PROBAD TODO ESPÍRITU (I)

  Estamos viviendo tiempos (Tiempos Peligrosos) en los que somos testigos de la capacidad del hombre para defraudar, ser corrupto, extorsionar, manipular, apropiarse indebidamente de lo que no es suyo, engañar, enriquecerse abusando de su autoridad, a niveles donde deberían ser ejemplos, ya sean de la autoridad que sean. A pesar que quizás esa autoridad también sea utilizada para librarse de su merecido, es evidente que en general la sociedad actual está impresionada por los signos de abuso humano, hasta en lo que pudiéramos considerar como ejemplar. 

Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.

   Esto es decepcionante pero está incluido en la conducta del ser humano caído hacia la maldad y la pecaminosidad, de lo cual no solo debemos airarnos y arremeter contra estos que, efectivamente, no se han comportado de la forma que se esperaba, pero que siendo de nuestra propia naturaleza, la humana, nos lleva a examinarnos a nosotros mismos a nuestro  nivel y en el nivel de la fe, el cristianismo, darnos cuenta de cómo estas actitudes pueden penetrar en el "lugar santo" o por lo menos de "hacia la santificación" que es la iglesia, compuesta por personas como otras, aunque hayamos respondido al llamado de Dios de reconocer que somos pecadores y que necesitamos un Salvador y una nueva vida limpia. No es fácil y sobre todo debemos ser conscientes de que cualquiera de nosotros puede ser engañado, a pesar de inclinarnos con toda la sinceridad posible hacia la justicia de Dios.
   Ponernos a la luz de Dios nuevamente, debe ser un ejercicio, constante y necesario para mantenernos e Aquel que nos invitó a El Camino, La Verdad y La Vida.

 Juan  14:6  Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 

   Con temor y temblor creo que mi llamado por parte de Dios. Sigo perplejo ante el riesgo que El se atreve a sufrir a causa de mi pecado y debilidad, pero, trataré de seguir haciéndolo de la mejor forma que sé a pesar de mi mismo y de lo que sea.
   Por eso me impresionan los "impulsos" de El, que pone en mi corazón. Con esto no quiero que tú que me lees te dejes llevar, espero que busques de Dios, respecto a lo que digo, y si no estoy en lo correcto te apartes de mí, orando por mí. De lo contrario atiende y actúa en Cristo.

   Empiezo:

Lucas 6:37  No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.
Juan 7:24  No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.
1 Corintios 4:5  Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios. 

    Cuando se trata de evaluar algo, desde una postura crítica, mantener el equilibrio sano, es decir aquel que trata de enmendar al equivocado y prevenir al despistado, debe de mantenerse en ese espíritu que no intenta ser el juez, que sabe que no puede condenar así como así, que la condenación es un "privilegio" que solo - a mi entender - le corresponde en ultima instancia a Dios.
   Por tanto, acercarme a lo quiero expresar, en esos términos, reconozco que es un ejercicio tremendamente complicado y no exento de cometer algún error hacia uno u otro lado, es decir, en ser muy condescenciente ó muy crítico. Trataré de andar de puntillas en este asunto, no solo en este artículo, también en todos.
   En este caso, me atrevo a realizar una mirada hacia el cristianismo, utilizando como referencia, siempre, la Revelación de Dios, la Palabra de Dios, la Biblia. Esto me lleva a una mirada, en primer lugar, a mí mismo, pues declaro ser cristiano, y luego a mi alrededor, reconociendo ya de entrada que no soy quien para "tirar piedras a nadie" pero a la vez siento que debo comprometerme en este asunto vital que está relacionado con lo eterno, con lo trascendente, con la vida  o la muerte.
   Pero voy a intentar no condenar, es decir hacer una inspección pero solo señalando lo que, a mi juicio, es incorrecto, tratando de preservar al máximo a las personas, no a sus ideas, a sus pensamientos.

   1Tesalonicenses 5:21  Examinadlo todo; retened lo bueno. 

   Si uno decide seguir a Jesucristo, no puede evadir la responsabilidad que tiene, tenemos, de examinar con temor y temblor, todo lo que respecta a Jesucristo y nuestro seguimiento a El. Esta responsabilidad nos lleva a trabajar duro en el discernimiento de lo verdadero y lo falso, teniendo herramientas para ello, como son la buena conciencia, el corazón recto, el amor, el respeto, el conocimiento en base a lo que podemos acceder, la reflexión y la meditación, la oración, la dependencia del Espíritu Santo, la humildad, la integridad, la estabilidad propia (no podemos estar siendo llevados de un lado a otro, de una moda a otra, de un sentir a otro) el ayuno, el estudio de la Palabra y de la Historia, etc. etc. y sobre todo un espíritu ligado a Jesucristo.
   Estamos en "tiempos peligrosos"

.  2 Timoteo 3:1 También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.   

Por tanto tenemos una gran responsabilidad, pues de reunir todo esfuerzo y sacrificio necesario para alinear todo de forma que no seamos confundidos así como así en base a "sabiduría humana muy bien elaborada" pero falta de cordura, de equilibrio en todas esas cosas...pues es en la multitud de sabios y de sabiduría (no en un sabio) donde está la verdadera sabiduría de Dios.

   Esta sabiduría que viene de lo alto está muy bien definida en la Revelación de Dios:

Santiago  3:17  Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. 

   Permítanme volver a presentar mis credenciales en la gracia del Señor. Me considero a la hora de definirme como Cristiano evangélico - del vulgo protestante - Pentecostal, pero en mi formación autodidacta a los pies del Espíritu Santo y de hermanos y hermanas de la fe de antes y ahora ( por cierto de todas "denominaciones") y de herramientas útiles para el discernimiento y la interpretación correcta de la intención de Dios mediante su Revelación, Las Escrituras, y dispuesto a seguir el consejo de Jesucristo: Juan 5:39  Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;  luchando por recordar que estoy en la Gracia de Dios y que el no se equivoca pero yo si puedo equivocarme, me lanzo en la confianza de El, hacia la Verdad, pidiendo una y otra vez de Su sabiduría: Santiago  1:5  Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. 
   De lo dicho anteriormente se puede entender que mi formación tiene mucho de Pentecostal. Pero, por la misericordia y la gracia de Dios, no me he dejado llevar por todas las pretensiones de la "doctrina" pentecostal en sus diferentes vertientes. Reconozco que hay bienes y males en esta inclinación espiritual. Pero como ocurre en todo, ya lo he dicho, el equilibrio es indispensable. mantenerlo no es fácil. Cuando se cae hay que reconocerlo y levantarse mas humilde y dispuesto.
    Entre los males que hemos propagado mediante esa lícita adjudicación de que "Dios sigue hablando  hoy" Juan 10:27  Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y su interpretación particular de cada uno, fuera de la necesaria sabiduría de Dios, está en la inevitable, y estoy seguro que en ocasiones llena de buena voluntad, creencia de que Dios nos habla con "nuevas" o como muchos llaman " antiguas verdades que se han perdido por el pecado y la maldad humanas" y que Dios, "revela" a algunos de sus hijos o hijas para que "no se extravíen". Es decir, cualquiera es capaz, según esta forma de pensar, de recibir y recibir, revelaciones de Dios de una forma personal.
   Con temor y temblor, pero con total credibilidad quiero decir que este tipo de personas deben ponerse a disposición de la sabiduría que Santiago indica, buscando la ayuda necesaria pues todo esto es signo de problemas internos no resueltos por Dios, que pueden dañar a si mismo, y a otros, como ha ocurrido y ocurre. Estar dispuestos a pasar este control "de la verdad" no les resulta fácil a este tipo de personas, casi todas muy "amantes" de Dios, pero que como pasa en el amor humano, llevado a extremos, sin el equilibrio y la sensatez de Jesucristo, pueden tener consecuencias desastrosas.

   Es por ello que el Apóstol Pablo deja un principio tremendo a la hora de evaluar lo que recibimos de Dios:  1 Corintios 14:29  Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen. 

    El problema, en muchas ocasiones es que cuando "los profetas" comunican lo recibido, están tan "convencidos" de ello que no van a permitir ningún "juicio" respecto a sus "revelaciones" Han "perseverado" lo suficiente para que ello, sea lo que sea, penetre en su forma de pensar a tal punto que no son capaces de evaluar sensatamente, con otros, lo que supuestamente  han recibido.

Mateo 24:11  Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; Mateo 15:19  Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.Mateo 24:24  Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.  2 Pedro 2:1 Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.   1 Juan 4:1 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. 

   El gran problema está en "probar" si es de Dios o no lo que recibamos, sea lo que sea. (Así que yo mismo como autor de este estudio ruego que probéis lo que digo, si es de Dios o no)
 CONTINUARÁ