viernes, 2 de agosto de 2013

BIEN Y PROPÓSITO DE DIOS PARA EL QUE CREE

   Las circunstancias de la vida, sen vista, humanamente, como positivas o no, no dejan de tener estar arraigadas a un concepto que Dios nos muestra brevemente y el que, a veces, aceptamos sin entender su verdadera consecuencia en nuestro diario vivir y, en concreto, en momentos donde nuestra forma de entender lo que es bueno, no coincide con la forma de actuar de Dios.
  Es en esos delicados momentos donde nos encontramos en una difícil situación, digo difícil porque nuestros impulsos, nuestras ideas, nuestras decisiones, nuestra fe, hará que sea fácilmente deslizante el propósito de Dios en nuestras vidas, o por el contrario se convierta en un verdadero arrastre contra voluntad, lleno de dolor de desasosiego , lleno de censura hacia Dios, que ha permitido lo que nos ocurre. En ultima instancia recurrimos a luchar contra el diablo, dando por seguro que es él y nadie mas quien nos ha puesto en esta o aquella situación, en la que Dios "nunca" nos hubiera puesto.
   Despertar a esa forma de pensar de la forma de actuar de Dios, es como despertar de una pesadilla. Pero el hecho es que la pesadilla es solamente un sueño, pero lo que Dios permite es una realidad.
   La realidad de Dios, si no es aceptada adecuadamente por nosotros, nos trae un sin fin de problemáticas que son tan amplias que necesitamos un gran espacio para definirlas, y esto no se si sería solución para nuestro problema concreto.
  Hay una realidad general que nos es revelada, es esta:
  Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes le aman, de quienes él ha llamado de acuerdo con su propósito. Rom 8:28 DHH L 2002
   Una forma es leer la Biblia y hacer una interpretación personal de lo que nosotros entendemos que dice y otra es entender lo que Dios realmente nos quiere decir.
   Este problema lo tenemos todos, yo más.
   Pero yo me he dado cuenta de mi problema - estoy seguro que todos vosotros también - y trato de buscar "las cuatro patas al gato".
   Lo que dice este versículo de la Biblia, es muy, pero que muy serio.
   Claramente me está diciendo que "Dios dispone TODAS LAS COSAS PARA EL BIEN..." y a mi no me salen las cuentas cuando en mi vida ocurren y siguen ocurriendo cosas que...para bien...¡de ninguna manera!
   Efectivamente, la problemática de acercarnos a este texto está en dos palabras, fundamentalmente, las cuales, a mi parecer, son "bien" y "propósito".
  Si yo me rijo por mi forma de entender lo que significa "bien" para mi vida, voy a tener una perspectiva donde solo voy a estar preparado para recibir "cosas buenas" nada que duela, nada que me estorbe, nada que me impida, nada que me haga daño...
   En nosotros el "derecho al total bienestar" está impreso con años de política, cultura y humanismo.
   Somos de Dios, pero estamos en este mundo, vamos a Colegios de este mundo donde nos suelen enseñar conceptos de este mundo, vamos a Institutos, Academias, Universidades, etc. de este mundo donde nos enseñan conceptos de ESTE mundo.
   Por supuesto que no todo lo que aprendemos, sobre todo lo que es observable y definible, no es un problema, es sabiduría, aunque sea humana, es sabiduría.
   Pero la sabiduría y el entendimiento constante en personas, pueblos, naciones de un estado de bienestar, tiene sus dificultades, pues nos encontramos desprovistos de cobertura para entender a Dios cuando el actúa en nuestro bien.
  Sin embargo, entre los que ya han alcanzado la madurez en la fe utilizamos el lenguaje de la sabiduría. Pero no de la sabiduría propia de este mundo y de quienes lo gobiernan, que pronto van a desaparecer.  1 Corintios 2:6
 En el libro de Santiago Cap 3:13 al 15, encontramos una lección de la verdadera y la falsa sabiduría, aprendamos de ello.
  ¿Por qué? Porque vamos a necesitar de la sabiduría del cielo para entender el propósito de Dios.
   Y aquí tenemos la segunda palabra "propósito"
(Del lat. proposĭtum).1. m. Ánimo o intención de hacer o de no hacer algo.
  El ánimo o  intención de Dioses hacer o no hacer algo en mi vida en tu vida.
  En este momento me toca a mí, te toca a ti decidir si Dios es bueno y lo que trata de hacer en tu vida es bueno para tí, o es un Dios que se está divirtiendo contigo, o, incluso, este Dios no es Dios...
  Y nos guste o no "that is the question"  - esta es la cuestión - respecto a Dios y nosotros.
    En este mundo alguien puede querer hacer algo bueno por mí y puede ser mal interpretado, y esto no solo pasa a raíz del suelo, pasa también con lo celestial, con el mismo Padre celestial.
   Por supuesto el dilema no es fácil de resolver, incluso para cristianos, para personas que han confiado sus vidas al Señor, pero que las hemos confiado creyendo que El va a abrir un camino sin dificultades en nuestra vida. ¡Craso error!
   Es por eso que el trabajo de tener una comunión con Dios en todos los aspectos relacionados con nuestro ser en esta tierra - cuerpo, alma y espíritu - es tan necesario para no recibir una sensación equivocada de lo que Dios pretende hacer con nuestra vida.
   Interpretar solamente por las circunstancias el bien de Dios es pobre y equivocado.
   Necesitamos nuestra ser claramente conmovidos en cuerpo, alma y espíritu para que podamos entender el bien de Dios y el propósito de Dios.
   El camino no es fácil, pero creo que vale la pena, a pesar de ser angosto, de transitarlo, pues al fin y al cabo ES EL CAMINO DE DIOS.
Que nuestro Padre celestial, el Eterno, nos ayude en todo.
   




No hay comentarios:

Publicar un comentario