martes, 29 de enero de 2013

ACLARACION

   Aclarar, es como todos vosotros y vosotras sabéis, "dejar claro" en este caso por mi parte quiero dejar claro algo y por eso el titulo de mi artículo es "Aclaración". Por lo menos debe ser necesario siempre que haya una interpretación que pueda provocar incertidumbre en los - en este caso - que tienen a bien leer los artículos de mi bitácora personal.
   La aclaración esta basada en varios artículos que vengo publicando y que están relacionados con las relaciones hombre-mujer y en concreto las relaciones "relacionadas" con la vida íntima.
   Parece que esto ha inquietado a alguno que otro de mis cariñosos y pacientes lectores y lectoras con respecto al propósito y fondo de esta ardua repetición.
    Me vais a permitir que comience con un ejemplo para tratar de que mi "aclaración" sea lo mas clara posible. 
    Hace ya algunos años, me parece que bastantes aunque no puedo precisar su número, la cosa es que yo era joven y esto es importante en el tema de la aclaración, y escuche una enseñanza de parte de un querido pastor-misionero el Hno. Stairs, por cierto, usado por Dios para convencer a mi esposa que necesita a Jesucristo como Salvador y Señor, bueno pues este hermano, gigante espiritual para mi en aquellos tiempos de mi formación y crecimiento cristiano tempranos, se atrevió a predicar sobre el libro de "Cantar de los Cantares" del Antiguo Testamento de la Biblia. Lo trató desde una perspectiva muy "erótica" pura, es decir desde la relación de un esposo y su esposa, pero no anduvo por las ramas para atenuar los efectos de esa realidad por la que Dios creó al hombre y la mujer, es decir, para unirse, si así lo creen y lo aceptan mutuamente en "uno" (matrimonio) y ademas de toda vivencia de la vida tener el gozo de una relación íntima profunda y satisfactoria de amor físico, de una forma que estremece y hace reflexionar de cuan lejos estamos los seres humanos, aun los cristianos, de esa relación bella y profunda, inexplicable pero penetrante, llena de deseos, pero de deseos llenos de pureza dentro del pacto de la unión matrimonial, de atención a los aspectos corporales físicos de uno y de otro en su relación íntima y su deseo natural en el marco adecuado donde Dios nos creó para ello, en una transmisión de contenido que reta al mas osado y profundo de los poetas humanos o de los terapeutas de las relaciones entre hombre y mujer, pues en la expresión de ello, se encuentra no solo lo físico, también el alma y el espíritu del hombre y la mujer que deciden vivir juntos como esposo y esposa.
   Todo ello, es verdad, resulta bello y casi extenuante al tratar de comprenderlo porque se trata de una forma de hacernos entender la suprema y maravillosa, e, digámoslo, casi incomprensible relación que anhela Jesús el Cristo de Dios, y su esposa la iglesia, la novia de Cristo.
    Yo como decía era muy joven entonces para estas lides, y aunque me pareció hermosísimo, lleno de pureza y ejemplo, entendía que mi edad me impedía utilizar los términos y libertados que usó este amado hermano, entonces ya entrado en años, y por tanto con una cierta experiencia y autoridad, al retratar tan fielmente con sus palabras este amor profundo y casi inconcebible humanamente, entre Jesucristo y su novia, la iglesia, y por tanto un ejemplo de lo que debía ser la unión matrimonial de los seres humanos.
    En ese momento deseé ser mucho mayor para poder, yo también, sin complejos ni tabúes, poder hablar de ese intimo amor, tan ensuciado en este mundo - hasta por mí - pero lleno de pureza y transparente hermosura no hiriente a nadie de limpia mente y limpio corazón. Pero no lo era. Entonces callé.
    Al practicar mi don ministerial de la predicación, la enseñanza y la consejería, siempre estuve un poco limitado por...mi juventud. Mi juventud y mi inexperiencia - cuidado, no entendáis mi experiencia personal en este mundo, sino en entender "un poquito mas" a Dios - me "frenaban" al tocar estos temas tan delicados en el mundo del cristiano hijo de Dios. Al haber sido corrompida esta creación de Dios, también este aspecto como es el de la relación sexual, al llevarla fuera del matrimonio, sea antes o dentro de él, fue y es ensuciada hasta extremos casi increíbles y todos somos afectados por esta corrupción, que cuando así se define proclamando la voluntad de Dios, en la educación de hoy en día, produce risas y desprecios, como si de una imposición no apta para el humano se tratara. Así se están cosechando frutos de infelicidad en tantas personas y el resultado de personas ilusionadas con otras que fueron desilusionadas al practicar una forma de relación no adecuada para el humano.
    Pero aun a pesar de los tremendos desastres y desvaríos que hemos producido los humanos en nuestra libre interpretación de lo que es la relación equilibrada y sana, indicada por Dios, no hay una respuesta mas allá de la búsqueda de soluciones superficiales que no tienen la fuerza necesaria.
    Y ahí, con todas mis taras personales, pero con una edad suficiente y una relación de años, en la experiencia con Dios, un servidor se atreve a sacar de una forma delicada y lo mas directa posible, este tema de las relaciones hombre-mujer, si puedo, en todas las facetas posibles, algunas de ellas aportadas por hombre y mujeres que han llegado a grados de experiencia mucho mayores que los míos, pero que se atreven a tratar de dar luz, en medio de esta intensa obscuridad de la sabiduría humana, al tema sexual y relacional, pues al fin y al cabo esto forma a la familia, y aunque hayamos fallado, si nos hemos dado cuenta o nos vamos dando cuenta, aun dentro de nuestras propias luchas, podemos mandar la señal de auxilio, señalando la dirección adecuada a seguir, tratando de salvar no solo las almas para la eternidad, sino también librar, en lo posible, a muchas relaciones del dolo y de la amargura de seguir, incluso a pesar de ser cristianos, a guías en obscuridad, y que puedan recurrir al que nos hizo, a nuestro Creador, y quien nos ha dejado las instrucciones debidas para, por encima de nuestras tendencias hormonales, obedecer a los instintos del espíritu, sirviéndonos adecuadamente, no solo entre hermanos, también entre esposo y esposas.
   No hay otra intención. Confieso que yo mismo estoy siendo bendecido dentro de mis batallas personales y si en algo puedo ser instrumento de bendición para otros, me siento muy halagado. Así que esta es mi aclaración.

Cantares 5:9  ¿Qué es tu amado más que otro amado, 
 Oh la más hermosa de todas las mujeres? 
 ¿Qué es tu amado más que otro amado, 
 Que así nos conjuras?
  Cantares 6:1  ¿A dónde se ha ido tu amado, oh la más hermosa de todas las mujeres? 
 ¿A dónde se apartó tu amado, 
 Y lo buscaremos contigo? 
Génesis_2:24  Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
Efesios 5:25  Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 
1 Timoteo 2:9  Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos
1 Pedro 3:5  Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; 
1 Timoteo 2:10  sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.
Colosenses 3:19  Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. 
Tito 2:4  que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 
1 Pedro 3:1 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos;  para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, 
Jeremías _44:9  ¿Os habéis olvidado de las maldades de vuestros padres, de las maldades de los reyes de Judá, de las maldades de sus mujeres, de vuestras maldades y de las maldades de vuestras mujeres, que hicieron en la tierra de Judá y en las calles de Jerusalén? 
Jeremías 29:23  Porque hicieron maldad en Israel, y cometieron adulterio con las mujeres de sus prójimos, y falsamente hablaron en mi nombre palabra que no les mandé; lo cual yo sé y testifico, dice Jehová. 
Génesis 6:2  que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. 
Éxodo 35:29  De los hijos de Israel, así hombres como mujeres, todos los que tuvieron corazón voluntario para traer para toda la obra, que Jehová había mandado por medio de Moisés que hiciesen, trajeron ofrenda voluntaria a Jehová. 
Deuteronomio 17:17  Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe;(E) ni plata ni oro amontonará para sí en abundancia.
Jueces 3:6  Y tomaron de sus hijas por mujeres, y dieron sus hijas a los hijos de ellos, y sirvieron a sus dioses. 
Isaías 32:9  Mujeres indolentes, levantaos, oíd mi voz; hijas confiadas, escuchad mi razón. 
Jeremías 7:18  Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira. 
Jeremías 29:6  Casaos, y engendrad hijos e hijas; dad mujeres a vuestros hijos, y dad maridos a vuestras hijas, para que tengan hijos e hijas; y multiplicaos ahí, y no os disminuyáis. 
Jeremías 29:23  Porque hicieron maldad en Israel, y cometieron adulterio con las mujeres de sus prójimos, y falsamente hablaron en mi nombre palabra que no les mandé; lo cual yo sé y testifico, dice Jehová.
2 Corintios 6:14  No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? 

1 Corintios  7: 7-16 Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro. 
Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; 
pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando. 
Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; 
  y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer.(A) 
Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. 
Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. 
Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos. 
Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios. 
Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?

Proverbios 5:18  Sea bendito tu manantial, 

 Y alégrate con la mujer de tu juventud, 
Mal_2:14  Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. 
ETC.


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