jueves, 24 de enero de 2013

DAÑOS EN LA INTIMIDAD DEL MATRIMONIO


   Por diversas situaciones de enfermedad por parte de uno y de otro, pasaron momentos de falta de intimidad, y actualmente la esposa se niega a cualquier contacto físico, aduciendo mucho trabajo, cansancio, falta de libido, enfermedades, etc. etc.  Con bastante dolor y creo que amargura, se sinceraba alguien conmigo, en relación a su relación matrimonial. Su confianza en mi me inclina a ser respetuoso con su identidad, pero, cambiando algunos pequeños detalles, me ha parecido bien hacer una reflexión de su experiencia matrimonial real, para aprender y ser sinceros con nosotros mismos en cuanto a nuestras diversas situaciones matrimoniales
 Por supuesto, como todos, el y su esposa se unieron en matrimonio enamorados y vivieron tiempos muy felices y otros no tan felices. Lo triste es que los tiempos no felices se fueron ampliando y cada vez, por diversas circunstancias, fueron empeorando la relación, haciendo tirante las conversaciones, los acuerdos, las decisiones y la intimidad. Ahora se encuentran en una situación mas de rechazo que de aproximación.

   Desde el punto de vista de el, considera que ella no tiene voluntad de intimar, viven en la misma casa, comparten cosas materiales, pero no son íntimos, o son tampoco amantes.
   Dice el que sus intentos por acercarse a ella son repelidos como si tuviera lepra, y no le permite ninguna muestra de intimación. El está desesperado, dice, y como lleva ya mucho tiempo así, comenta que está sufriendo y que ha perdido la habilidad para hacer algo que pueda recuperar a su esposa.
    No es el primero caso que oigo y que leo.
   Desgraciadamente se produce mas habitualmente de lo que parece, estas situaciones de enfriamiento en las relaciones. Algunos dicen que les ha ocurrido al poco tiempo de estar casados, otros que les ocurrió desde que su esposa tuvo su primer bebé, otros hablan de que el trabajo de ambos ha influido en las relaciones, y así se encuentran casos con diferentes definiciones reales, tanto en el mundo de las personas creyentes como en las personas que no lo son.
   Por supuesto, la gran mayoría reconoce que hay algo en lo que ellos tuvieron la culpa, pero que no saben como recuperar el amor relacional e íntimo, como parecía que iban a tener o que tuvieron por un tiempo.
   Es curioso, no obstante que si ciertamente ambos pueden sufrir de una u otra manera, por lo general son los esposos los que se apagan y se convierten en bichos raros, saliendo con amigos, viendo fútbol, u otros deportes, trabajando en exceso y siendo cada vez mas fríos y distantes con sus esposas. Y en las ocasiones donde la insistencia del - generalmente - hombre pueda tener algún fruto, también se da la queja en el que la mujer actúa pasivamente, sin tener ninguna iniciativa, y algunos llegan a cansarse y retirarse de sus intentos.
   En especial la falta de intimidad sexual produce en los hombres estos resultados, que van desde, como he dicho, buscar refugios y "placeres" en otras cosas, no necesariamente con otras mujeres, también los hay que buscan el placer en otras mujeres de carne y hueso o en fantasías mediante vídeos  películas, revistas, en incluso en miradas a otras por la calle, en el trabajo, y en cualquier lugar. Esto es a causa de la necesidad fisiológica natural de la que están hechos los hombres (comprendida por poquísimas mujeres) y que cada 48 a 72 horas su libido necesita desahogarse. Si no encuentra el desahogo con su esposa, lo buscará "escapando" por los medios antes citados.
   Como en muchas cosas que ocurren en la vida, esto se convierte en un círculo vicioso, pues el hombre también se muestra indiferente hacia las necesidades de su esposa (comprendida por poquísimos hombres) y ella sigue reaccionando con la negación a la intimidad, y así el círculo vicioso no elimina.
    El texto que cito a continuación nos enseña desde la perspectiva de Dios, quien nos hizo cuerpo, alma y espíritu, de las necesidades y de los peligros de abandonarse uno a otro, salvo para dedicar ese tiempo a la comunión con Dios por medio de la oración, "por algún tiempo" donde el "ayuno" de la intimidad matrimonial es dedicado a Dios.

  "No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. 1 Corintios 7:5" RV1960

 No se nieguen el uno al otro, a no ser de común acuerdo, y sólo por un tiempo, para dedicarse a la oración. No tarden en volver a unirse nuevamente; de lo contrario, pueden caer en tentación de Satanás, por falta de dominio propio. 1 Corintios 7:5 NVI

    Por lo general, igual que los niños vienen sin libros de instrucciones, de como criarlos, también los matrimonios adolecen de una preparación previa al matrimonio, realista y clara de las necesidades mutuas, hablando lo mas transparente posible, desde el principio, de todo en profundidad, incluido, en especial del sexo en el matrimonio, teniendo, en lo posible, en cuenta lo que Dios nos enseña en las Escrituras, y también del asesoramiento de personas preparadas, que adviertan anticipadamente de las dificultades de la pareja matrimonial, tratando así de evitar el mayor numero de problemas posibles.
   Los creyentes, igual que los que no lo son, estamos viviendo en un mundo que en todo y también en lo que se refiere a la intimidad matrimonial, nos ofrecen una "educación" totalmente sesgada, lejana a la realidad, muchas veces mostrándonos vivamente los problemas, pero no dándonos entrenamientos para evitarlos. Entonces pensamos que los problemas tienen que ser porque ocurren y nos resignamos a vivir sin esperanza, o con la esperanza del escape, siendo este al decidir vivir juntos sin casarse, por un lado, o con el divorcio como  otra solución.
   Ya no tan secretamente como en otros tiempos, pero bastante en secreto por la vergüenza del fracaso, hoy en día hay muchos matrimonios que valientemente "se aguantan" "se toleran" "conviven" "siguen juntos por convicciones religiosas" pero la intimidad se "ausentó" o se perdió poco a poco, hasta desaparecer totalmente.
   Como decía, en el ámbito de los creyentes esto también ocurre, y quizás sea donde mas oculto se tenga, produciendo una lucha mas por ser fiel a Dios.
   La franqueza con Dios y la búsqueda de ayuda debida, es muy necesario en este aspecto de las relaciones para poder cumplir alegremente con el mandato del Señor:

  Sea bendito tu manantial, 
Y alégrate con la mujer de tu juventud, Proverbios 5:18 RV1960

  ¡Bendita sea tu fuente! ¡Goza con la esposa de tu juventud! 
Pro 5:19  Es una gacela amorosa, es una cervatilla encantadora. ¡Que sus pechos te satisfagan siempre! ¡Que su amor te cautive todo el tiempo! Pro 5:18 NVI


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