Supongo que tú que lees este escrito, crees en Dios y seguramente piensas mas allá de lo que nuestra mente puede entender. Yo lo hago. Sin intención de apartarme ni un milímetro de lo revelado, pero reconozco que me gustaría saber mas, preguntar a Dios y que me explicase algunas cosas.
Quiero que ahora leamos el siguiente texto:
- Jesucristo sabía perfectamente lo que iba a ocurrir en el Monte de Los Olivos. Todos se escandalizarían (perderían la fe) (tropezarían) y en el caso del atrevido Pedro, sabía que le iba a negar tres veces antes que el gallo cantara dos veces.
- Pero esto no le hizo desecharlos. Sabía que uno le iba a traicionar y que los demás huirían o como el caso de Pedro, también negaría, hasta con palabras blasfemas que no le conocía, con tal de salvar su vida. No obstante Jesucristo no los desprecia, sigue amándolos y sigue enseñándoles.
- Y aquí viene mi reflexión ¡¡¡Jesucristo sabía y sabe de mi. Sabía ese número de veces que le he fallado, que he pecado, que no le he honrado...sabe las veces que voy en el futuro a caer y fallarle de nuevo, pecando y comportándome de una forma despreciable....!!!
....¡¡¡Pero Él no me desecha!!!, ¡¡¡no me desprecia!!!, ¡¡¡no me abandona!!!
Padre mío, tiemblo de emoción al pensar que a pesar de saber las veces que voy a portarme de forma despreciable, tú me has seguido amando y me sigues amando. No tengo palabras para agradecerte, perdona pues Tu amor es demasiado alto, profundo, ancho, para mi entendimiento. Pero lo recibo, pues lo necesito, gracias, gracias y gracias, en el Nombre de Jesucristo.
Pero de acuerdo a lo que Él nos ha dicho, casi siempre llego a la conclusión de que aunque me explicase muchas de las cosas que yo le pregunto, yo no sería capaz de entenderlas:
Nicodemo, quería saber de forma mas extensa sobre el nuevo nacimiento. Trataba con su conocimiento de entender lo que Jesucristo le decía "¿como puede uno entrar de nuevo en el vientre materno?"
Nicodemo, quería saber de forma mas extensa sobre el nuevo nacimiento.
(Juan 3:12 BTX3) Si os he dicho cosas terrenales y no creéis, ¿cómo creeréis si os digo las celestiales?Job quería encontrarse con Dios de forma personal, pero lo buscaba mediante los puntos cardinales, no espiritualmente:
(Job 23:8 BLS) »Busco a Dios por todas partes, y no puedo encontrarlo; ni en el este, ni en el oeste, ni en el norte, ni en el sur.No obstante pensar en Dios, pensar en las cosas que nos ha permitido saber de Él en la revelación de las Escrituras, es intrigante y a la vez excepcional.
Quiero que ahora leamos el siguiente texto:
(Marcos 14:26) Y después de cantar un himno,° salieron hacia el monte de los Olivos.(Marcos 14:27) Les dice Jesús: Todos os escandalizaréis, porque está escrito: Heriré alOs cuento lo que me ha impresionado.
pastor, y las ovejas serán dispersadas.
(Marcos 14:28) Pero, después de haber resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.
(Marcos 14:29) Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se escandalicen, yo no.
(Marcos 14:30) Le dice Jesús: De cierto te digo que hoy, en esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces,me negarás tres veces.
(Marcos 14:31) Pero él repetía con porfía: Aunque tenga que morir contigo, de ningún modo te negaré. Y así también decían todos.
- Jesucristo sabía perfectamente lo que iba a ocurrir en el Monte de Los Olivos. Todos se escandalizarían (perderían la fe) (tropezarían) y en el caso del atrevido Pedro, sabía que le iba a negar tres veces antes que el gallo cantara dos veces.
- Pero esto no le hizo desecharlos. Sabía que uno le iba a traicionar y que los demás huirían o como el caso de Pedro, también negaría, hasta con palabras blasfemas que no le conocía, con tal de salvar su vida. No obstante Jesucristo no los desprecia, sigue amándolos y sigue enseñándoles.
- Y aquí viene mi reflexión ¡¡¡Jesucristo sabía y sabe de mi. Sabía ese número de veces que le he fallado, que he pecado, que no le he honrado...sabe las veces que voy en el futuro a caer y fallarle de nuevo, pecando y comportándome de una forma despreciable....!!!
....¡¡¡Pero Él no me desecha!!!, ¡¡¡no me desprecia!!!, ¡¡¡no me abandona!!!
Padre mío, tiemblo de emoción al pensar que a pesar de saber las veces que voy a portarme de forma despreciable, tú me has seguido amando y me sigues amando. No tengo palabras para agradecerte, perdona pues Tu amor es demasiado alto, profundo, ancho, para mi entendimiento. Pero lo recibo, pues lo necesito, gracias, gracias y gracias, en el Nombre de Jesucristo.
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