sábado, 23 de marzo de 2019

EL DIJO ID…PERO NOSOTROS…¿VAMOS?



   Estoy a dos semanas de llegado de asistir al relevo de responsabilidad pastoral, de un compañero de ministerio y amigo por más allá de los 40 años que ha estado al frente de la iglesia y con el que he podido vivir y sentir, en algunas ocasiones sus momentos de gozo y alegría, y también aquéllos que fueron de lágrimas.  Al participar en esto, he podido también, coincidir con otros pastores, compañeros que empezaron sus ministerios en la misma época que yo, u otros que lo hicieron posteriormente, todos amigos y queridos ministros que han apoyado y siguen apoyando mi ministerio, de una manera u otra.

  Tanto el pastor que pasa el relevo como otros que asistimos, formamos parte de un grupo que inició su andadura en el final de los años 60 y 70 del pasado siglo. Durante este tiempo cada uno hemos ejercido nuestro ministerio, de formas muy diferentes en cuanto a formas, resultados y fructificación, y por la Gracia de Dios aquí estamos con el deseo de continuar de una forma o de otra, sirviendo al Señor que nos salvó y llamó y ha estado con nosotros cumpliendo su promesa “todos los días hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20).

  Al moverse por otras iglesias, siempre puedes recibir una visión más amplia del panorama actual, de la forma que Dios está moviéndose en las diferentes iglesias y lugares y apreciar el sentir de los que en ellas trabajan, yo creo y siempre he creído que cuando uno se pone a disposición de Dios, las cosas ocurren, y hay que aprender a distinguir lo casual de lo enviado por Dios.

Resultado de imagen de id y predicad en Jerusalén en samaria  En algunas de las conversaciones mantenidas con los pastores, ha habido una coincidencia en recordarnos la necesidad de cumplir el mandato del Señor  Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones…Mateo 28:19”

  Ninguno de los pastores, ni tampoco de todos los creyentes negaríamos esta responsabilidad asignada a la iglesia de todos los tiempos y lugares, de predicar el evangelio, como una misión fundamental de los que ya formamos parte de la familia de Dios. No obstante una mirada más atenta a la situación actual, en especial en las iglesias occidentales, excepto en algunas excepciones, el resultado es que la iglesia parece que ha dejado de ir para solo estar.

   Hay una palabra que a mi parecer, define claramente esta situación de estar en lugar de ir: COMODIDAD.

   La pregunta es… ¿en qué se nota esta situación de los creyentes de la iglesia actual? Quizás la respuesta está en que los pastores trabajan bajo la presión constante de encontrar nuevas formas para motivar a la gente para que simplemente sigan asistiendo a la iglesia. No hay motivación en llevar a familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, etc a Cristo, estamos más centrados en nuestra propia felicidad, en nuestro bienestar, y pareciera que el propósito de la iglesia sea ese. Pero muy a pesar nuestro sabemos que la llamada “Gran Comisión” sigue siendo la misión de la iglesia todavía, y lo será hasta que venga Jesucristo.

   Me voy un momento a la Palabra de Dios, la Biblia. Me vienen a la mente esos momentos donde comienza la iglesia contados con bastante detalle en el libro de los Hechos en los capítulos iniciales…Jesucristo cita a los discípulos y …                      
Hch 1:6-11  Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?
Una de las cosas que me encanta de los discípulos, son sus preguntas…ellas revelan de cómo están entendiendo lo que Jesucristo les va transmitiendo y sus deseos…su deseo es el deseo todos los cristianos…¡que haya cambios! Este mundo duele, no solo a los creyentes, pero los creyentes saben que Jesucristo puede cambiar las cosas, al mismo Jesucristo quisieron hacerle rey (Juan 6:15) sin entender que antes debía cumplir la misión que solo Él podía cumplir: Ir a la cruz por cada uno de nosotros…Jesús les dice que eso que quieren saber, no es lo que deben saber, y les enfoca a lo que sí deben saber:
 Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
La contestación de Jesús pone las cosas en el sitio que Dios quiere que estén. Lo que está preparado para ellos y donde realmente se encuentra su misión: 1. RECIBIR PODER  2. SER TESTIGOS (dar testimonio) desde Jerusalén hasta lo último de la tierra, es lo prioritario, llevar a Jesucristo a las gentes y hacerlos discípulos de Él.

Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,  los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
Me río yo solo imaginando la escena y viéndome yo mismo como uno de ellos, me veo mirando al cielo…parece que estuvieron un buen tiempo hasta que dos ángeles les espabilaron…”Vale ya de mirar…el volverá, pero ahora no es el tiempo…hay que seguir su mandato…ID

   Debemos preguntarnos cuál es el propósito de que sigamos aquí los que hemos creído en Jesucristo como Salvador y Señor, si fuera para alabarle, también podríamos hacerlo en su presencia definitiva, si es para regenerarnos, el puede hacerlo y de hecho lo hará cuando venga y vayamos a El, sea como dormidos (fallecidos) o como vivos...realmente estamos aquí con el propósito de ser testigos a otros que no se han arrepentido de sus pecados y han recibido a Jesucristo como Señor y Salvador.

   Es la misión de la iglesia, que en especial, en la iglesia occidental, es una iglesia acomodada, contentos sus asistentes de estar juntos, alabando y aprendiendo de Jesucristo, (eso cuando no se convierte la misma iglesia en un mundo de desacuerdos y desprecios mutuos) y enseguida orando por nuestros problemas porque queremos ser felices y que nada nos turbe, convirtiéndonos en débiles soldados de Jesucristo, siempre acuartelados, a pesar de que "tenemos lucha" y uno de los elementos del vestuario es "el calzado del apresto del evangelio" La versión la Reina Valera Actualizada dispone así ese versículo de Efesios 6:15 "y calzados vuestros pies con la preparación para proclamar el evangelio de paz"

Resultado de imagen de calzado del apresto del evangelio de la pazPareciera que en la iglesia solo usamos calzado de comodidad. Como en todos los tiempos, los Romanos emplearon una gran variedad de tipos de calzado, desde botas y zapatos hasta sandalias, según fuera su clase social. Su aspecto se conoce gracias a los textos literarios y las esculturas y relieves de la época. Aquí podemos ver, de izquierda a derecha, una reconstrucción de los calzados más característicos: pero, calceus, calceus patricius, caligae y soleae. Usado por la plebe, el pero era un calzado sin tacón que cubría el tobillo y dejaba libre la pierna. El calceus era el calzado cerrado formal de los romanos para llevar con la toga; se usaba fuera de casa. El calceus patricius era un zapato cerrado, que subía hasta gran parte de la pantorrilla y se anudaba con tiras cruzadas. Usadas por el ejército, las caligae se sujetaban bien al pie; la suela iba reforzada con clavos de hierro o cobre. La soleae consistía en una simple suela atada sobre el empeine con dos correas; se utilizaba sobre todo en la casa.

Las caligae, sandalias que usaba el ejército, no debían ser nada cómodas para estar fuera de las campañas. Su misión se cumplía al permitir al soldado recorrer grandes distancias sin que se le soltaran o se rompieran. también era muy prácticas pues podían ir por cualquier terreno, no se deslizaban.

El apóstol Pablo cuando usó estos modelos para hablar de la lucha espiritual, no se olvidó del Evangelio. No importa la situación, nuestra misión es predicar el Evangelio, no solos, con el Espíritu Santo de Dios. Por eso primero hay que pedir, llamar buscar para que el poder descienda. Una buena armadura no sirve de nada si el soldado no está preparado mental y físicamente y ha entendido su misión.

Es verdad, debemos alabar, adorar y orar con todas nuestras fuerzas, debemos ter comunión unos con otros, debemos crecer y madurar de forma espiritual y también servir de acuerdo al don que Dios no de, pero no podemos olvidar la MISION, "ID Y PREDICAD" "HACED DISCÍPULOS".

La Misión ha ido decayendo con los tiempos, salvo en puntuales lugares y ocasiones, y en estos siempre porque los discípulos han entendido su misión y no van a dejar de hacerla, cueste lo que cueste y es curioso que hoy podemos de forma generalizada dividir el mundo de la iglesia en dos: Países pos-cristianos y países cristianos emergentes, en algunos a pesar de la cruel persecución a que están sometidos los creyentes, pues de forma constante nos llegan tristes noticias de asesinatos crueles por ser cristianos.

Cada uno de nosotros debemos buscar el rostro de Dios con lágrimas por nuestra desidia y suplicarle que nos permita ir...a predicar...quizás al familiar, al vecino, al compañero, al conocido...y así completar la MISIÓN


Dios nos de sabiduría en todo. Bendiciones.



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