martes, 18 de febrero de 2020

¿POR QUÉ DIOS MÍO? II


NUEVAMENTE EL CIEGO

Volviendo nuevamente al texto que estamos comentando el ciego de nacimiento, ante la pregunta de sus discípulos, sobre quién había pecado si el ciego o sus padre, Jesucristo les da una contestación…

Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. "Juan 9:3 RV1960"

Ni una cosa ni la otra que pensáis, la intención de Dios es muy diferente, no es el pecado concretamente la motivación de la ceguera de este hombre, este hombre y su ceguera, tienen un propósito en el tiempo y ahora es – estoy tratando de explicar lo que parece que el Señor les está diciendo, dado que luego añade…
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Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo. Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.  "Juan 9:4-7 RV1960"

LA BIBLIA DESCUBRIENDO LA MENTE DE DIOS

La Palabra de Dios, sea que la leamos o escuchemos, debemos hacerla pidiendo a Dios que abra nuestros ojos, como hizo con los discípulos con los que se juntó en el Camino de Emaús. Con nuestra capacidad, por muy intelectual que sea no podemos captar lo que Dios nos dice en su Palabra. 

Necesitamos poner todo nuestro empeño y entonces el abre nuestro entendimiento espiritual.
Esto ocurrió constantemente en el ministerio de Jesucristo. La forma de proclamar el Evangelio, sus parábolas, eran entendidas por los que creían en Él, o eran explicadas a éstos, pero estaban cerradas a aquellos cuyo corazón estaba buscando otras cosas del Rabí, del Maestro, cosas de su voluntad, no de la voluntad de Dios.

Dios tiene datos que nosotros no tenemos. Él tiene acceso al lugar más escondido de nosotros: nuestro corazón. Y por tanto Él actúa de acuerdo a esos datos, y no a los que nosotros tenemos acceso, esto sin contar con su capacidad de pasado, presente y futuro, respecto a cada persona, por ello lo que ocurre a cada uno de nosotros no es un accidente que se escapa de las manos de Dios o que le toma desprevenido, o dormido, como pensaron los discípulos cuando hubo tormenta en la barca y Él dormía.

Mas él conocía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y él, levantándose, se puso en pie. "Lucas 6:8 RV1960"
Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía. Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre.  "Juan 2:23-25 RV1960"

Tendremos que esperar en muchas cosas para que nos sean dichas, pues aparentemente nos parecerán de una manera, pero Dios aclarará entonces todo…

Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios. "1 Corintios 4:5 RV1960"

Mientras tanto, debemos acudir a la Palabra, la cual, manejada por el Espíritu Santo y humildemente recibida en nuestro corazón, irá haciendo una cirugía excelente, sacando del mismo y descubriendo todo lo que no es más que enfermedad de las tinieblas, y lo sustituirá por la salud de la luz.

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
"Hebreos 4:12-13 RV1960"

Es a través de lo que percibimos que pensamos y desarrollamos. Y esto ya por sí mismo es significativo porque lo que percibimos, sobre el dolor, sea del tipo psicológico o físico, sobre todo desde la perspectiva de lo moral, de lo debido, es muy limitado y está supeditado a nuestro nivel de conocimiento sea de propia experiencia o el aprendido mediante otros. Nuestra capacidad de observación, siempre estará limitada a lo que nuestros sentidos humanos perciben. Es por ello que necesitamos algo más.

Esa necesidad del algo más, en las primeras generaciones humanas, les llevó a buscar más allá de los que sus sentidos podían percibir, surgiendo lo espiritual. Este mundo espiritual es inaccesible al ser humano, pero el hombre realizó la invocación, mediante la cual “un ser superior” podía enseñarles lo que no podían percibir con los sentidos, el motivo de su existencia, el propósito de la misma, su principio y fin. El hombre no podía aceptar que su vida estuviera limitada al tiempo en este mundo. Algo interior le “hablaba” sobre la Eternidad.

Llegar a Dios es imposible si Él no se acerca, no se manifiesta. El hombre en su búsqueda ha sido engañado, por sí mismo y por el príncipe espiritual de este mundo, léase Satanás. El hombre ha creído descubrir a Dios por sí mismo y esto le ha llevado a imaginar a dioses, no a conocer a Dios. Satanás ha echado una mano en esto, desde siempre, fuera para hacer creer falsamente en dioses que no existen o llevar a dudar del verdadero Dios. Lo sabemos desde el Edén, con Adán y Eva.

Efectivamente, Dios es quien siempre ha tomado la iniciativa. Y hacemos bien en escuchar lo que tiene que decirnos en todo. Pero debemos entenderlo espiritualmente. De lo contrario, en el mejor de los casos podemos intentar defender, justificar a Dios, cuando surge el sufrimiento, sobre todo el ajeno. Pues el propio es el más difícil de soportar y llevar adecuadamente y más aún entender.
Hoy día, tenemos muchos medios técnicos para pasar la Palabra de Dios por diferentes exámenes, algunos con la intención de “demostrar” que la Biblia no es la Palabra de Dios y otros tratando de defenderla con demostraciones científicas, con descubrimientos arqueológicos y semejantes de que si, la Biblia es la Palabra de Dios.

Todo esto lo digo, porque es mediante las Escrituras, y la ayuda del Espíritu Santo, que podemos sumergirnos en lo revelado por Dios, haciéndolo sobre todo apelando a lo espiritual, si queremos encontrarnos realmente con lo que dice la propia Escritura respecto a lo revelado por Dios y de sí mismo.

Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.  "1 Corintios 2:9 RV1960"

Y añade…

Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. "1 Corintios 2:10 RV1960"

Y de sí mismo, con respecto a la gloria del conocimiento del hombre dice…

“…para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.  "1 Corintios 1:31 RV1960"  Mas el que se gloría, gloríese en el Señor; "2 Corintios 10:17 RV1960"

Así que en todo debemos acudir a la Palabra de Dios, las Escrituras, y lo mismo en el tema del sufrimiento humano.

Si volvemos al texto bíblico del ciego, Jesús está diciéndonos, y es difícil decir esto, que Dios tenía toda esta familia, en concreto al hijo, con este problema de ceguera durante tantos años, para que en ese momento Jesucristo pudiera manifestar en él Su obra, curando su ceguera. Y aquí se producen cortacircuitos en nuestro cerebro…

Pero sí, había un propósito en la ceguera de este hombre, como hay un propósito en todo sufrimiento, del cual podremos definir y comprender aquí en algunos casos, como en este, pero en otros habrá que esperar. Pero ojo, este es un caso. No podemos estereotipar a todos los casos este concreto. Sí, nos da muchas pistas ya sobre la influencia de Dios en determinadas situaciones de sufrimiento, pero no podemos sacar conclusiones definitivas y hacer de este caso concreto una doctrina totalitaria para entender el sufrimiento humano.

¿Por qué digo esto? Porque mucho sufrimiento es causado por el pecado. No es una teología equivocada. Lo equivocado es ponerle la misma etiqueta a todo el sufrimiento. En este caso del ciego, la ceguera no provenía del pecado, provenía de la voluntad de Dios. Pero hay sufrimiento causado directamente por el pecado.

  
CONTINUARÁ…

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