lunes, 20 de enero de 2020

DIOS ESTÁ EN NUESTRA OBEDIENCIA

   Le daba vueltas a la cabeza, delante de mi Padre no visible pero presente, sobre sus maravillas. Y me paré a pensar lo implicado que Dios está en lo que hace y manda.


   Dios no manda algo que esté fuera de su naturaleza, como nos pasa a nosotros.

   Yo puedo dar una orden, pero yo mismo ser inclumplidor de la misma.

    Puedo decir que no mientas y yo mentir.

Resultado de imagen de obediencia a Dios
    Puedo decir que no robes, y yo estar robando.

    Por eso, confesar que pecamos, nos hace accesibles a Dios. Decimos la verdad. Decimos lo que somos y lo que hacemos. Pecamos, porque somos pecadores. Esto es lo que nos permite acercarnos a Dios. Él murió por los pecadores que afirman lo que Dios dice, que somos pecadores. Es decir no solo es que somos pecadores (todos lo somos) es que tenemos que decir la verdad sobre ello.

 (1 Juan 1:8 RV 1960) Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
Romanos 5:8  Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 
   Cuando La Verdad, que es Jesucristo, entra en nuestro corazón nos lleva a confesar la verdad "yo peco" Y por eso vino Jesucristo y murió por nosotros.

     Por otra parte, si Dios no fuera lo dice y hace, no sería confiable. Estaría negándose a sí mismo.
 (2 Timoteo 2:13 RV 1960) Si fuéremos infieles, él permanece fiel;
 El no puede negarse a sí mismo. 
   Por eso Dios es "digno de alabanza" porque es totalmente confiable.

  Dios ES AMOR, no solo TIENE amor, ES AMOR, por eso cuando Él nos da su amor, se está dando a sí mismo. Y cuando nosotros obedecemos y damos de SU amor, estamos dando de Dios.

  Dios ES JUSTICIA, no solo HACE JUSTICIA, por ello cuando nosotros obedecemos y damos justicia, estamos dando de Dios.

   La GRACIA es Dios mismo dándose a nosotros. Pero esto solo funciona cuando reaccionamos efectivamente a su dádiva, a Él mismo. No hay reacción cuando niego, ignoro, desatiendo, a Dios que se da...

    Podríamos decir que Dios se está dando cuando viene y me muestra que soy un pecador, pero yo niego. Entonces la verdad no está en mí. Y entonces no se puede dar. Porque la verdad es reconocer lo que soy, para que Dios pueda darse a mi y liberarme.
(Mateo 7:21 RV 1960) No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
    Dios sabe perfectamente que nosotros no podemos redimirnos, por mucho esfuerzo que hagamos. Pero necesita que reconozcamos lo que somos, para que Él pueda darse a nosotros y por nosotros. La voluntad del Padre es que reconozcamos que somos pecadores (según el sentido de pecado que el da) y que con su verdad, nos acojamos al camino y vida que es Jesucristo. 

   Por eso Él dijo: (Lucas 5:32 RV 1960) No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento. 

    Dios nos llama a decir la verdad (esto es obediencia) que somos pecadores y nos arrepentimos de ello.

    Hasta el consejo de Jesucristo respecto a los líderes religiosos (faltos de verdad) fue muy acertado:

(Mateo 23:2 RV 1960) En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos.
(Mateo 23:3 RV 1960) Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen.
     Sabemos lo que se debe hacer (lo decimos) pero fallamos al momento de hacerlo.

      Cuando decimos eso, estamos diciendo la verdad y esa verdad es la que mediante la confesión que sale del corazón y el arrepentimiento en verdad, somos salvados por Jesucristo.

       De otra forma, cuando negamos esa verdad...

(1 Juan 1:10 RV 1960) Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.

       Dios no puede hacer "pareja" con la mentira. Y sabemos que a Él no le podemos engañar, como sí hacemos unos a otros. A Él hay que ir con la verdad, porque el conoce nuestro corazón:
(Hechos 15:8 RV 1960) Y Dios, que conoce los corazones...
      Cuando obedecemos a Dios, es cuando el se une a nuestra obediencia y produce fruto. Por eso vemos en las Escrituras que aquellos que eran obedientes (no porque hicieran todo perfecto, sino porque sabían quiénes eran ellos y quién era Dios) se dice "Pero Dios estaba con..."

      Si hablamos la verdad con nuestros hermanos y nuestro prójimo, Dios está ahí en la verdad, bendiciendo. Si sufrimos a causa de la obediencia a Dios, ahí está con nosotros en nuestro sufrimiento.

      Esta verdad es tan imponente que cuando Saulo (Pablo) perseguía a la iglesia creyendo que estaba sirviendo a Dios, y se le apareció Jesucristo, le dijo: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Hechos 9:4
Resultado de imagen de de gracia recibisteis dad de gracia

      Saulo perseguía a los cristianos, Jesucristo le dice "ME persigues" Él estaba en esa persecución con los cristianos obedientes perseguidos.

       Cuando hacemos lo que Él dice (que es obediencia) Él bendice.

       Si reconociendo lo que Él dice, hemos pecado y se lo decimos arrepentidos, su bendición es el perdón. Pero cuando perdonamos a los que nos han hecho cosas, hasta terribles, entonces Dios bendice, porque estamos en la gracia y en la verdad.
(Mateo 10:8 RV 1960) Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
       Como discípulos de Jesucristo, traemos a Dios en nuestra obediencia, para bendición nuestra y de otros, porque Dios está y es en el cumplimiento de sus mandatos. Por eso Él no tolera el pecado, igual que nuestro organismo no tolera el veneno.

     Así que cuando AMO con amor AGAPÈ, el está en ese amor.
     Si decimos la VERDAD, Él está en esa verdad.
   
   No solo está cuando ORAMOS, AYUNAMOS, ALABAMOS, ADORAMOS,  también está en nuestra oración, en nuestro ayuno, en nuestra alabanza, en nuestra adoración, y Él está en nuestra vida diaria cuando ANDAMOS EN OBEDIENCIA.

   Padre, muchas gracias por SER todo lo que nos dices que seamos, hagamos y obedezcamos, y por ESTAR en ello y en nosotros con tu presencia y bendición. A Tí Padre sea siempre toda la Gloria.




No hay comentarios:

Publicar un comentario