¿Cielo o cielos? Nuestro Padre está en el cielo o en los cielos. Bueno creo que esto no es muy trascendente, pero vale la pena conocer un poco el por qué "cielos" cuando en realidad sabemos que hay un cielo, desde el punto de vista humano. Me remito a un comentario sobre este tema muy interesante:
La respuesta hay que buscarla en la cosmogonía judía. Según ella la tierra estaba fija en unas columnas rodeadas de agua (Ex. 20,4 - “las aguas de abajo”) y el cielo estaba formado por una cúpula firme (firmamentum) por encima de la cual estaban “las aguas de arriba” (Gn. 1,7). Cuando se abrían las compuertas se producía la lluvia y, si se abrían todas, eran las cataratas del cielo (Gn. 8,2) las que provocaban un diluvio. Por debajo de esa cúpula estaban el sol, la luna y las estrellas, que lo recorrían a diario; y, dominando todo esto (por encima), estaba el trono de Dios. De ahí el tercer cielo de S. Pablo. No hay que olvidar que S. Pablo es un judío fariseo (Flp. 3,5) y tanto él como los otros autores del Nuevo testamento son herederos de esta cosmogonía.De cualquier forma debemos entender que sea "los cielos o "el cielo" lo que quiere decir es que Él está en Su Reino y en Su trono y que es Soberano, el cielo representa esa Grandeza que nuestro Padre tiene, y por tanto todavía mas humilde debe ser nuestro acercamiento a Él.
Hay otra razón de tipo lingüístico. El plural era una de las formas gramaticales más comunes para dar énfasis a expresiones o cosas, por su importancia en la vida social o religiosa. Es curioso que la palabra agua (mayim) en hebreo sea un plural único. No existe el singular de “mayim”. Como plural era el nombre de Dios “Elohim”. Algo parecido ocurría con la expresión pleonástica “el Dios de los dioses, el Señor de los señores”. Son formas gramaticales que no tienen que responder a una realidad física ni histórica, sino costumbrista. Algunos quieren ver en este plural un reflejo de la Trinidad en el Antiguo Testamento.
Esto ha seguido influenciando hasta nuestros días en el rezo del “Padre Nuestro”. Se ha venido diciendo por inercia “los cielos” hasta la traducción oficial que se hizo para la lengua española el año 1985, si mal no recuerdo, en que se cambió por el singular: “Padre nuestro que estás en el cielo…”
También seguimos diciendo que “el sol sale”, que “el sol se pone”; y son expresiones que tienen hoy la reminiscencia de aquella cosmogonía de ayer, a pesar de que sabemos que es falsa. P. Isaías Revilla OSA
El cielo es mi trono,
Y la tierra el estrado de mis pies.
¿Qué casa me edificaréis? dice el Señor;
¿O cuál es el lugar de mi reposo?
"Hechos 7:49 RV 1960"
Jehová está en su santo templo;
Jehová tiene en el cielo su trono;
Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.
"Salmos 11:4 RV 1960"
Y que este Dios Soberano que está en los cielos, decidió bajar a este mundo y darnos vida y vida en abundancia, cosa que no teníamos ni mucho menos. El retrato de su servicio siempre es impresionante en cada texto bíblico donde lo recoge, uno de los que siempre me erizan es el siguiente:
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. "Filipenses 2:5-8 RV 1960"Es la llamada Kenosis (vaciamiento) En cierta manera podemos entender esto cuando pensamos que Él es "el postrer Adan"...
"Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente;(J) el postrer Adán, espíritu vivificante. "1 Corintios 15:45 RV 1960"
¿Que hizo el primer Adan...? querer ser como Dios, por eso creyó a Satanás y cayó en pecado. Pero el segundo Adán, Jesucristo, no estimó seer igual a Dios como cosa a que´aferrarse, no hubo intento de usurpación desde su posición como la hubo en el primer Adán, sino que descendió, ya era Dios y se despojó, lo contrario que el primer Adán que quería "revestirse" como Dios. Y no solo eso, tomó forma de siervo, y aún más, se humilló así mismo. Y como dice al principio ese es el sentir que debe haber en nosotros.
Creo que la expresión respecto al Padre nuestro "que estás en los cielos" nos lleva en todo, también en la oración a el mismo "sentir" que había en Cristo, del cuál el Padre dice "Este es mi hijo amado en el cual tengo complacencia" No era para menos.
Acercarnos a nuestro Padre en oración y cuando oramos a Él, debemos recordar que Él está en el cielo. El libro de Eclesiastés nos da u consejo al acercarnos a Dios, de humildad, de temor y de consideración a quién nos dirigimos:
No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. "Eclesiastés 5:2 RV 1960"Una actitud solemne y respetuosa está bien considerada delante de Nuestro Padre, recordando que el que descendió del cielo fue Jesucristo, el Enmanuel, " el Dios con nosotros" y nos mostró también cómo desde la tierra debemos dirigirnos al nuestro Padre que está en el cielo. El lo hizo de forma constante, y los evangelistas recogen los momentos precisos que nosotros necesitamos para poder aprender de Él.
El recorrido de Jesucristo para salvarnos está muy bien descrito en los siguientes versículos...
E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:Dios fue manifestado en carne,Justificado en el Espíritu,Visto de los ángeles,Predicado a los gentiles,Creído en el mundo,Recibido arriba en gloria."1 Timoteo 3:16 RV 1960"
La continuación de este recorrido está así también escrito...
"...los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. "Hechos 1:11 RV 1960"
E igual que los discípulos debemos de obedecer y no "quedarnos mirando al cielo" pues tenemos mandatos dados a los discípulos de todos los tiempos de ID y de HACER discípulos, y debemos orar de la misma forma de pasión y fervor que lo hicieron los discípulos al principio para que de los cielos envíe Dios el poder mediante el Espíritu Santo.
Y qué hace Jesucristo allá en el cielo...
¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
"Romanos 8:34 RV 1960"
Así es, el Espíritu intercede porque no sabemos pedir como conviene, para que nuestras oraciones sean oídas, pero Jesucristo está noche y día (en nuestra forma de medir el tiempo) intercediendo por nosotros, por nuestros pecados, como abogado defensor, delante del acusador de todos. De no ser así, nuestras oraciones no tendrían sentido. Pero en el cielo se trabaja.
Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.
"Juan 5:17 RV 1960"
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