viernes, 28 de febrero de 2020

POR QUÉ DIOS MÍO…XI - Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia...


 ...porque ellos serán saciados."Mateo 5:6 RV 1960"

“Hambre…sed…” ¿está hablando de comer y beber? No, enseguida nos damos cuenta de que es una metáfora, no se refiere directamente al hambre y a la sed físicas, sino que usa esta figura de dicción para realizar un énfasis en una situación concreta, en este caso recae sobre la justicia.

Muchas veces usamos estos términos de “hambre” y “sed” en relación a la necesidad de comer y/o beber, aunque no siempre es exacto. Quiero decir con esto que cuando alguno decimos que tengo hambre o tengo sed, hay un grado de necesidad real en nuestro cuerpo, que puede diferir en la necesidad de otra persona que dice lo mismo.

Eso lo podemos comprobar en especial con los niños, más caprichosos, que dicen tengo hambre y cuando le pones cierta comida delante dice que no le gusta, que no quiere, y ahí nos damos cuenta que no era tal la necesidad, no era tal el hambre que decía tener. Un niño verdaderamente hambriento como lo que le pongas delante. Y aquí he hecho una comparación de las sensaciones del hambre, el  niño que como todos los días y elige, y aquel que no come a menudo y cuando come, come lo que sea porque su hambre – su sensación de hambre – es de necesidad.

Entonces cuando nos acercamos a esta bienaventuranza que nos habla en el término metafórico, tenemos que pensar que las sensaciones y necesidades de justicia pueden ser muy variadas, dependiendo de las situaciones. Estoy hablando de las injusticias que cometemos los humanos unos contra otros.

Cuando alguien dice “es injusto que esto me pase a mi” es porque ha sido perjudicado directamente. Quizás otros en su misma situación no han sido perjudicados porque no les ha pasado, aunque les hubiera podido pasar. La sensación y necesidad de justicia es considerada de forma diferente.

Pero estamos viendo las bienaventuranzas. Y como en cada una de ellas, estamos apreciando que van más allá de un sentir terrenal, que los pobres de espíritu se consideran pobres espiritualmente e inadecuados para ser ricos, a no ser reciban la ayuda de alguien, en este caso de Dios. Que los que lloran, no es por un dolor simplemente humano, sino por el dolor del pecado que les hace miserables, y los manos, lo son a la manera que lo fue Jesucristo, capaz de poner su mejilla cuando era golpeado, pudiéndose defender con la más poderosa fuerza como Hijo de Dios.

En este caso la justicia de la que debemos tener hambre y sed, es la justicia de Dios, de la cual todos somos injustos, pues el pecado nos hace seres injustos delante de Dios. Dios es justo cuando nos declara pecadores dignos de muerte. Y entonces yo deseo ser justo, pero no puedo serlo. Su ley es buena, pero yo no puedo cumplirla, hay algo en mí que me lleva a pecar a desobedecer a Dios. Por tanto estoy separado de Dios. Pero yo tengo hambre y sed de justicia, de ser justo, de que se haga justicia sobre mi pecado y pueda ser declarado justo.

Entonces el hambre y la sed que debo tener es de la justicia de Dios.  Y primeramente sobre mí mismo. Es mi sensación, es mi necesidad. Y ahí entra la Gracia de Dios, la fe en Él, mediante la justicia que Jesucristo ganó para mí, para todo el que tiene hambre y sed de justicia, y el que anhela un Reino de justicia. Es mediante la fe – creer en  y a Dios – que soy justificado y hecho justo, por Jesucristo el Señor y Salvador.

Enseguida hemos percibido que justo y justicia tienen la misma raíz. Pero es Dios quien ha decidido cómo podemos ser justos…
“…con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. "Romanos 3:26 RV 1960"
Desde la caída de la humanidad en sus representantes humanos, Adán y Eva, Dios está trabajando para manifestar su justicia y poder justificarnos, Abraham, como sabemos, padre de la fe, fue justificado por creer a Dios…
Y creyó (Abraham)  a Jehová, y le fue contado por justicia. "Génesis 15:6 RV 1960"   Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia,(E) y fue llamado amigo de Dios. n"Santiago 2:23 RV 1960"
Y a nosotros hoy se nos da un adelanto de saciedad por medio de la fe. Pues todavía no se ha manifestado lo que vamos a ser, pero por fe, estamos siendo saciados hasta que llegue el momento donde seremos saciados completamente, pues estaremos siempre bajo la perfecta justicia de Dios, cuando estemos con Él. Ya no buscamos ser justificados por la ley, es solo por la fe…
Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;"Gálatas 3:11 RV 1960"

Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.(B) "Romanos 1:17 RV 1960"
Ahora, podemos decir entonces no tengo que cumplir la ley. La ley de Jesucristo debemos cumplirla, que es la ley de Dios. Cristo no vino a abolir la ley, vino a cumplirla para que nosotros seamos justificados, es decir la ley ya no es la que me condena, lo que me puede condenar es mi incredulidad y desobediencia a Dios.

Hemos sido justificados para hacer justicia…
Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo. "1 Juan 3:7 RV 1960"
Hemos puesto nuestra mirada en el que justifica y somos justificados por Jesucristo, el sacia nuestra hambre y sed de justicia y debemos ser justos en nuestro trato con el prójimo, como conviene a discípulos.
Si decimos que somos justos debemos amar a nuestros hermanos…
En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. "1 Juan 3:10 RV 1960"
Cuando hemos conocido el camino de justicia (Jesucristo) debemos ir hasta el fin…
Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. "2 Pedro 2:21 RV 1960"
Y como viene siendo el título de esta serie, incluidas las bienaventuranzas, sobre el sufrimiento, como decía nuestra saciedad por fe, tienen  esperanza de futuro, hacia una completa saciedad.
Mientras tanto, ser justo puede hacernos sufrir…
Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, "1 Pedro 3:14 RV 1960"
En la bienaventuranza de los mansos, vemos la unión de la mansedumbre espiritual con la justicia:
                                   “…porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. "Santiago 1:20 RV 1960"     No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. "Romanos 12:19 RV 1960"    Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día; Por cuanto han sido avergonzados, porque han sido confundidos los que mi mal procuraban. "Salmos 71:24 RV 1960"
Los salmos hablan mucho de la justicia divina y cuando la injusticia nos angustia…
Por tu nombre, oh Jehová, me vivificarás;  Por tu justicia sacarás mi alma de angustia. "Salmos 143:11 RV 1960"
Incluso en Proverbios nos enseña lo que le gusta a Dios la justicia respecto al sacrificio…
Hacer justicia y juicio es a Jehová  Más agradable que sacrificio. "Proverbios 21:3 RV 1960"
No debe desanimarnos la aparente falta de justicia en los sucesos de este mundo…
Todo esto he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días. "Eclesiastés 7:15 RV 1960"
Como hijos de Dios, hechos justos mediante el sacrificio de Jesucristo, nos hemos convertido en instrumentos de justicia…de la justicia de Dios
“…ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. “Romanos 6:13 RV 1960"
No olvidemos que no son las obras lo que nos ha acercado a Dios, no, hemos sido perdonados por Jesucristo…
Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien
Dios atribuye justicia sin obras, diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado "Romanos 4:6-8 RV 1960"     “…nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, "Tito 3:5 RV 1960"
Vamos hacia un cielo y tierra donde está la justicia permanentemente…
Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. "2 Pedro 3:13 RV 1960"
Hacer justicia no es que nosotros seamos jueces por nosotros mismo, debemos tratar a los demás como Dios nos ha tratado y trata a nosotros. Nuestra hambre y sed de justicia, no debe ser solo para nosotros, debemos desearla para el resto de la humanidad, sumida en la injusticia y en la impiedad, para que se cambian a la justicia y a la piedad de Dios.

Y la justicia de Dios en esta época de gracia es mediante el amor, la misericordia, la bondad, el afecto fraternal, el sacrifico propio, el amor a los enemigos, pagar bien por mal, no vengarse por si mismo, sufrir con los que sufren, ayudar, amar sin ser amado, amar a los que no lo merecen, y cosas como estas que se encuentran en la Palabra de Dios y que forman parte de Su justicia.

 ¡A Él sea la gloria siempre!

CONTINUARÁ…

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