Salvador, Guiador
y Sustentador, Protector, Cuidador y todas las funciones que él se ha propuesto
realizar a nuestro favor como Hijos que han aceptado su punto de vista
sobre la realidad del mundo, pues ya sabemos que hay muchos puntos de vista
diferentes.
- Desarrollo del
Don: Esto significa que lo que tengo no es para guardarlo. Es para
ejercerlo. Dios tiene a Su Iglesia en el mundo. Esta está compuesta por hombres
y mujeres de diferentes lugares del planeta tierra y que según Su Revelación
están actuando en su voluntad para llevar el mismo evangelio, aunque las formas
de acercarnos a El y servirle en pleitesía y adoración, en entrega y amor,
puedan diferir a causa de nuestras diferentes culturas. Cada uno somos
llamados a desarrollar el don que Dios nos ha concedido que no tiene que ver
con los dones que Dios nos ha concedido en nuestra capacidad humana y que
también pueden y deben ser consagrados al servicio de Dios de acuerdo a su
voluntad. Si somos capaces de desarrollar nuestro don dando espacio a aquellos
que deben desarrollar el suyo, aunque lo veamos diferente ó incluso falto de
perfección, la iglesia podrá crecer y desarrollarse, siempre que la vigilancia
de dones instruidos eviten que puedan cometerse desviaciones que perjudiquen el
crecimiento espiritual según la voluntad de Dios.
- Unidad: No es posible si
el mismo Espíritu morando en cada uno de nosotros. Algunos pueden aceptar
ciertas cosas como correctas por consentimiento propio, pero solo el Espíritu
Santo puede consensuar lo que es de Dios.
- Humildad: No es necesario
hablar dela humidad de Cristo. Fue evidente. Pero nuestra humildad, debemos
reconocerlo está en proceso de formación. Por ello debemos saber que esta
aptitud, mas que en Cristo, en nosotros es imprescindible para que se pueda
lograr que Dios consiga, a través de sus hijos, nosotros, hacer su voluntad. No
somos humildes a causa de nuestra naturaleza pecaminosa. El problema radica en
que pueden manifestarse capacidades en el desarrollo de nuestro vivir y actuar
y servir en Cristo que nos pueden indicar de forma personal que vamos por el
buen camino, cuando tenemos dentro de nosotros un terrible enemigo un obstáculo
engañoso que puede hacernos creer que estamos totalmente correctos cuando hay
un problema del ser humano no santificado que impide que seamos perfectos y
aptos para toda buena obra. La humildad es un objetivo no fácil de conseguir.
Hace falta mucha entrega en cada área de nuestra vida para que pueda hacerse
efectivo. Para ello debemos ser implacables con nosotros mismos. Podemos llevar
años sirviendo a Dios en algún área de nuestra vida, en la iglesia y estar
llenos de falta de humildad para reconocer nuestra ineptitud. Dios no está
queriendo enviarnos al infierno, solo quiere limpiarnos y liberarnos para que
seamos personas felices.
- TIEMPO: Me ha
impresionado en especial esta parte de la mostración de Dios. Pues ha empezado
por mí mismo. El tiempo que llevo sirviendo no es un aval para que realmente
demuestre que estoy en lo correcto. Esto me ha llevado a la humillación delante
de El. No es el tiempo, es tu trabajo que he permitido en mí. Puedo aprender
FORMAS, ACTITUDES, ¿VICTORIAS? ¿RESULTADOS? ¿CAPACIDADES? Y todo eso que
nos puede parecer que ya estamos en el camino correcto ¿te suena? El tiempo
sirviendo al Señor puede ser un problema mas que la solución. Estoy en sintonía
con lo que Dios está indicando a la iglesia, voy por libre, me someto al
principio divino de la autoridad? ¿A lo mejor el tiempo que llevo sirviendo me
dice que no necesito d esa autoridad? Pero la AUTORIDAD, es puesta, permitida,
aceptada, consentida, autorizada, aguantada, soportada por Dios y si la
resistimos a Dios resistimos.
- LIMPIEZA: Mi vida para
servir debe estar TOTALMENTE LIMPIA. Si hay “rescoldos” del mundo no voy a
funcionar debidamente, debo ser libre.
- Llenura del
Espíritu: No solo debo ser Bautizado por primera vez (lleno por primera
vez) por el Espíritu Santo y debo ser lleno/a constantemente con el Espíritu
Santo. Sin El, puede seguir las instrucciones que El medió hace algún tiempo,
pero no las frescas y actuales indicaciones que el me da HOY.
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