Recuerdo una película, no de esas taquilleras, pero para mí muy ilustrativa y ejemplar en algunos aspectos. No se si tu que me estás leyendo la has visionado. Por ello permitirme los que sí que la habéis visto que explique un poco, para que todos estemos en ambiente.
Este reflejo de la "imagen" de Dios en el ser humano. todavía persistente, engaña a muchos al dar una supremacía a estos pocos signos de la justicia de Dios, valorándolos como de valor suficiente para entender la humanidad como algo superior y capaz de conseguir su propia redención, a pesar de las pruebas que constantemente y en contra son tremendamente visibles en la misma humanidad.
Establecer la "supremacía" de la humanidad para pervivir, en base a estos actos, generalmente apropiados a la propia humanidad fuera de Dios, en desafortunado equilibrio con muchos actos de maldad, no son mas que un engaño de justificar lo que no es justificable, haciéndolo a un nivel puramente humano y muy alejado de la verdadera justicia del Dios que nos creó.
Pareciera que estos hechos que se repiten en la condición humana, representen la justicia del ser humano como única y verdadera y por tanto que fortalezca la opinión de que toda representación o idea de Dios no es mas que un intento absurdo y religioso de "dominarnos" de una u otra manera como "seres libres que somos" y suficientes para tomar nuestras propias decisiones.
Al ver cosas así, nos decimos "pues no somos tan malos" atenuando la realidad de la necesidad humana, independientemente de sus actos bondadosos, y enfrentados a una realidad suprema e indiscutible, que es la justicia de Dios, el cual nos creó y ante que fallamos desde el principio y seguimos fallando, y que a pesar de ello Dios sabiendo nuestra dificultad, proveyó mediante su Hijo Jesucristo para solucionar lo que es insolucionable por nosotros mismos, es decir, la verdadera justicia, totalmente llena de equilibrio y realidad.
Por supuesto, ante estos puntos de vista humanos, a los cuales nos juntábamos jubilosos en otros tiempos los que ahora creemos en la justicia de Dios, mediante el Señor Jesucristo, solo queda ese mandato fundamental e indispensable de Jesucristo de ir y predicar el evangelio a toda criatura, a pesar de que sigan confiando en su justicia propia. Hay algunos que se darán cuenta que su justicia es injusta y se entregarán a la justicia de Dios.
El peligro está en que los que hemos creído en la justicia de Dios, seamos confundidos, convencidos, llevados a otro nivel, atraídos por signos como el que arriba indico, pues a los ojos de los hombres está lleno de bondades pero a los ojos de Dios, en el conjunto de la necesidad que todo humano tiene de un Salvador, y que ya este fue enviado y que es Jesucristo, el Hijo de Dios y Salvador.
El engaño de la justicia humana propia basada en estos actos de justicia, independiente de la propia naturaleza, es un tropiezo muy peligroso para, primero lo s que no han creído, pero también y continuamente para los que hemos creído pero somos cautivados por estas formas de actuar de justicia humana que son un reflejo de la imagen de Dios, pero que no son la imagen de Dios, pues esta se perdió en la caída de la humanidad, y que ahora recuperarnos solo es posible gracias a que nuestro Padre envió a su Hijo el Señor Jesucristo para librarnos y llevarnos a la verdadera justicia de Dios.
Pido a Dios para que todo aquel que lea esto pueda entender su verdadero significado.
Son 5 alpinistas. Circunstancialmente se encuentran con "zulo" donde está una niña. La rescatan y los secuestradores les persiguen y matan a tres de estos alpinistas, hay u momento que de los dos que quedan uno de ellos, desesperado le plantea a la otra si están actuando bien, ella simplemente le dice que mire a la niña y piense si sería capaz de dejarla en el zulo...
A pesar de la presión y peligro, quien hace el comentario se mantiene firme en sus convicciones de seguir tratando de liberar a la niña, a pesar del coste y enfrenta a su único compañero de forma firme a esta convicción, de tal manera que el argumento del miedo esgrimido por ese compañero, pierde fuera, incluso en el mismo debido a la contundencia del valor de la justicia, de la defensa contra esa injusticia, a pesar del coste...esto me impresiona, pero es uno de esos vestigios de la imagen de Dios en el ser humano, imagen que ha perdido fuerza y primacía en este tiempo, y que solo algunos signos aislados nos permiten recordar que somos "hechos a imagen de Dios"
Génesis 1:26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza...Esta "imagen" representa no solo un "retrato" una "foto" representa todos los valores que pertenecen a Dios y que El quiso que formaran parte de nosotros, como humanos, en nuestra creación, y que hemos ido perdiendo a causa de nuestra caída y del conocimiento del bien y del mal.
Este reflejo de la "imagen" de Dios en el ser humano. todavía persistente, engaña a muchos al dar una supremacía a estos pocos signos de la justicia de Dios, valorándolos como de valor suficiente para entender la humanidad como algo superior y capaz de conseguir su propia redención, a pesar de las pruebas que constantemente y en contra son tremendamente visibles en la misma humanidad.
Pareciera que estos hechos que se repiten en la condición humana, representen la justicia del ser humano como única y verdadera y por tanto que fortalezca la opinión de que toda representación o idea de Dios no es mas que un intento absurdo y religioso de "dominarnos" de una u otra manera como "seres libres que somos" y suficientes para tomar nuestras propias decisiones.
Al ver cosas así, nos decimos "pues no somos tan malos" atenuando la realidad de la necesidad humana, independientemente de sus actos bondadosos, y enfrentados a una realidad suprema e indiscutible, que es la justicia de Dios, el cual nos creó y ante que fallamos desde el principio y seguimos fallando, y que a pesar de ello Dios sabiendo nuestra dificultad, proveyó mediante su Hijo Jesucristo para solucionar lo que es insolucionable por nosotros mismos, es decir, la verdadera justicia, totalmente llena de equilibrio y realidad.
Por supuesto, ante estos puntos de vista humanos, a los cuales nos juntábamos jubilosos en otros tiempos los que ahora creemos en la justicia de Dios, mediante el Señor Jesucristo, solo queda ese mandato fundamental e indispensable de Jesucristo de ir y predicar el evangelio a toda criatura, a pesar de que sigan confiando en su justicia propia. Hay algunos que se darán cuenta que su justicia es injusta y se entregarán a la justicia de Dios.
El peligro está en que los que hemos creído en la justicia de Dios, seamos confundidos, convencidos, llevados a otro nivel, atraídos por signos como el que arriba indico, pues a los ojos de los hombres está lleno de bondades pero a los ojos de Dios, en el conjunto de la necesidad que todo humano tiene de un Salvador, y que ya este fue enviado y que es Jesucristo, el Hijo de Dios y Salvador.
El engaño de la justicia humana propia basada en estos actos de justicia, independiente de la propia naturaleza, es un tropiezo muy peligroso para, primero lo s que no han creído, pero también y continuamente para los que hemos creído pero somos cautivados por estas formas de actuar de justicia humana que son un reflejo de la imagen de Dios, pero que no son la imagen de Dios, pues esta se perdió en la caída de la humanidad, y que ahora recuperarnos solo es posible gracias a que nuestro Padre envió a su Hijo el Señor Jesucristo para librarnos y llevarnos a la verdadera justicia de Dios.
Pido a Dios para que todo aquel que lea esto pueda entender su verdadero significado.
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