…Ciertamente con tus ojos mirarás
Y verás la recompensa de los impíos.
Porque has puesto a Dios, que es mi
esperanza,
Al Altísimo por tu habitación,
"Salmos 91:7-9 RV1960"
Caerán…mil…diez
mil…
Pareciera
como una de esas películas donde un terremoto u otro peligro acaban con todo el
mundo, pero el actor principal siempre tiene un lugar donde está seguro.
Siguiendo la
línea de pensamiento del salmista, es como el ejército que avanza junto y de
pronto una nube de flechas comienzan a caer y caen a nuestro lado muchos, a
nuestra diestra muchos más…pero nosotros seguimos ilesos…
Podemos
fijarnos que es un proceso de aumento tremendo 1000 -à 10000, y en medio de todo
ello, “a ti no llegará”
¡Realmente
es muy poderosa esta promesa¡
El cuidado
del Señor es tan poderoso que cuando Él lo otorga, nada, pero nada puede
saltárselo. Estoy seguro en Él. Siempre es bueno añadir que, en ocasiones, el
permite que “caigamos” pero es una caída “protegida” para cumplir la gran
verdad que Dios puede con todo el mal, demostrando que puede convertirlo en
bien, aunque ahora, en ocasiones, no lo
entendamos.
La seguridad
en Dios, está en que no “caeremos” si Él no quiere y “caeremos” si Él tiene en
su voluntad demostrar cómo vence lo malo, convirtiéndolo en bueno. Nos vamos a
sorprender cuando descubramos la cantidad de veces que hemos estado protegidos
de la manera que dice el salmo, y ni siquiera lo hemos advertido. ¡Anticipémonos
y demos las gracias a nuestro gran Salvador!
Por otra
parte, no olvidemos de Su misericordia. Oremos para que no caigan diez mil o
mil. Aparte de este salmo donde el cuidado de Dios hacia los que le eligen como
habitación, también la Palabra de Dios nos muestra, que el carácter de Sus hijos
debe ser igual al de nuestro Padre celestial, que no quiere que nadie perezca…
El
Señor no retarda la promesa, como algunos la consideran tardanza,
sino
que es paciente hacia vosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino
que
todos procedan al arrepentimiento. "2 Pedro 3:9 BTX"
Por tanto,
damos gracias a Dios, por ilustrarnos de una manera tan significativa la forma
de su cuidado antes situaciones donde tantos caen, pero entendemos como hijos
suyos que cualquier “azote” es un signo de Su “paciencia” y amor, no quiere que
nadie se pierda por dar mas importancia al mundo que a la vida Eterna. Y ahí
entramos nosotros ahora para hacer lo posible para que el evangelio llegue a
todos.
Por otra
parte la proximidad “a tu lado” “a tu diestra” nos da una información de lo cerca
que estaremos del peligro. No va a ocurrir que nos aleje Dios del mismo, más
bien mostrará su cuidado, a pesar que el peligro esté casi tocándonos. Esto, a
mi entender, hace más grande a nuestro Padre y Dios.
Estos
peligros no son solo físicos. Los peligros espirituales, en toda la Palabra son
explicados mediante recursos e imágenes verbales de situaciones y cosas
relacionadas con la vida diaria. Sabemos que el mayo virus que existe en el
mundo es el pecado y este virus está en el corazón del hombre y contaminan…
Pero
las cosas que salen de la boca provienen del corazón, y ésas contaminan al
hombre. Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios,
adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, difamaciones. Estas cosas
son las que contaminan al hombre, "Mateo 15:18-20 BTX"
Aquí radica
el mayor problema de la humanidad. El pecado que mora en nosotros, este es el
virus que destruye y mata sin compasión ni misericordia a mil y a diez mil. Y
solo Jesucristo en nosotros es el antivirus, el protector a todo esto de lo que
estamos rodeados e incluso está latente en nuestro propio corazón, al cual hay
que hacer morir y dejar vivir al nuevo corazón que Dios nos da.
La “recompensa”
de los impíos (o “la paga de los
malvados” como dicen otras traducciones)
Toda siembra
tiene fruto, de acuerdo a lo sembrado…
Porque
el que siembra para su carne, de la carne cosechará corrupción, pero el que
siembra para el espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. "Gálatas 6:8
BTX"
Por ello el
impío (el malvado) tendrá como fruto, como recompensa, como paga, frutos de
impiedad y de maldad…
Quien
siembra maldad cosecha desgracia, Y la vara de su arrogancia se consumirá.
"Proverbios
22:8 BTX3"
Pero también
se aplica, no solo lo que se siembra, también a la cantidad…
Pero esto digo: El que siembra
escasamente, cosechará también escasamente; y el que siembra abundantemente,°
cosechará también abundantemente. "2 Corintios 9:6 BTX3"
En este
caso, también podemos entender que será el momento donde actuará la justicia
divina, dando a cada uno lo que merece. Hoy sabemos que muchos malvados se
salen con la suya y no son descubiertos o pagan su maldad en esta tierra. Pero
esto cambiará y seremos testigos de ello, igual que lo fue Lázaro y el rico inmisericorde…
Lucas
16:19-31 BTX3 Había cierto hombre rico que se vestía de púrpura y lino fino
blanco, haciendo banquete cada día con esplendidez. "20" Había
también cierto mendigo llamado Lázaro, el cual, lleno de llagas, había sido
echado junto a su puerta. "21" Y ansiaba saciarse con lo que caía de
la mesa del rico, y hasta los perros venían a lamerle las llagas.
"22" Sucedió entonces que murió el mendigo y fue llevado por los
ángeles al seno de Abraham. Y murió también el rico y fue sepultado.
"23" Y alzando sus ojos en el Hades, estando en tormentos, ve a
Abraham desde lejos y a Lázaro en su regazo. "24" Y dando voces,
dijo: ¡Padre Abraham, ten misericordia de mí! y envía a Lázaro para que moje la
punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en
esta llama. "25" Abraham respondió: Hijo, recuerda que recibiste tus
bienes en tu vida, y Lázaro asimismo los males, pero ahora es consolado aquí, y
tú atormentado. "26" Además de todo eso, entre nosotros y vosotros ha
sido puesta una gran sima, de tal modo que los que quieran cruzar de aquí a
vosotros, no puedan, ni de allá pasar a nosotros. "27" Dijo entonces:
Padre, te ruego pues lo envíes a la casa de mi padre, "28" porque
tengo cinco hermanos; para que les advierta, a fin de que no vengan ellos
también a este lugar de tormento. "29" Pero Abraham dice: A Moisés y
a los profetas tienen: ¡Óiganlos! "30" Pero él dijo: No, padre
Abraham, pero si alguno llegara a ellos de los muertos se arrepentirían."31"
Pero le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán si
alguno se levanta de entre los muertos.
Sigue
diciendo en el Salmo…
Por cuanto has puesto a YHVH, que es mi refugio, A ’Elyón, por habitación tuya, No te
sobrevendrá mal, Ni plaga alguna tocará tu morada, "Salmos 91:9-10 BTX3
Nuevamente
encontramos las imágenes de lugar donde vives. En este caso habla de “refugio”
y de “habitación” lugares de protección e intimidad continuada,
respectivamente.
Ni mal, ni
plaga. Nuevamente encontramos unas referencias aplicables no solo a nuestra
vida aquí en la tierra, de paso, también se refieren a las situaciones
espirituales, aquellas que intentan desanimar nuestra fe, robarnos de la Gracia
de Dios, haciéndonos dudar de Nuestro Padre celestial. Situaciones de tentación
y de prueba exteriores que pueden tener efectos interiores. Esto es lo peor.
Por eso hay
que proteger los cimientos de nuestra vida, los cuales no son físicos, sino
espirituales. Y ahí es donde atenta el mal, el maligno, las plagas físicas y
morales, los desatinos que nos rodean, las presiones a pecar o a modificar
nuestras creencias en pos de lo popular, de la mayoría, pero si queremos ser
sal y luz, hay que resistir cualquier cambio que nos sugieran…
En cuanto
luz…no ponerla en lugares donde produzca muchas sombras o ni ella misma se vea,
que nada pueda atenuarla, al contrario, que el “aceite de Dios” el Espíritu
Santo, nos haga luminarias en este mundo.
Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. "Mateo 5:14-16 RV1960"
En cuanto a
la sal…no dejar que pierda su esencia, su verdadera vitalidad, su verdadero
contenido, que no sea rebajado ni cambiado.
Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. "Mateo 5:13 RV1960"
Tenemos que
asegurarnos que hemos puesto a Dios como nuestra habitación. Es decir que hemos
entregado nuestro corazón pecador a Jesucristo, para que Él nos dé un nuevo
corazón, recordando que nosolo es recibir, entregar, es vivir en y para
Jesucristo. ¡A Él sea la Gloria!
Dejo este testimonio del que fue un gran hombre de Dios predicando Su Palabra en Londres...
“En el año de 1854, cuando apenas estuve en
Londres doce meses, el vecindario en el cual laboraba fue visitado por el
cólera Asiático, y mi congregación sufrió en sus incursiones. Familia tras
familia me invocaron a estar al lado del herido, y casi cada día era llamado
para visitar la tumba. Me entregue hacia la ferviente joven labor de las
visitas a los enfermos, y fui enviado a todas las esquinas del distrito por
personas de todos los rangos y religiones. Me cansé en mi cuerpo y enfermé en
el corazón. Mis amigos parecían caer uno a uno, y me sentí o creí que estaba
enfermando como aquellos alrededor de mí. Un poco más de trabajo y llanto me
hubiera llevado al desánimo así como los demás; sentía que mi carga era más
pesada de lo que podía soportar, y estaba a punto de hundirme debajo de ella.
De la manera como Dios dispuso, estaba regresando de una casa en luto del
funeral, cuando mi curiosidad me condujo a leer un papel el cual estaba sobre
la ventana de un zapatero en la Calle Dover. No parecía como un anuncio del
comercio, ni tampoco lo era, pues llevaba en una buena letra de molde estas
palabras:–‘Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu
habitación, No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada.’ El efecto sobre
mi corazón fue inmediato. La fe se apropió de este pasaje como propio. Me sentí
seguro, refrescado, lleno con inmortalidad. Fue hacia la visita del moribundo
con calma y con un espíritu en paz; no sentí temor ni mal, y no sufrí ningún
daño. La providencia la cual movió al comerciante a colocar esos versículos en
su ventana los cuales agradecidamente reconocí, y en la memoria de su
maravilloso poder, yo adoré al Señor mi Dios.” (Spurgeon)
CONTINUARÁ…
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