Leía alguien que con gran atino, era un estudioso de los fenómenos violentos de la meteorología de nuestra tierra. De una manera u otra, todos hemos vivido tormentas meteorológicas de mayor o de menor intensidad.
Hay que añadir que la barca donde iban era una barca pequeña de 8,2 metros de largo por 2,3 metros de ancho y 1,2 metros de altura, se exhibe hoy en díay que incluso se encontró una de estas barcas en el fango de la orilla junto al Quibutz Ginnosar, a unos dos Kilometros al norte de Tariquea-Mágdala.
Sed pueden obtener, con la ayuda del Espíritu Santo, muchas lecciones y principios de esta historia, que como todo en la Biblia, no es casual.
Me ciño a lo siguiente:
La tempestad es una batalla de vientos espirituales que ponen patas arriba nuestro mundo, las circunstancias de nuestras vidas, para hacer hundir la fe de cada persona en particular y de la Iglesia en general. Cuantas veces hemos visto tempestades entre amigos, por no decir entre matrimonios, con los hijos o con los padres, además de en el mundo, en el trabajo, y entre hermanos en la Iglesia, etc. es algo que ocurre a diario.
Por lo tanto debemos clamar a Dios despertándole en oración, cántico y alabanza, obrando y clamando en el Espíritu. Tenemos que aprender a confiar en el Señor y a despertarlo espiritualmente, esto es, a pedirle que sea Él quien calme la tempestad por nosotros, pues ...no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes... Efesio 6:10.
Señor, cada día tenemos que salir a "pescar" (vivir nuestra vida) y de repente nos encontramos con tormentas que nos zarandean, queremos recordar que Tú vas con nosotros en "la barca" (nuestra vida) y que tienes poder para que podamos superarla. Ayúdanos Padre, en el Nombre de Jesucristo.
Uno de mis recuerdos de niñez, es las veces que me sentaba con mi padre en el único lugar cubierto de la terraza de la casa donde vivíamos, que era el retrete, y desde ese lugar veíamos claramente, en los días de tormenta, un edifico enfrente, que tenía una torre y en lo mas alto había un pararrayos, que atraía a los rayos que, de otra manera hubieran caído en lugares donde hubieran podido ocasionar daños. Era verdaderamente espectacular.
Pero las tormentas que vi desde ese lugar, en compañía de mi padre, eran tormentas muy leves, comparándolas con otras que viví en Holanda y en otros lugares, y aún así, no eran nada comparables con aquellas que solo he visto mediante noticieros:
Los tornados, los huracanes (ciclones o tifones) y dentro de éstos se establecen diferentes categorías que van desde el 1 al 5 (en el 5 es cuando los Vientos de más de 250 Kilómetros por hora y causan-Daños catastróficos: árboles y arbustos son totalmente arrasados y arrancados de raíz por el viento.-Daños de gran consideración en los techos de los edificios. Los anuncios y letreros son arrancados y arrastrados por el viento.-Hundimiento total de techos y paredes de residencias pequeñas. La mayoría de las casas móviles son destruidas o seriamente dañadas.-Marejadas de 4,29 a 5,94 metros por encima de lo normal)Me preguntaba cuál sería la intensidad de la tormenta,el viento y las olas cuando Jesucristo estaba en la barca con sus discípulos, y el dormía, veamos la historia contada por Marcos: (También la recogen Mt. 8.23-27; Lc. 8.22-25)
Mar 4:35 Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado.Fuera cual fuera la categoría de la tormenta, es indudable que produjo temor al punto de pensar que podían perecer. Es decir se les iba de las manos, a pesar que ellos eran pescadores acostumbrados. Pero en esta ocasión excedía a todo su conocimiento humano.
Mar 4:36 Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas.
Mar 4:37 Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba.
Mar 4:38 Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?
Mar 4:39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.
Mar 4:40 Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?
Mar 4:41 Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?
Hay que añadir que la barca donde iban era una barca pequeña de 8,2 metros de largo por 2,3 metros de ancho y 1,2 metros de altura, se exhibe hoy en díay que incluso se encontró una de estas barcas en el fango de la orilla junto al Quibutz Ginnosar, a unos dos Kilometros al norte de Tariquea-Mágdala.
Sed pueden obtener, con la ayuda del Espíritu Santo, muchas lecciones y principios de esta historia, que como todo en la Biblia, no es casual.
Me ciño a lo siguiente:
1. Una tormenta con olas tremendas, vientos muy fuertes.Este texto nos muestra una historia que simboliza nuestra vida diaria, tanto en lo material como en lo espiritual.
2. Una barca pequeña, que se llenaba de agua (se anegaba) y no daban a basto en achicarla.
3. Unos discípulos, pescadores avezados algunos, que se quedaron sin recursos ante la situación.
La tempestad es una batalla de vientos espirituales que ponen patas arriba nuestro mundo, las circunstancias de nuestras vidas, para hacer hundir la fe de cada persona en particular y de la Iglesia en general. Cuantas veces hemos visto tempestades entre amigos, por no decir entre matrimonios, con los hijos o con los padres, además de en el mundo, en el trabajo, y entre hermanos en la Iglesia, etc. es algo que ocurre a diario.
1. En muchas ocasiones son tremendas las tormentas en nuestra vida.No debemos caer en el error de pensar que estamos solos, porque el Señor navega con nosotros en la travesía de nuestras vidas, y debemos evitar intentar calmar los vientos con nuestras fuerzas, en lugar de orar y clamar a Dios en Cristo, quien por ser el creador, los vientos le obedecen. Tengamos pues fe en Él y digámosle al mundo en el nombre de Jesús: Calla, enmudece.
2 .Se anegan nuestros recursos naturales y materiales (incluso espirituales)
3. Por mucho que hayamos vivido y pasado situaciones difíciles, las hay que nos resultan insuperables.
Por lo tanto debemos clamar a Dios despertándole en oración, cántico y alabanza, obrando y clamando en el Espíritu. Tenemos que aprender a confiar en el Señor y a despertarlo espiritualmente, esto es, a pedirle que sea Él quien calme la tempestad por nosotros, pues ...no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes... Efesio 6:10.
Señor, cada día tenemos que salir a "pescar" (vivir nuestra vida) y de repente nos encontramos con tormentas que nos zarandean, queremos recordar que Tú vas con nosotros en "la barca" (nuestra vida) y que tienes poder para que podamos superarla. Ayúdanos Padre, en el Nombre de Jesucristo.
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