domingo, 16 de febrero de 2020

VOSOTROS ORARÉIS ASÍ...X



HÁGASE TU VOLUNTAD AQUÍ EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO…


Pedir que se haga la voluntad de Dios, requiere aceptar lo que haga, sea lo que sea. Es aceptar que Él es Soberano, Justo y Bueno, es imposible que haga lo incorrecto. Ahora, su voluntad en ocasiones resulta muy dura aplicada a aquellos que nos consideramos sus hijos, y que pensamos a nuestra manera qué es “lo bueno y lo malo que Dios debería hacer con nosotros” así que cuando no hay coincidencia, entonces puede venir el rechazo al no entender lo que Él hace y ser doloroso para nosotros o no coincidente con lo que suponemos haga.

Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después. "Juan 13:7 RV 1960"

Lo mismo que le ocurrió al Apóstol Pedro, en un aspecto que le parecía muy contrario a lo que se debía hacer, cuando Jesucristo lavó los pies de los discípulos, y Jesucristo lo tuvo que tranquilizar, así nos ocurre a nosotros, pero también con hechos que el “entender después” es un después igual a cuando estemos en su Presencia definitivamente. Mientras la fe, la esperanza, el amor, estos son elementos que nos deben sostener, sin olvidarnos, por supuesto de la Revelación que tenemos y donde está el soporte de estas virtudes.
Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.  "2 Pedro 1:19-21 RV 1960"
Respecto a la oración sobre la voluntad de Dios, se nos enseña que debemos hacer la en espíritu pero también con entendimiento…

¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.  "1 Corintios 14:15 RV 1960"

En el versículo, su contexto el énfasis está en que puedan decir amén los que oigan, lo que requiere decir cosas que se entiendan, y cosas que nuestro entendimiento sabe con son Su voluntad, de lo contrario estamos recibiendo, quizás, el amén a oraciones fuera de la voluntad de Dios.

 El conocimiento de Su Palabra nos evitará esto, pues incluso orando en otra lengua, el Espíritu no contradecirá la Palabra.

Orar “hágase Tú voluntad” es un reconocimiento de que es lo verdadero y perfecto lo que pedimos y que está de acuerdo con su voluntad.

Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. "1 Juan 5:14-15 RV 1960"

LA VOLUNTAD DE DIOS EL LA BASE DE NUESTRA ORACIÓN

Cuando conseguimos orar de acuerdo a la voluntad de Dios, hemos conseguido varias cosas:

1.      Hemos creído y aceptado de todo corazón, que es buena agradable y perfecta.
2.      Hemos entendido y nos hemos rendido nuestros deseos y ambiciones a ella.
3.      No queremos ya otra cosa nada más que se haga la voluntad de Dios pase lo que pase.

Así estamos dispuestos para antes de pedir y no al final como hacemos casi siempre, dado nuestra falta de seguridad de que lo que pedimos es de acuerdo a su voluntad, entonces decimos “hágase tu voluntad” pero aquí la oración comienza con el deseo concreto y absoluto, sin dudas de que “se haga Su voluntad” 
Otra cosa que hemos entendido:

4.      Que aquí en la tierra no se está haciendo Su voluntad, lo hemos comprobado y que no es porque Dios no quiera, es porque los humanos no queremos.

5.      Entendemos que en el cielo entorno de Dios, sí que se está haciendo la voluntad de Dios y obedeciéndole.

Una de entre las muchas cosas que llama la atención en el libro de Job es…1
 que Satanás se tiene que presentar delante de Dios. 2. Que no puede hacer nada que Dios no le permita hacer, especialmente a sus amados, como fue en el caso ed Job. 
Dios le puso unos límites claros hasta donde podía llegar el diablo poniéndole muy duras pruebas a Job y 3. Satanás le obedeció, hizo la voluntad de Dios, no hizo todo lo que quizás el hubiera deseado hacer. 
Así que de alguna forma hasta el enemigo número uno de Dios y de todos sus amados seguidores, debe someterse a la voluntad de Dios.

Es un privilegio tener acceso a la voluntad de Dios. Es un doble privilegio poder pedir a Dios de acuerdo a su voluntad, de esta manera obedecemos, de esta manera agradamos a Dios y conseguimos lo mejor como respuesta a las oraciones.

Es importante notar algo, al hacer o pedir de acuerdo a la voluntad de Dios, no estamos perdiendo nuestra voluntad, solamente estamos sometiendo nuestra voluntad a la suya, porque creemos firmemente que Su voluntad es perfecta y por tanto mejor que la nuestra que es cambiante, dudosa, sometida a los cambios y situaciones que nos rodean.

El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.  "Salmos 40:8 RV1960"

¿Cómo conocemos la voluntad de Dios, teniendo su palabra en medio de nuestro corazón.

Hay realmente muchas promesas si hacemos la voluntad de Dios…
Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. "1 Juan 2:17 RV1960"
Necesitamos conocer la voluntad de Dios. Necesitamos llenarnos de ella para que no pueda entrar nada que sea la voluntad propia, o del mundo o de Satanás. Que llegue a satisfacernos hacer y pedir según su voluntad.

Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. "1 Juan 5:14 RV1960"

Lo que Dios nos ha revelado en su Palabra, es Su voluntad, y es esa la voluntad que se hace en el cielo ahora. Y esa voluntad, los que amamos a Dios, deseamos y por tanto pedimos que se haga también aquí en  la tierra. Pero si oramos así, también debemos vivir así, de acuerdo a la voluntad de Dios.
No debe haber contradicción en nuestra vida. Nuestra vida debe ser guiada por la voluntad de Dios en la tierra, teniendo en cuenta que la tierra está llena de negaciones a la voluntad de Dios, desde cosas sencillas hasta cosas muy graves.

Es por eso que Dios en su Palabra nos enseña cosas muy importantes:

1.      Que Dios es perfecto en Su voluntad

2.      Que nosotros no somos perfectos, es más que somos pecadores.

3.      Que nuestra naturaleza no puede hacer la voluntad de Dios

4.      Que debemos nacer de nuevo por el Espíritu de Dios.

5.      Que es el Espíritu de Dios quien tiene que ayudarnos para que podamos vencer la voluntad del diablo, del mundo y a la carne.

6.      Porque la carne se pone de acuerdo enseguida con estas voluntades, y se resiste a la voluntad de Dios.

7.      Es por eso que nuestra batalla es en esos tres frentes que se oponen al nuevo hombre creado según Dios.

8.      Descubrimos que nos ha dejado un camino de comunicación con el Padre.

9.      Nos damos cuenta que Dios mediante la oración nos hace colaboradores al pedir nosotros que se haga su voluntad aquí en la tierra, como en el cielo.

   ¡Alabado seas Padre celestial!

El Señor Jesucristo nos enseñó una oración que no solo es única, es la que Él mismo practicaba, por ello los discípulos impresionados, deseaban ser enseñados para poder orar como Él. 
Pero nuestro Padre celestial, no solo quiere que ellos que escucharon esta enseñanza sobre  la oración oraran así, quiere que todos sus hijos en todas las generaciones hasta que Él venga oren así, usando esta oración como un modelo  de donde surjan las innumerables facetas de la oración.

Cuando oremos pues:

1.      Invoquemos  primero a nuestro Padre, a Él nos dirigimos.

2.      Santifiquemos  SU NOMBRE

3.      Deseemos SU REINO

4.      Anhelemos  SU VOLUNTAD

Y  luego continuemos con NUESTRAS NECESIDADES, las que comentaremos después.

Todo ello, como luego el Señor y la doctrina de las cartas del Nuevo Testamento, también nos enseñó, EN EL NOMBRE DEL SEÑOR JESUCRISTO.

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