A DIOS ROGANDO Y…CON EL MAZO DANDO en
tiempo de virus.
Me obligo, dado lo recibido por Dios, tanto como cristiano y
pastor a meditar reflexionar y estudiar en todo tiempo la Palabra y los tiempos
de Dios, sin olvidarnos del tiempo que vivimos en cada momento de nuestra vida.
Comienzo…”con el mazo dando” antes de entrar en lo que es de
Dios, oculto a nuestros ojos físicos, cuando no observamos con atención lo que
ocurre alrededor, en este mundo, para poder entonces, interpretarlo, en oración
y humilde búsqueda desde los oráculos divinos, que para mí solo es la Palabra
de Dios.
La tarea no es fácil, pero tampoco imposible. El escudriñar
del cristiano, es en todo tiempo. Y en la atención a ese tiempo Dios, por medio
de Su Espíritu Santo, nos ayuda a descubrir en lo visible, “señales” de lo invisible,
traduciendo precisamente desde lo espiritual, aquello que es material, y así
percibir su verdadero sentido.
No extraño, pues la Palabra de Dios, hablando del tiempo de
la restauración de todas las cosas ocurrirá que…
… esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. "1 Corintios 15:53 RV1960"
El ejemplo más claro lo tenemos en el Tabernáculo diseñado
al detalle por Dios, revelado a Moisés y, con las ofrendas de materiales de los
judíos, construido como figura del que hay en el cielo, en el cuál entró
Jesucristo mismo como sumo Sacerdote del Dios Altísimo…
Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; "Hebreos 9:24 RV1960"
Así también a profetas que tuvieron visiones del reino celestial,
igual que le ocurrió al Apóstol Juan, estando en la Isla de Patmos, donde
recibió el libro que lleva el nombre de Revelación (que es lo que significa
Apocalipsis) y todos utilizaron figuras de este mundo para tratar de hacernos
ver el mundo celestial.
Por tanto, lo que aquí ocurre, en este mundo, en cada época
y tiempo, puede ser usado para mostrarnos cosas celestiales si estamos atentos
y despejados de lo exclusivo material y permitimos al Espíritu Santo hablarnos
de los celestial. Ahora, siempre, si son de Dios, llegaremos a conclusiones que coinciden plenamente con la
Palabra de Dios, que, aunque escrita por hombres, fue inspirada por Dios y de
la que el Espíritu no se saldrá en ningún momento.
Partiendo de lo dicho, estamos viviendo un tiempo de
realidades inclusivas pero también exclusivas. Me refiero al tema del
coronavirus o COVID-19, un “bichito” que ha puesto patas arriba al mundo y
además somos conscientes de ello, no al mucho tiempo sino al minuto, dados los
medios de comunicación que tenemos en este momento.
Las realidades inclusivas incluyen la realidad que desde la
Creación, el mundo ha vivido. Una realidad que han incluido desastres de todo
tipo, incluidas pestes producidas por virus que ocasionaron grandes pérdidas en
el mundo. El mundo está “de rodillas” no ante Dios, más bien ante este pequeño
virus, del que quizás Dios no esté muy lejos, y con esta última frase, no
quiero soliviantar a nadie, sigamos con el tema.
En el titulo e introducción decía que primero vamos a tratar
“con el mazo dando” que se refiere dentro del refrán a la parte del esfuerzo
humano. De lo humano de lo que vemos, sentimos y vivimos en este momento y de
las conclusiones que sacamos del mismo y que afectan a todo el mundo de forma
muy parecida.
Las conclusiones obvias deben atenerse en primer lugar a lo
observable. Hay un virus, no es el único que habita entre nosotros, pero este
tiene dos aspectos que le hacen sobresalir de los demás. El primero es las
formas de evolucionar en los diferentes seres humanos. El gran peligro es “su
silencio”. Se nos dice que hay casos donde la persona lo puede tener y no tener
ningún síntoma que lo delate. De ahí que se hable de “test” que descubran, por
encima de las manifestaciones físicas, si la persona lo tiene o no.
Si la persona lo tiene, y no lo sabe, puede estar contagiando
a otros, entre los que se encontrarán, personas inmunes como él, pero también
personas que, de acuerdo a las características de sus defensas naturales, no
estén preparadas para vencer al virus. Algunas de ellas podrán vencerlo con
ayudas paliativas conocidas y otros, a pesar de las ayudas paliativas
conocidas, no podrán superar al virus y por tanto sus cuerpos colapsarán
mortalmente. Esto ocurre con otro tipo de virus también. Es decir que la gran
problemática es que si recibe el virus que sea una persona con bajas defensas,
las posibilidades de sobrevivir, son escasas.
Pero ya hemos comentado del “silencio” del virus, lo que hace que los contagios sean mayores,
además de que no existen, en este momento, vacunas para el mismo. De ahí
también el necesario aislamiento general y total, lo cual impide que la
propagación del virus sea de pandemia fulminante, produciendo, ahora a causa de
la falta de recursos de ayuda sanitaria, la falta de una asistencia debida a
cada cual y por tanto, el colapso por un lado de los medios asistenciales y por
otro los innumerables colapsos mortales de las personas imposibles de atender
debidamente.
Todo esto y mucho más, hace que la situación sea muy atípica
y que supere a todo ser humano, en estos momentos.
De esta manera podemos deducir que la situación inclusiva
está relacionada con las ya conocidas y repetidas enfermedades del ser humano,
y la parte exclusiva es referida, en este momento, al poder que tiene en su
contagio, manifestación y efectos, este virus.
Esto es lo que estamos viendo, viviendo, sintiendo
sensorialmente. Es una realidad innegable, realidad que a quien más o a quién
menos, nos produce una sensación de temor y fragilidad, como de impotencia.
Si la observación de esto comentado y lo mucho que no
comento que cada uno está percibiendo, es el único dato al que aferrarnos,
estamos a merced del destino, un destino ciego e implacable que nos altera nos
entristece, incluso si nuestro recurso está en el hecho de que como se están
estableciendo slogans diciendo más o menos “esto no durará” “esto podemos
vencerlo” y sus etcéteras, entonces seguimos empobrecidos.
Pero claro, esta es la forma que se nos enseña a mirar desde
el punto de vista humano. El “nosotros” el “yo” está endiosado y por tanto se
puede con todo. Somos dioses del mundo, con nuestra inteligencia, nuestras
capacidades, nuestras innovaciones, nuestras investigaciones, no habrá nada que
nos venza.
Paso directamente “al Dios rogando”.
Al decir esto, dejo por sentado que yo creo en Dios. El
creer en Dios lo hago mediante la fe. Pero no es un Dios desconocido , tenemos
conocimiento de Dios porque desde la Creación, se ha ido manifestando de
diferentes maneras y nos ha explicado ampliamente su propósito como Dios y
nuestro problema como seres humanos, y respecto a nuestro problema, ha decidido
tomar un papel importante, como le corresponde al ser Dios. El problema es que,
también desde el principio se encuentra con personas que solo viven con sus
sentidos físicos, ignorando que somos también seres espirituales. Cuerpo, alma,
espíritu es el compuesto total de cada ser humano.
Otra cosa, para poder internarnos en las áreas espirituales,
estamos en desamparo, igual que estamos ahora ante el poderío de ese bichito.
Con esto descubrimos que muchos descubren su entidad espiritual, pero la usan a
su antojo, sin la guía y seguridad debida, que solo puede otorgar Dios y que lo
hace mediante el llamado Espíritu Santo. Es por ello que encontramos mucho
espiritualista que no espiritual. Considerando espiritualista, todo aquel que
sea la forma que sea, entra en dimensiones espirituales sin permiso o
protección que solo Dios puede dar.
No podemos saber de Dios porque nadie lo ha visto, pero alguien
sí lo ha dado a conocer…
A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer. "Juan 1:18 RV1960"
Así que Jesucristo representa perfectamente a Dios, así como
el Espíritu Santo. Y es mediante el Espíritu Santo, que nos capacita, con su
Palabra, mediante la fe, para “ver” más
allá de lo que con nuestros sentidos físicos podemos percibir de asuntos aquí
en el mundo.
Si la tarea de entender, con los sentidos físicos, lo que se
ve, es difícil, dado que no tenemos todos los datos, cuando intentamos entender
lo que ocurre, de forma espiritual, resulta también difícil. Y a veces uno de
los inconvenientes para recibir claramente la percepción de Dios, está en
nuestros sentidos físicos, los cuales impulsados por nuestros deseos – aunque puedan
ser los mejores deseos – pueden convertirse en impedimentos para recibir la
realidad vista por Dios. Es por ello que debemos tener continuamente una
comunión con Dios. Aprovechar cada situación para tratar de verla con los ojos
de Dios, dejando a un lado emociones y sentimientos propios. Las emociones y
sentimientos deben ser originados por lo que Dios pone delante de nosotros.
Antes de seguir, me es necesario decir que siempre debemos
tener una base espiritual sólida y lo más madura posible. De lo contrario nos
tumbará la fe, cualquier acontecimiento que se salga de nuestro entendimiento
natural. En esos momentos muchos abandonan la fe o se vuelven críticos,
distantes y fríos en cuanto a Dios mismo. Esto nos envuelve de nuevo en pobreza
espiritual. No somos llamados a ser pobres espirituales ni mucho menos.
“…para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; "Efesios 3:16 RV1960"“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre,Son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. "1 Corintios 2:9-10 RV1960"
Sus riquezas
no son materiales, más bien espirituales, las cuales nos permiten vivir por
encima de situaciones que de otra manera sería imposible.
Por ello
debemos tener un fundamento de “riqueza espiritual” pues de allí partiremos con
seguridad y en todo caso allí volveremos siempre con seguridad.
“…edificados
sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del
ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va
creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois
juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu. "Efesios 2:20-22
RV1960"
Como decía,
interpretar bajo el punto de vista de Dios lo que ocurre, no resulta fácil y
debemos ser muy cautos pues equivocarnos en estas cosas puede ser perjudicial,
primero para nosotros y luego para otros. Así que hay que ser muy cautelosos y
no salirnos de la Palabra de Dios, y aunque determinemos lo que entendemos ver
espiritualmente, lo hagamos con la debida sumisión a otros y siempre
advirtiendo que es lo que nosotros percibimos y que cada uno juzgue.
Mi
apreciación basada en los principios de lo que vemos y sentimos físicamente, es
decir lo inclusivo y lo exclusivo respecto al virus es el siguiente
En lo
inclusivo
No podemos
negar que Dios está en Su Trono, y que encontramos en la Palabra de Dios
situaciones parecidas que han ocurrido a lo largo de la Historia recogida en la
Biblia, pues muchos de los hechos acaecidos fuera de ella, en otros pueblo y
lugares del mundo, no tenemos la apreciación exacta de Dios, pero con aquello
que Dios revela respecto a Israel y las naciones, es suficiente para darnos
cuenta que Él “permite y utiliza” situaciones como esta buscando el bien. El
hecho en sí puede ser una señal, un aviso, una prueba, donde los resultados
pueden o no ser visibles, pero lo permitido de parte de Dios está hecho al
margen del tipo de resultados.
Quiero decir
con esto que los 10 a 31 millones de muertos en la primera guerra mundial o los
55 a 60 millones de muertos en la segunda guerra mundial, o los muchos muertos
en todas las guerras desastres, accidentes, etcétera no tienen sentido si no
hay un propósito más elevado que se escapa a cualquier conjetura humana.
Podemos saber mas o menos los muertos heridos etcétera, pero no sabemos lo que
a nivel espiritual ha pasado. Esto está reservado para las estadísticas del
cielo.
Lo que sí
que podemos deducir es que estando Dios en Su Trono, lo que ocurre no es una
casualidad inexplicable para Dios. Hay
una causa general que sabemos desde la Creación, que es lo que la Biblia llama “caída”
y que introduce el pecado en el mundo. Desde aquí si podemos afirmar que el
fondo del problema está en la cancha de la humanidad.
Pero esto no
quiere decir que Dios se haya desentendido del mundo de su Creación. Ni mucho
menos. Él ha estado y está siempre presente y activo
Y
Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. "Juan
5:17 RV1960"
Ya sé que
esto resulta muy elemental y básico. Pero tratar de complicarlo hace más
imposible entenderlo. Para la fe no hace falta nada más que aprender a confiar
profundamente en dios y en lo que hace. Buscarle sentido más allá de lo básico
es complicarse.
Analizando
las intervenciones de Dios y los sucesos, nos damos cuenta que este hecho del
virus es un hecho inclusivo, que en diferentes formas y extensión ha ocurrido
desde siempre.
Dicho esto
la pregunta ahora va respecto a lo
exclusivo.
Aquello que
pasó, ya pasó. Nos interesa averiguar si es posible algo que pueda Dios estar diciendo
ahora en medio de esta situación pandémica, si entrar en extremos. ¿Hay algo
que podamos percibir como mensaje de Dios? Creo que sí.
Debido al
tiempo transcurrido y la promesa de la segunda venida de Jesucristo, es una
señal mas antes de los últimos acontecimientos que están cercanos, no se
cuánto. No es una aberración entender esto, pues para los creyentes la venida
del Señor siempre debe de estar en el deseo del corazón muy cercana sin tratar
de establecer fechas concretas, lo cual no conseguiremos.
Al ocurrir
de forma mundial, el aviso es más serio. No hay continente que se libre de
esto. Es algo de lo que no solo se enteran algunos, todos lo estamos viviendo
en primera persona. No oímos, más bien estamos viviéndolo. Esto nos hace
entender que es un aviso, llamada de atención y reflexión amplia, antes de algo
mas serio. Nadie podrá decir que no ha sido avisado.
Sabemos que
el mundo en general lo entiende de otra manera. El mundo de acuerdo a su
sabiduría, aprenda de todo esto y aplique medidas para evitar que no vuelva a
ocurrir. Se ha hecho siempre. Veamos algo de historia bíblica.
Después del
diluvio, tremendo juicio de Dios sobre toda la humanidad de entonces, cuando
los supervivientes salieron del Arca, Dios les dijo…
“Bendijo
Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la
tierra. "Génesis 9:1 RV1960"
Fijémonos…”llenad
la tierra” es decir crecer y esparcíos por toda la tierra. Y qué hicieron
cuando ya eran muchos, teniendo la historia del diluvio no muy lejano y también
el mandato de Dios, veamos…
“Y
dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al
cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda
la tierra. "Génesis 11:4 RV1960"
Nos
encontramos que pasados los años, se olvidaron de Dios e hicieron dos cosas,
primero desobedecer respecto a llenar la tierra, y – quizás pensando en el
diluvio – edificar una torre alta donde librarse si había otro diluvio, cuando
Dios también había dicho que no lo habría.
Es el mismo
patrón ahora, vamos a crear unos medicamentos y unas vacunas para que esto no
vuelva a pasar, pero nadie desde ahí está oyendo lo que Dios quiere decir. Nos
bastará con lo científico, con el desarrollo, con el todo lo puedo. Incluso ahora hay voces,
incluso desde presidencias de gobiernos, que claman a Dios, manifestando que
solo él es la solución. Deseo que mantenga esa misma dependencia cuando esto se
supere y haya solución humana para esto. Por cierto esto es, como decía antes,
en lo que también la mayoría piensa. Que pase esto que pasará y volvamos a lo
nuestro.
Si es malo
que el mundo piense así, es mucho peor la posición de la iglesia. La iglesia está
aquí, no ha sido arrebatada. Ha habido y hay muchos cristianos que lo único que
queremos es que Dios quite esto, que sane, que libre que cure. Pero ¿no es
posible que Dios esté queriendo decir algo más. Estamos escuchando de muchos
cristianos que están partiendo con el Señor, no solo muy viejos, también más
jóvenes. Hermanos Dios quiere decirnos algo, y no es de extrañar pues muchos de
los que nos llamamos iglesia, estamos en NUESTROS CAMINOS, y cogemos el CAMINO
DE DIOS, al mínimo posible.
¡Claro! El
camino del mundo es ancho. El camino de Dios es estrecho y angosto.
Creo que Dios
está llamando a su iglesia a examinar los caminos por los que andamos. A
cambiar nuestra forma de analizar nuestra vida. Mirando nuestro tiempo, nuestra
relación con Dios y con los hermanos, nuestro trabajo para el Señor, nuestras
oraciones. La iglesia de un extremo a otro está siendo avisada y probada.
Ignorar su llamado poniendo solo la mirada en lo terrenal, esperando que todo
se calme para seguir igual, no es lo que Dios espera. La iglesia va a tener un
antes y un después. Si el resultado es seguir lo mismo o peor, será terrible.
Cada
iglesia, cada cristiano somos llamados a escuchar lo que Dios dice. Estamos
siendo zarandeados, pero no por andar en justicia, todo lo contrario, estamos
zarandeados para despertar para dejar de hacer principalmente lo nuestro y
empezar a hacer lo de Dios, según el llamado y la responsabilidad de Dios.
Será muy
triste si la iglesia no escucha y aprende de esto. Será muy triste si seguimos
igual diciendo “todo está bien” y seguimos igual. La iglesia está dormida o
entretenida en cosas del mundo, y cuando digo la iglesia hablo de cada uno de
nosotros que hemos sido llamados y salvados. No podemos buscar a Dios para “sentir
escalofríos” y luego meternos del mundo para sentir lo del mundo. Dios quiere
una novia limpia y resplandeciente.
Esto es algo
muy serio. Los primeros en ser juzgados somos nosotros, no el mundo. Creer que
esto solo es un juicio para el mundo, hace que nos equivoquemos por completo de
las intenciones de Dios. Él quiere que la iglesia se ponga las pilas, haciendo
lo que él nos ha mandado hacer, ser discípulos y hacer discípulos, llevando el
Evangelio a todas las etnias, pues Él quiere venir, pero la iglesia está
enamorada del mundo.
El mundo
tiene que salir de la iglesia. La santidad de Dios tiene que llenarnos. Yo creo
que aquí hay disciplina de Dios, aviso de Dios para bien, para que cambiemos
para que busquemos PRIMERO SU REINO Y SU JUSTICIA, pero estamos buscando primero
nuestro reino, nuestra justicia…Decimos ¡Me lo merezco! Pero no nos merecemos
nada, la gracia recibida no es porque la merezcamos. Y a cambio del sacrificio
de Cristo, buscamos poner a Dios a nuestro servicio, cuando es Dios quien debe
ser servido.
No quiero
entrar en los tiempos y sazones. Pero ignorar que Dios esté buscando a mucho de
la iglesia perdida, que va a lo suyo, es un desacato a la realidad. No quiero
entrar en lo muchos pecados que las iglesias están cometiendo, pero debemos
examinarnos de forma concienzuda. Dios está avisando a todos. A mi entender,
para su iglesia el aviso es mas fuerte. Es una llamado al arrepentimiento sincero
y verdadero, a apartarnos de la iniquidad y seguir a Jesucristo que es el
verdadero Camino.
Creo en las
promesas de Dios, pero no podemos escudar tras ellas nuestra falta de entrega
fiel, nuestra perseverancia, nuestro compromiso, nuestra lealtad a Dios por
encima de todo. Creemos que por emocionarnos cuando oímos cuanto nos ama Dios,
con eso ya está todo arreglado. Pero me temo que no. El mira el corazón.
Discutimos y buscamos la interpretación de la Palabra de Dios que mas se ajusta
a nuestros intereses. Hay que cambiar esto. Si la Palabra de Dios nos acusa, no
debemos suavizarla, no debemos torcerla, no debemos “construir una torre” para
huir de ella. Nadie puede escapar.
Quizás Dios
tenga preparado un avivamiento, si es así, ¿estamos preparados para ello?
Estamos rendidos, estamos dispuestos, estamos listos para el sacrificio por
Jesucristo. Podemos estar horas para satisfacer nuestros intereses, y escatimamos
de Dios todo lo que podemos, para seguir con nuestros intereses. Esto no debe
ser así. Debemos reaccionar. Detrás de esto está su amor, por supuesto, pero su
amor no puede pasar por alto nuestra indolencia, nuestro pecado, no puede. Y no
basta con una confesión exprés y sigo con lo mío. Debemos rendirnos a Él.
Dese mi
punto de vista la gran mayoría de los cristiano estamos como estuvo Israel en un
tiempo, cuando no había Rey…
Jueces
17:6 En aquellos días no había rey en
Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.
Jueces
21:25 En estos días no había rey en
Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.
Estamos en
tiempos donde “no hay Rey en las iglesias” Es decir que Jesucristo NO REINA EN
NUESTRAS VIDAS, NO REINA EN NUESTROS CORAZONES.
Le decimos
Señor, Señor, decimos que Él es el que reina en nosotros, pero a la hora de la
verdad, quienes reinamos somos nosotros en nosotros mismos. Es hora de cambio, es el tiempo. No nos conformemos vayamos mas allá. Que después de esta cuarentena salgamos refinados como el oro limpio
El azote
está ahora aquí, la iglesia está aquí, el Espíritu Santo está aquí, todavía es
tiempo, creo que Dios nos está diciendo…
“Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis; "Amós 5:4 RV1960"
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