miércoles, 18 de marzo de 2020

PANDEMIA…VIII - Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia;


 Lo libraré y le glorificaré.
 Lo saciaré de larga vida,
Y le mostraré mi salvación.
  "Salmos 91:15-16 RV 1960"

Termino el comentario sobre este salmo 91, muy útil, como mucho contenido de la Palabra de Dios, lleno de promesas para los que creen.

Me invocará...le responderé…
“Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. En aquel tiempo los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová”. Génesis 4:26
La primera vez que aparece la “invocación” a Dios, es por parte de Enós, tercera generación humana, nieto de Adán y Eva.
La oración forma parte del mandamiento de Dios. Tiene diversas formas en cuanto a su contenido y la forma. Todos oramos, en silencio o en voz alta. Es este último caso al que se refiere la invocación, pero en un sentido de llamada. Es una expresión en alta voz hacia Dios, en este caso “me” significa este Dios del que he hecho mi morada es este del que hemos hecho amplias referencias… 

o   Omnipotente: Shadday
o   Jehová: Yahvéh
o   Mi Dios: Elohay
o   Altísimo : Elyon

Las situaciones difíciles narradas a lo largo de todo el salmo, son dignas de invocación. Uno de los salmos invocatorios es el 25 de David, en tiempos de prueba.
En la segunda parte de esta frase, descubrimos a qué viene la invocación “la angustia”

Del lat. angustia 'angostura', 'dificultad'.f. Aflicción, congoja, ansiedad. 2. f. Temor opresivo sin causa precisa. 3. f. Aprieto, situación apurada.4. f. Sofoco, sensación de opresión en la región torácica o abdominal.5. f. Dolor o sufrimiento.

La angustia es un estado que, justificado o no, produce una alteración emocional importante. Nadie está exento de ella. Como hijos de Dios debemos recurrir a Dios también, y sobre todo en la angustia.
Observamos que este salmo es para alguien que ya ha hecho de Dios “su habitación” es decir, algo íntimo. No obstante también padece situaciones difíciles. Ser cristiano no nos exime de estar en este mundo y, en ocasiones, sufrir del dolor que hay en este mundo, recordando siempre que el origen de todo está en el pecado de la primera generación de seres humanos y la herencia terrible de sus consecuencias que hemos recibido.

A través de la historia de la humanidad, bajo la perspectiva de Dios, reflejado en la Biblia, vemos como en repetidas ocasiones, muchos invocaron a Dios en diferentes circunstancias…

David lo hizo en medio de duras pruebas….

Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado,
                       Y seré salvo de mis enemigos. Me rodearon ondas de muerte,
Y torrentes de perversidad me atemorizaron.
"2 Samuel 22:4-5 RV1960"
 
Y también en agradecimiento a Dios…


Alabad a Jehová, invocad su nombre,
Dad a conocer en los pueblos sus obras. Cantad a él, cantadle salmos;
Hablad de todas sus maravillas.
"1 Crónicas 16:8-9 RV1960"

Y también hubo momentos donde nadie invocaba a Dios…

Nadie hay que invoque tu nombre, que se despierte para apoyarse en ti; por lo cual escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades. "Isaías 64:7 RV1960"

La invocación está relacionada principalmente y primeramente con la salvación del alma, en la provisión que Dios ha hecho a través de Jesucristo…


“…porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. "Romanos 10:13 RV1960"

El que invoca a Dios, debe apartarse de la iniquidad…

“Iniquidad se refiere a la cualidad de inicuo. Designa maldad, perversidad, abuso o gran injusticia, es decir, todo acto contrario a la moral, la justicia y la religión. La palabra proviene del latín iniquĭtas, iniquitātis, que traduce “cualidad de injusto”, y sus sinónimos son injusticia, maldad, infamia o ignominia”

Y debemos cuidarnos porque este misterio está ya en marcha, pero solo mediante el Espíritu Santo, estamos protegidos y a la vez está impidiendo su manifestación hasta el tiempo del fin…
Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. "2 Tesalonicenses 2:7 RV1960"

Lo libraré y le glorificaré.
Lo saciaré de larga vida,
Y le mostraré mi salvación.

 Con él estaré: En las últimas líneas del Salmo Dios habló de bendiciones personales y maravillosas sobre aquel que le ama y le conoce:

· La bendición de Su presencia: Con él estaré yo en la angustia
· La bendición de SU protección: Lo libraré
· La bendición de Su promoción: Le glorificaré
· La bendición de Su prosperidad: Lo saciaré de larga vida
· La bendición de Su preservación: Y le mostraré mi salvación

El salmo termina lleno de gratificaciones de parte de Dios, nuestro Padre celestial.

No solo nos libra…nos prepara para la Gloria
Hasta la saciedad nos garantiza la vida
Ahora todavía no lo vemos, lo creemos, pero un día veremos nuestra salvación y a nuestro Salvador.

No hay comentarios:

Publicar un comentario