HÁGASE TU VOLUNTAD AQUÍ EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO…
Pedir que se haga la voluntad de Dios, requiere aceptar lo que haga, sea lo que sea. Es aceptar que Él es Soberano, Justo y Bueno, es imposible que haga lo incorrecto. Ahora, su voluntad en ocasiones resulta muy dura aplicada a aquellos que nos consideramos sus hijos, y que pensamos a nuestra manera qué es “lo bueno y lo malo que Dios debería hacer con nosotros” así que cuando no hay coincidencia, entonces puede venir el rechazo al no entender lo que Él hace y ser doloroso para nosotros o no coincidente con lo que suponemos haga.
Respondió Jesús y le
dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después.
"Juan 13:7 RV 1960"
Lo mismo que le ocurrió al Apóstol Pedro, en un aspecto que
le parecía muy contrario a lo que se debía hacer, cuando Jesucristo lavó los
pies de los discípulos, y Jesucristo lo tuvo que tranquilizar, así nos ocurre a
nosotros, pero también con hechos que el “entender después” es un después igual
a cuando estemos en su Presencia definitivamente. Mientras la fe, la esperanza,
el amor, estos son elementos que nos deben sostener, sin olvidarnos, por
supuesto de la Revelación que tenemos y donde está el soporte de estas
virtudes.
Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. "2 Pedro 1:19-21 RV 1960"
Respecto a la oración sobre la voluntad de Dios, se nos
enseña que debemos hacer la en espíritu pero también con entendimiento…
¿Qué, pues? Oraré con
el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu,
pero cantaré también con el entendimiento.
"1 Corintios 14:15 RV 1960"
En el versículo, su contexto el énfasis está en que puedan
decir amén los que oigan, lo que requiere decir cosas que se entiendan, y cosas
que nuestro entendimiento sabe con son Su voluntad, de lo contrario estamos
recibiendo, quizás, el amén a oraciones fuera de la voluntad de Dios.
El
conocimiento de Su Palabra nos evitará esto, pues incluso orando en otra
lengua, el Espíritu no contradecirá la Palabra.
Orar “hágase Tú voluntad” es un reconocimiento de que es lo
verdadero y perfecto lo que pedimos y que está de acuerdo con su voluntad.
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa
conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera
cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. "1
Juan 5:14-15 RV 1960"
LA VOLUNTAD DE DIOS EL LA BASE DE NUESTRA ORACIÓN
Cuando conseguimos orar de acuerdo a la voluntad de Dios, hemos
conseguido varias cosas:
1.
Hemos creído y aceptado de todo corazón, que es
buena agradable y perfecta.
2.
Hemos entendido y nos hemos rendido nuestros
deseos y ambiciones a ella.
3.
No queremos ya otra cosa nada más que se haga la
voluntad de Dios pase lo que pase.
Así estamos dispuestos para antes de pedir y no al final
como hacemos casi siempre, dado nuestra falta de seguridad de que lo que
pedimos es de acuerdo a su voluntad, entonces decimos “hágase tu voluntad” pero
aquí la oración comienza con el deseo concreto y absoluto, sin dudas de que “se
haga Su voluntad”
Otra cosa que hemos entendido:
4.
Que aquí en la tierra no se está haciendo Su
voluntad, lo hemos comprobado y que no es porque Dios no quiera, es porque los
humanos no queremos.
5.
Entendemos que en el cielo entorno de Dios, sí
que se está haciendo la voluntad de Dios y obedeciéndole.
Una de entre las muchas cosas que llama la atención en el
libro de Job es…1
que Satanás se tiene
que presentar delante de Dios. 2. Que no puede hacer nada que Dios no le
permita hacer, especialmente a sus amados, como fue en el caso ed Job.
Dios le
puso unos límites claros hasta donde podía llegar el diablo poniéndole muy
duras pruebas a Job y 3. Satanás le obedeció, hizo la voluntad de Dios, no hizo
todo lo que quizás el hubiera deseado hacer.
Así que de alguna forma hasta el
enemigo número uno de Dios y de todos sus amados seguidores, debe someterse a
la voluntad de Dios.
Es un privilegio tener acceso a la voluntad de Dios. Es un
doble privilegio poder pedir a Dios de acuerdo a su voluntad, de esta manera
obedecemos, de esta manera agradamos a Dios y conseguimos lo mejor como
respuesta a las oraciones.
Es importante notar algo, al hacer o pedir de acuerdo a la
voluntad de Dios, no estamos perdiendo nuestra voluntad, solamente estamos
sometiendo nuestra voluntad a la suya, porque creemos firmemente que Su
voluntad es perfecta y por tanto mejor que la nuestra que es cambiante, dudosa,
sometida a los cambios y situaciones que nos rodean.
El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio
de mi corazón. "Salmos 40:8
RV1960"
¿Cómo conocemos la voluntad de Dios, teniendo su palabra en
medio de nuestro corazón.
Hay realmente muchas promesas si hacemos la voluntad de Dios…
Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. "1 Juan 2:17 RV1960"
Necesitamos conocer la voluntad de Dios. Necesitamos
llenarnos de ella para que no pueda entrar nada que sea la voluntad propia, o
del mundo o de Satanás. Que llegue a satisfacernos hacer y pedir según su
voluntad.
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa
conforme a su voluntad, él nos oye. "1 Juan 5:14 RV1960"
Lo que Dios nos ha revelado en su Palabra, es Su voluntad, y
es esa la voluntad que se hace en el cielo ahora. Y esa voluntad, los que
amamos a Dios, deseamos y por tanto pedimos que se haga también aquí en la tierra. Pero si oramos así, también
debemos vivir así, de acuerdo a la voluntad de Dios.
No debe haber contradicción en nuestra vida. Nuestra vida
debe ser guiada por la voluntad de Dios en la tierra, teniendo en cuenta que la
tierra está llena de negaciones a la voluntad de Dios, desde cosas sencillas
hasta cosas muy graves.
Es por eso que Dios en su Palabra nos enseña cosas muy
importantes:
1.
Que Dios es perfecto en Su voluntad
2.
Que nosotros no somos perfectos, es más que
somos pecadores.
3.
Que nuestra naturaleza no puede hacer la
voluntad de Dios
4.
Que debemos nacer de nuevo por el Espíritu de
Dios.
5.
Que es el Espíritu de Dios quien tiene que
ayudarnos para que podamos vencer la voluntad del diablo, del mundo y a la
carne.
6.
Porque la carne se pone de acuerdo enseguida con
estas voluntades, y se resiste a la voluntad de Dios.
7.
Es por eso que nuestra batalla es en esos tres
frentes que se oponen al nuevo hombre creado según Dios.
8.
Descubrimos que nos ha dejado un camino de
comunicación con el Padre.
9.
Nos damos cuenta que Dios mediante la oración
nos hace colaboradores al pedir nosotros que se haga su voluntad aquí en la tierra,
como en el cielo.
¡Alabado seas Padre
celestial!
El Señor Jesucristo nos enseñó una oración que no solo es
única, es la que Él mismo practicaba, por ello los discípulos impresionados,
deseaban ser enseñados para poder orar como Él.
Pero nuestro Padre celestial,
no solo quiere que ellos que escucharon esta enseñanza sobre la oración oraran así, quiere que todos sus
hijos en todas las generaciones hasta que Él venga oren así, usando esta
oración como un modelo de donde surjan
las innumerables facetas de la oración.
Cuando oremos pues:
1.
Invoquemos primero a nuestro Padre, a Él nos dirigimos.
2.
Santifiquemos
SU NOMBRE
3.
Deseemos SU REINO
4.
Anhelemos SU VOLUNTAD
Y luego continuemos
con NUESTRAS NECESIDADES, las que comentaremos después.
Todo ello, como luego el Señor y la doctrina de las cartas
del Nuevo Testamento, también nos enseñó, EN EL NOMBRE DEL SEÑOR JESUCRISTO.
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