jueves, 12 de marzo de 2020

PANDEMIA II Él te librará…


De la peste destructora. Sal 91:3


 En estos días, donde el mundo entero está amenazado por el COVID-19 (Coronavirus), podemos ver las reacciones dentro del mundo cristiano, desde diferentes perspectivas de “fe”.

Vemos aquellos que se aferran a que Dios es su cuidador y por tanto no deben temer que les pueda ocurrir un contagio, vayan a donde vayan y estén a donde estén. Por otra parte encontramos un entorno mas al otro extremo, donde se anima a la  auto-protección y protección de otros, colaborando con las medidas instruidas por las autoridades sanitarias.

En el primer caso y sus variantes más o menos proclamadas, encontramos verdad. Es cierto hay muchos textos donde Dios promete cuidar a los que en Él creen. Son promesas y uno puede y debe aferrarse a ellas, con fe y también con el sentido común que nos da Dios para interpretarlas.

En el segundo caso no es que no haya fe, pero a ella se une una prudencia colaboradora sobre los que saben del peligro y ruegan la colaboración.

Muchas de las promesas que tenemos en la Biblia, son promesas dadas en un momento concreto a una o unas personas concretas, en un tiempo concreto. Otras promesas son eternas y para todo aquel que cree en Dios.

Desde mi punto de vista, efectivamente vivimos por fe, pero tenemos que reconocer que nuestra fe, en muchas ocasiones es débil, sobre todo enfrentando la realidad de forma personal.

Me viene a la cabeza en este aspecto de la fe, la impulsiva actitud de pensamiento y de hecho que siempre tenía el Apóstol Pedro. Recordemos cuando Jesucristo fue caminando sobre las aguas hacia los discípulos que estaban en la barca, en medio de vientos muy fuertes. Pedro el pide al Señor que mande que pueda ir a su encuentro sobre las olas, pero al poco de andar sobre ellas, pero al ver el viento fuerte, tuvo miedo y empezó a hundirse…
Y ya la barca estaba en medio de la mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.  "Mateo 14:24-33 RV 1960"
Al observar toda esta situación, vemos varios actos que nos enseñan cómo es nuestra fe, a veces…
  • 1.     Grandes vientos, los discípulos no pueden gobernar la barca. - Problema
  • 2.     Ven una figura que se acerca andando sobre el mar, se asustan – Más problema
  • 3.     Jesucristo se identifica “Soy yo, no temáis” – Alivio, ¿sorpresa?
  • 4.     Pedro se llena de fe impulsiva…si eres tu Señor…manda que vaya a ti sobre las aguas…  - Alivio, fe impulsiva
  • 5.     Jesucristo le dice: Ven - Promesa
  • 6.     Pedro desciende y comienza a andar sobre las aguas – Cumplimiento promesa por fe
  • 7.     Pedro deja de mirar a Jesucristo mira el viento, las olas y tiene miedo y se empieza a hundir. – La fe es sustituida por el miedo.
  • 8.     Pedro da voces…¡Señor sálvame! – Oración pidiendo ayuda
  • 9.     Jesús extiende su mano y lo levanta, a la vez le dice ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? – Poniendo a Pedro en su realidad “poca fe” y una pregunta para que él se auto-analizara.
  • 10.  Suben ambos a la barca y el viento se calma. Seguridad a pesar de los procesos.
  • 11.  Los discípulos se llenan de fe para y creen que Jesucristo es el Hijo de Dios. – Fe por lo visto sobrenatural.


Desde luego creo que nos parecemos bastante, tenemos que reconocerlo. Me da la impresión que si Pedro hubiera practicado este hecho varias veces, hubiera acabado andando sin miedo sobre las aguas. Pero ¿por qué no pudo hacerlo completamente en esa ocasión?  Desde mi punto de vista, fue porque no estaba preparado para ello mediante el proceso de fe.

La fe vine por oír y oír la Palabra de Dios
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. "Romanos 10:17 RV 1960"

Y la fe debe ser firme
Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.  "Santiago 1:6 RV 1960"
También debemos saber cómo y dónde debemos depositar nuestra fe.
La mayor parte de nuestra vida transcurre mediante los sentidos físicos. La fe es un sentido que debe estar a disposición de Dios para que sea utilizada a través de nuestros sentidos, de la percepción equilibrada de las cosas, de los tiempos, definitivamente de la voluntad de Dios, de acuerdo a Su Soberanía Justa. El que Dios pueda, no quiere decir que tenga que hacer.
Hemos sido llamados a vivir y a morir por Él, sean donde sea que vivamos y sea cual sea la forma como muramos, con tal que sea en el Señor, es decir creyendo que nos vamos con Él.
El cristiano ya no vive porque Dios, si tiene enfermedad lo sanará, si viene cualquier peligro se lo evitará, que no sufrirá, que no tendrá dolor, que no padecerá, que no se angustiará, que estará siempre libre de todo lo que es doliente para el cuerpo y las emociones, no es así. El cristiano está a disposición de Dios para lo que Él crea conveniente para nuestra vida.
De Pablo, en su llamado dijo…
“…instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre. "Hechos 9:15-16 RV 1960"
Hay dos cosas, desde mi punto de vista que son generales en todo cristiano…instrumento para llevar mi nombre y padecer por mi nombre”
Otra palabra “si es necesario”…
En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, "1 Pedro 1:6 RV 1960"
“El instrumento” debe estar listo para ser usado en lo que Dios quiera, para lo que Dios quiera, cuando Dios quiera, con esta seguridad…
Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. "Romanos 14:7-8 RV 1960"

Sí, hemos leído bien. NINGUNO DE NOSOTROS (LOS CRISTIANOS) VIVE PARA SI, Y NINGUNO MUERE PARA SI.

No somos nosotros la razón es Dios la razón. Y en vida o en muerte, somos de Él.
Por tanto, si Él nos escoge para vivir, bien está hecho y si somos escogidos para
morir, también está bien hecho. Si Él nos escoge para enfermar y ser sanados, bien hecho si nos escoge para enfermar y morir, bien hecho está. Él es nuestro padre que CUIDA DE NOSOTROS EN LA VIDA Y EN LA MUERTE

Ahora, significa esto que debemos meternos “en el fuego” para que Dios evite que nos quememos, porque creemos que Él nos cuida. Pues será posible cuando, como instrumentos, seamos destinados a ello, la Historia Bíblica tiene un caso…
Dan_3:1 
  El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro cuya altura era de sesenta codos, y su anchura de seis codos; la levantó en el campo de Dura, en la provincia de Babilonia.
Dan_3:6  y cualquiera que no se postre y adore, inmediatamente será echado dentro de un horno de fuego ardiendo.
Dan_3:11  y el que no se postre y adore, sea echado dentro de un horno de fuego ardiendo.
Dan_3:15  Ahora, pues, ¿estáis dispuestos para que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos?
Dan_3:17  He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.
Dan_3:20  Y mandó a hombres muy vigorosos que tenía en su ejército, que atasen a Sadrac, Mesac y Abed-nego, para echarlos en el horno de fuego ardiendo.
Dan_3:21  Entonces estos varones fueron atados con sus mantos, sus calzas, sus turbantes y sus vestidos, y fueron echados dentro del horno de fuego ardiendo.
Dan_3:23  Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo.
Dan_3:26  Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo, y dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salid y venid. Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego.

Por otra parte tenemos esa diferenciación entre aquellos instrumentos que tuvieron destinos y finales diferentes…
¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección. Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles.(AH) Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra. Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros. "Hebreos 11:32-40 RV 1960"

Unos y otros fueron instrumentos para Dios, sin queja, sin oposición, sabiendo a Quién servían. Y si nos fijamos, la parte final dice

“ proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros”

Aquí cosa mejor, no quiere decir senda de flores, quiere decir algo mejor para “perfeccionarnos” muy a tono con lo que dice la Palabra de Dios sobre las cosas que nos pasan…
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. "Romanos 8:28 RV 1960"

Ahora, me voy a permitir un caso hipotético, para que pensemos.

Estamos en una zona cerca del mar. En un momento dado, se da alarma de que se va a producir un tsunami, y yo y mi familia vivo, como digo, cerca del mar. ¿Qué haré? ¿Me quedo porque sé que Dios me cuida y cuida a mi familia
Y por fe considero que no nos va a pasar nada? O sigo las instrucciones de las autoridades y me alejo cuanto pueda de la zona de peligro…
Todos tenemos la respuesta. Quizás yo añadiría que podemos orar mientras cogemos lo que podemos para irnos y orar en el camino y orar cuando estemos a salvo, orar por nosotros y por todos, pero usaremos la fe del sentido común, sin tentar al Señor.
Ciertamente Dios puede salvarnos de cualquier cosa, claro que puede, o puede dejar que nos ocurra cualquier cosa, somos capaces de creer que todo ayuda a bien, cuando actuamos con sabiduría.

Si hacemos lo necesario y el mal nos alcanza, Dios decidirá lo que debe pasarnos.  Es un tiempo para ser testimonio, de acuerdo a la voluntad de Dios.

Que Dios nos de sabiduría en todo. Muchas  bendiciones.

CONTINUARÁ…

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