lunes, 7 de octubre de 2019

LA AGENDA DEL SEÑOR JESUCRISTO



Desde su nacimiento, Jesucristo tuvo una agenda muy excepcional. No fue una agenda típicamente humana. Nuestras agendas, en el mejor de los casos quizás esté basada en la respuesta correcta de la Palabra que encontramos en Santiago 4:15…
“…Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
Pensamiento que recoge una realidad absoluta respecto a nuestra existencia, pues no sabemos qué ocurrirá en el segundo siguiente de nuestra vida, cuánto mas no sabemos qué ocurrirá al día siguiente o a la semana siguiente o al mes siguiente….etc.
Quiero decir que no está mal, de ninguna manera, llevar una agenda donde hagamos un esfuerzo para “aprovechar bien el tiempo  Efesios 5:16. De hecho es una responsabilidad que cada uno tenemos en este sentido. El tiempo es un “bien” otorgado a todos por igual. Su manejo es responsabilidad de cada cual.
Resultado de imagen de agenda de diosHay innumerables métodos, que en este tiempo, nos enseñan a ordenar nuestro tiempo, estableciendo prioridades entre lo necesario, lo urgente, lo apropiado, etc. Y todos, sea de una manera escrita o no tenemos, cada agendas que cumplir, cosas que debemos o no hacer, sitios donde ir, citas a las que acudir, trabajos que realizar, incluso cuándo vamos a tener nuestros tiempos de ocio.
El mundo donde vivimos se rige por calendarios. Estos están marcados mediante los movimientos de la tierra en nuestra galaxia, tanto de rotación como de traslación, los tiempos de sol o de oscuridad, y también los tiempos que nuestra naturaleza humana requiere para descansar.
La actividad no puede ser continua, hay que parar y descansar para tener fuerzas y poder continuar.
Pero cuando nos acercamos a la Palabra de Dios, y vemos “la agenda” “los tiempos del Señor Jesucristo encontramos, desde mi punto de vista, algunas claves para hacer que nuestra agenda sea bien aprovechada.
En primer lugar, en la agenda de la vida de Cristo, respecto al momento de su nacimiento, queda muy claro que fue algo previsto por la Soberanía de Dios desde el principio:
Génesis 3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
Este texto bíblico y su contexto, contiene las “sentencias “dadas por Dios a Satanás, Eva y Adán, y podemos distinguir que sería uno que nacería de mujer, quien recuperaría lo que la pareja humana, perdió a causa de su desobediencia a Dios y por hacer caso al Diablo, en forma de serpiente. Del que está hablando es, por supuesto de Jesucristo de forma profética, donde la mujer fue engañada (El pecado de Adán fue obedecer a su esposa, por encima de lo que Dios había dicho) pero sería la mujer (genéricamente) la que traería también la salvación mediante el nacimiento de Jesucristo del vientre de una mujer.
Esto se cumplió perfectamente cuando Maria fue concebida por el Espíritu Santo y dio a luz a Jesucristo. A partir de ahí y en especial desde el momento que Jesucristo empieza a asumir su misión como “hijo del hombre” la agenda de Jesucristo está marcada claramente por su intención de “no hacer SU voluntad, solo la del Padre.
No obstante ¿Cómo iba a cumplir esa agenda?
Tomé este texto del libro” Jesús como modelo de Joy Dawson”:


Marcos 1:35, leemos que Jesús se levantaba
mucho antes del amanecer para buscar el rostro del
Padre. El día precedente había estado lleno de pode­rosos
 milagros, de sanidades y liberaciones de demonios
Jesús enseñaba tanto en las sinagogas como
afuera, donde estaba el pueblo. El versículo 33 dice: "y
toda la ciudad se agolpó a la puerta" y lo escuchaba. A
pesar de lo impresionante que era su ministerio, Jesús
no dio por descontado  qué haría al día siguiente
o a donde iría.
Esperaba a que Dios le diera sus
órdenes y recurría a su comunión con el Padre para
obtener la fortaleza necesaria para llevar adelante el
día siguiente la misión de enseñar a las multitudes y
ayudar a los necesitados (versículos
38-45).
Esperar en Dios Padre era un estilo de vida. No
hacia suposiciones. Esto también demuestra que las
prioridades de Jesús estaban en el orden correcto.
Nunca permitió que el tiempo que pasaba con la gente se antepusiera
al tiempo que pasaba con el Padre.

Aquí está la forma en la que Jesucristo establecía su agenda cada día…”antes de empezar se iba a buscar la presencia del Padre y en ella recibía lo que debería hacer, como hacerlo, a quién hacerlo, etc.
Jesucristo no se sentaba y entonces decía “voy a hacer tal cosa a esta hora, tal cosa a aquella hora, etc.” No iba y confeccionaba su agenda de acuerdo a LA VOLUNTAD DEL PADRE:
Juan 5:30  No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.
Juan 6:38  Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. 
Juan 4:34  Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. 
Lucas 22:42  diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Resultado de imagen de agenda de dios 
Es tremendamente impactante que eso mismo, es decir lo que Jesucristo hizo cuando estuvo como hijo de hombre aquí en la tierra es lo que nos dice a nosotros los que queremos ser sus discípulos:

Mateo_12:50  Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.
Marcos_3:35  Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre. 
Y por el contrario.. 
Mateo_7:21  No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

Pero cómo conocemos la voluntad de nuestro Padre, creo que el ejemplo de Cristo es más que claro:
Mateo_6:6  Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta,ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Mateo_6:18  para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Nuestra agenda debe estar hecha en la presencia de nuestro Padre celestial, buscando en secreto con oración y ayuno su voluntad, mediante la Palabra y la dirección del Espíritu Santo.

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