...CONTINUACIÓN
APRENDIENDO A ORAR.... UN PROCESO EN CUATRO ESCALONES
ESCALÓN DOS: LA DISCIPLINA
A nuestra "carne" no le gusta la ley de Dios, los mandamientos de Dios. Ni puede sujetarse.
Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
"Romanos 8:7 RV 1960"
Sobre la oración hay una rebelión innata en el ser humano, excepto en la desesperación. Entonces todos creemos en Dios y pedimos ayuda. Pero eso es tener a Dios SOLO para urgencias, como el extintor o el botiquín médico. Es un error pensar así. La oración es relación. Una relación abierta de forma continuada y necesaria por nuestra parte. Deseada por parte de nuestro Padre celestial.
Pero la carne no se somete, no quiere. o lo hace a desgana, caprichosamente, cuando los sentimientos la inclinan, es la oración sin fe, sin coherencia continuada, sin responsabilidad, sin amor, sin compromiso...
Y esto no podemos tolerarlo. Así que debemos hacer "morir" a la carne cada vez que se oponga, de la forma que sea a que oremos. Esto es disciplina.
Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado. "1 Corintios 9:26-27 RV 1960"
Tristemente, desconociendo los principios de énfasis de la Biblia, muchos toman estos versículos literalmente en lo físico. Pablo habla de una pelea contra sí mismo, espíritu-carne, el espíritu no golpea en el sentido físico, el espíritu lucha hasta someter los deseos de la carne, hasta hacer morir esos deseos para que puedan realizarse los deseos del espíritu.
Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Mateo 26:41Velad, orad, es el mandato, y luego entramos en la lucha del espíritu que está dispuesto y la carne que es débil y se opone. Aquí debemos ejercer la disciplina espiritual sometiendo a la carne y orando como el espíritu dispone.
Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.Marcos 14:38
Es llegar a que la oración se convierta en un hábito, pero en un hábito espiritual, pues hay hábitos carnales buenos y malos, pero yo me refiero a un hábito espiritual, cuando se vence a la carne, en cualquier tema espiritual, entonces podemos decir:
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. "Gálatas 2:20 RV 1960"La vida cristiana es vivir, como si no viviésemos, tener como si no tuviésemos.
"Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen; y los que lloran, como si no llorasen; y los que se alegran, como si no se alegrasen; y los que compran, como si no poseyesen; y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa. "1 Corintios 7:29-31 RV 1960"
Por eso, el segundo paso es LA DISCIPLINA, proponerse orar y hacerlo doblegando los inconvenientes que siempre surgirán. Esto no solo en la oración, en todo que pertenezca a la vida de fe, habrá resistencia por parte de nuestra carne, además de la que el mundo y el diablo puedan poner también.
"¿No habéis podido orar una hora?" Les decía Jesucristo a sus discípulos en ese momento en el que enseguida, iba a ser apresado, torturado y crucificado. En el momento del apresamiento todos usaron el poder que tenían: Los discípulos el poder de HUIR, en cambio Jesucristo había adquirido en la oración el poder de "Hágase Tu voluntad y no la mía" respecto al Padre.
Su oración disciplinando al deseo "Padre si es posible pase de mi esta copa" venció por una oración con tanta tensión física que junto al sudor, nos dice el texto bíblico, salieron gotas de sangre.
No es un arrojo de valentía carnal, lo que nos lleva a hacer la voluntad de Dios, como bien aprendió el Apóstol Pedro al atreverse a entrar donde juzgaban a Jesucristo, pero a negarlo de inmediato al verse reconocido.
El Apóstol Pedro con valentía espiritual es el que el día de Pentecostés, se levanto e hizo el sermón que hizo reaccionar, arrepentirse y bautizarse a tres mil personas, después de estar orando por diez días con ciento diecinueve discípulos, y después de haber recibido el Espíritu Santo que le dio el poder y el valor suficiente para hacerlo.
Cuando disciplinamos a nuestra carne, negándole privilegios que no puede tener sobre nuestra vida como discípulos, el Espíritu Santo acude en nuestra ayuda, para darnos las fuerzas necesarias y lograr tener comunión intima con nuestro Padre celestial.
Gracias Padre, por ayudarnos a entender lo importante que es la oración, ayúdanos a saber someter a nuestra carne y poder llegar a menudo a Tu presencia, con toda oración y súplica, en el Nombre de Jesucristo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario