jueves, 2 de abril de 2020

A DIOS ROGANDO Y…CON EL MAZO DANDO en tiempo de virus.

A DIOS ROGANDO Y…CON EL MAZO DANDO en tiempo de virus.

Me obligo, dado lo recibido por Dios, tanto como cristiano y pastor a meditar reflexionar y estudiar en todo tiempo la Palabra y los tiempos de Dios, sin olvidarnos del tiempo que vivimos en cada momento de nuestra vida.

Comienzo…”con el mazo dando” antes de entrar en lo que es de Dios, oculto a nuestros ojos físicos, cuando no observamos con atención lo que ocurre alrededor, en este mundo, para poder entonces, interpretarlo, en oración y humilde búsqueda desde los oráculos divinos, que para mí solo es la Palabra de Dios.

La tarea no es fácil, pero tampoco imposible. El escudriñar del cristiano, es en todo tiempo. Y en la atención a ese tiempo Dios, por medio de Su Espíritu Santo, nos ayuda a descubrir en lo visible, “señales” de lo invisible, traduciendo precisamente desde lo espiritual, aquello que es material, y así percibir su verdadero sentido.

No extraño, pues la Palabra de Dios, hablando del tiempo de la restauración de todas las cosas ocurrirá que…
  … esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. "1 Corintios 15:53 RV1960"
El ejemplo más claro lo tenemos en el Tabernáculo diseñado al detalle por Dios, revelado a Moisés y, con las ofrendas de materiales de los judíos, construido como figura del que hay en el cielo, en el cuál entró Jesucristo mismo como sumo Sacerdote del Dios Altísimo…
Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; "Hebreos 9:24 RV1960"
Así también a profetas que tuvieron visiones del reino celestial, igual que le ocurrió al Apóstol Juan, estando en la Isla de Patmos, donde recibió el libro que lleva el nombre de Revelación (que es lo que significa Apocalipsis) y todos utilizaron figuras de este mundo para tratar de hacernos ver el mundo celestial.

Por tanto, lo que aquí ocurre, en este mundo, en cada época y tiempo, puede ser usado para mostrarnos cosas celestiales si estamos atentos y despejados de lo exclusivo material y permitimos al Espíritu Santo hablarnos de los celestial. Ahora, siempre, si son de Dios, llegaremos  a conclusiones que coinciden plenamente con la Palabra de Dios, que, aunque escrita por hombres, fue inspirada por Dios y de la que el Espíritu no se saldrá en ningún momento.

Partiendo de lo dicho, estamos viviendo un tiempo de realidades inclusivas pero también exclusivas. Me refiero al tema del coronavirus o COVID-19, un “bichito” que ha puesto patas arriba al mundo y además somos conscientes de ello, no al mucho tiempo sino al minuto, dados los medios de comunicación que tenemos en este momento.
Las realidades inclusivas incluyen la realidad que desde la Creación, el mundo ha vivido. Una realidad que han incluido desastres de todo tipo, incluidas pestes producidas por virus que ocasionaron grandes pérdidas en el mundo. El mundo está “de rodillas” no ante Dios, más bien ante este pequeño virus, del que quizás Dios no esté muy lejos, y con esta última frase, no quiero soliviantar a nadie, sigamos con el tema.

En el titulo e introducción decía que primero vamos a tratar “con el mazo dando” que se refiere dentro del refrán a la parte del esfuerzo humano. De lo humano de lo que vemos, sentimos y vivimos en este momento y de las conclusiones que sacamos del mismo y que afectan a todo el mundo de forma muy parecida.

Las conclusiones obvias deben atenerse en primer lugar a lo observable. Hay un virus, no es el único que habita entre nosotros, pero este tiene dos aspectos que le hacen sobresalir de los demás. El primero es las formas de evolucionar en los diferentes seres humanos. El gran peligro es “su silencio”. Se nos dice que hay casos donde la persona lo puede tener y no tener ningún síntoma que lo delate. De ahí que se hable de “test” que descubran, por encima de las manifestaciones físicas, si la persona lo tiene o no.

Si la persona lo tiene, y no lo sabe, puede estar contagiando a otros, entre los que se encontrarán, personas inmunes como él, pero también personas que, de acuerdo a las características de sus defensas naturales, no estén preparadas para vencer al virus. Algunas de ellas podrán vencerlo con ayudas paliativas conocidas y otros, a pesar de las ayudas paliativas conocidas, no podrán superar al virus y por tanto sus cuerpos colapsarán mortalmente. Esto ocurre con otro tipo de virus también. Es decir que la gran problemática es que si recibe el virus que sea una persona con bajas defensas, las posibilidades de sobrevivir, son escasas.

Pero ya hemos comentado del “silencio” del virus, lo  que hace que los contagios sean mayores, además de que no existen, en este momento, vacunas para el mismo. De ahí también el necesario aislamiento general y total, lo cual impide que la propagación del virus sea de pandemia fulminante, produciendo, ahora a causa de la falta de recursos de ayuda sanitaria, la falta de una asistencia debida a cada cual y por tanto, el colapso por un lado de los medios asistenciales y por otro los innumerables colapsos mortales de las personas imposibles de atender debidamente.

Todo esto y mucho más, hace que la situación sea muy atípica y que supere a todo ser humano, en estos momentos.

De esta manera podemos deducir que la situación inclusiva está relacionada con las ya conocidas y repetidas enfermedades del ser humano, y la parte exclusiva es referida, en este momento, al poder que tiene en su contagio, manifestación y efectos, este virus.

Esto es lo que estamos viendo, viviendo, sintiendo sensorialmente. Es una realidad innegable, realidad que a quien más o a quién menos, nos produce una sensación de temor y fragilidad, como de impotencia.

Si la observación de esto comentado y lo mucho que no comento que cada uno está percibiendo, es el único dato al que aferrarnos, estamos a merced del destino, un destino ciego e implacable que nos altera nos entristece, incluso si nuestro recurso está en el hecho de que como se están estableciendo slogans diciendo más o menos “esto no durará” “esto podemos vencerlo” y sus etcéteras, entonces seguimos empobrecidos.

Pero claro, esta es la forma que se nos enseña a mirar desde el punto de vista humano. El “nosotros” el “yo” está endiosado y por tanto se puede con todo. Somos dioses del mundo, con nuestra inteligencia, nuestras capacidades, nuestras innovaciones, nuestras investigaciones, no habrá nada que nos venza.

Paso directamente “al Dios rogando”.

Al decir esto, dejo por sentado que yo creo en Dios. El creer en Dios lo hago mediante la fe. Pero no es un Dios desconocido , tenemos conocimiento de Dios porque desde la Creación, se ha ido manifestando de diferentes maneras y nos ha explicado ampliamente su propósito como Dios y nuestro problema como seres humanos, y respecto a nuestro problema, ha decidido tomar un papel importante, como le corresponde al ser Dios. El problema es que, también desde el principio se encuentra con personas que solo viven con sus sentidos físicos, ignorando que somos también seres espirituales. Cuerpo, alma, espíritu es el compuesto total de cada ser humano.

Otra cosa, para poder internarnos en las áreas espirituales, estamos en desamparo, igual que estamos ahora ante el poderío de ese bichito. Con esto descubrimos que muchos descubren su entidad espiritual, pero la usan a su antojo, sin la guía y seguridad debida, que solo puede otorgar Dios y que lo hace mediante el llamado Espíritu Santo. Es por ello que encontramos mucho espiritualista que no espiritual. Considerando espiritualista, todo aquel que sea la forma que sea, entra en dimensiones espirituales sin permiso o protección que solo Dios puede dar.

No podemos saber de Dios porque nadie lo ha visto, pero alguien sí lo ha dado a conocer…
A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer. "Juan 1:18 RV1960"
Así que Jesucristo representa perfectamente a Dios, así como el Espíritu Santo. Y es mediante el Espíritu Santo, que nos capacita, con su Palabra, mediante la fe,  para “ver” más allá de lo que con nuestros sentidos físicos podemos percibir de asuntos aquí en el mundo.

Si la tarea de entender, con los sentidos físicos, lo que se ve, es difícil, dado que no tenemos todos los datos, cuando intentamos entender lo que ocurre, de forma espiritual, resulta también difícil. Y a veces uno de los inconvenientes para recibir claramente la percepción de Dios, está en nuestros sentidos físicos, los cuales impulsados por nuestros deseos – aunque puedan ser los mejores deseos – pueden convertirse en impedimentos para recibir la realidad vista por Dios. Es por ello que debemos tener continuamente una comunión con Dios. Aprovechar cada situación para tratar de verla con los ojos de Dios, dejando a un lado emociones y sentimientos propios. Las emociones y sentimientos deben ser originados por lo que Dios pone delante de nosotros.

Antes de seguir, me es necesario decir que siempre debemos tener una base espiritual sólida y lo más madura posible. De lo contrario nos tumbará la fe, cualquier acontecimiento que se salga de nuestro entendimiento natural. En esos momentos muchos abandonan la fe o se vuelven críticos, distantes y fríos en cuanto a Dios mismo. Esto nos envuelve de nuevo en pobreza espiritual. No somos llamados a ser pobres espirituales ni mucho menos.

“…para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; "Efesios 3:16 RV1960"
“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre,Son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. "1 Corintios 2:9-10 RV1960"

Sus riquezas no son materiales, más bien espirituales, las cuales nos permiten vivir por encima de situaciones que de otra manera sería imposible.

Por ello debemos tener un fundamento de “riqueza espiritual” pues de allí partiremos con seguridad y en todo caso allí volveremos siempre con seguridad.

“…edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu. "Efesios 2:20-22 RV1960"

Como decía, interpretar bajo el punto de vista de Dios lo que ocurre, no resulta fácil y debemos ser muy cautos pues equivocarnos en estas cosas puede ser perjudicial, primero para nosotros y luego para otros. Así que hay que ser muy cautelosos y no salirnos de la Palabra de Dios, y aunque determinemos lo que entendemos ver espiritualmente, lo hagamos con la debida sumisión a otros y siempre advirtiendo que es lo que nosotros percibimos y que cada uno juzgue.

Mi apreciación basada en los principios de lo que vemos y sentimos físicamente, es decir lo inclusivo y lo exclusivo respecto al virus es el siguiente

En lo inclusivo

No podemos negar que Dios está en Su Trono, y que encontramos en la Palabra de Dios situaciones parecidas que han ocurrido a lo largo de la Historia recogida en la Biblia, pues muchos de los hechos acaecidos fuera de ella, en otros pueblo y lugares del mundo, no tenemos la apreciación exacta de Dios, pero con aquello que Dios revela respecto a Israel y las naciones, es suficiente para darnos cuenta que Él “permite y utiliza” situaciones como esta buscando el bien. El hecho en sí puede ser una señal, un aviso, una prueba, donde los resultados pueden o no ser visibles, pero lo permitido de parte de Dios está hecho al margen del tipo de resultados.

Quiero decir con esto que los 10 a 31 millones de muertos en la primera guerra mundial o los 55 a 60 millones de muertos en la segunda guerra mundial, o los muchos muertos en todas las guerras desastres, accidentes, etcétera no tienen sentido si no hay un propósito más elevado que se escapa a cualquier conjetura humana. Podemos saber mas o menos los muertos heridos etcétera, pero no sabemos lo que a nivel espiritual ha pasado. Esto está reservado para las estadísticas del cielo.

Lo que sí que podemos deducir es que estando Dios en Su Trono, lo que ocurre no es una casualidad inexplicable para Dios.  Hay una causa general que sabemos desde la Creación, que es lo que la Biblia llama “caída” y que introduce el pecado en el mundo. Desde aquí si podemos afirmar que el fondo del problema está en la cancha de la humanidad.
Pero esto no quiere decir que Dios se haya desentendido del mundo de su Creación. Ni mucho menos. Él ha estado y está siempre presente y activo

Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. "Juan 5:17 RV1960"

Ya sé que esto resulta muy elemental y básico. Pero tratar de complicarlo hace más imposible entenderlo. Para la fe no hace falta nada más que aprender a confiar profundamente en dios y en lo que hace. Buscarle sentido más allá de lo básico es complicarse.

Analizando las intervenciones de Dios y los sucesos, nos damos cuenta que este hecho del virus es un hecho inclusivo, que en diferentes formas y extensión ha ocurrido desde siempre.

Dicho esto la pregunta ahora  va respecto a lo exclusivo.

Aquello que pasó, ya pasó. Nos interesa averiguar si es posible algo que pueda Dios estar diciendo ahora en medio de esta situación pandémica, si entrar en extremos. ¿Hay algo que podamos percibir como mensaje de Dios? Creo que sí.
Debido al tiempo transcurrido y la promesa de la segunda venida de Jesucristo, es una señal mas antes de los últimos acontecimientos que están cercanos, no se cuánto. No es una aberración entender esto, pues para los creyentes la venida del Señor siempre debe de estar en el deseo del corazón muy cercana sin tratar de establecer fechas concretas, lo cual no conseguiremos.

Al ocurrir de forma mundial, el aviso es más serio. No hay continente que se libre de esto. Es algo de lo que no solo se enteran algunos, todos lo estamos viviendo en primera persona. No oímos, más bien estamos viviéndolo. Esto nos hace entender que es un aviso, llamada de atención y reflexión amplia, antes de algo mas serio. Nadie podrá decir que no ha sido avisado.

Sabemos que el mundo en general lo entiende de otra manera. El mundo de acuerdo a su sabiduría, aprenda de todo esto y aplique medidas para evitar que no vuelva a ocurrir. Se ha hecho siempre. Veamos algo de historia bíblica.

Después del diluvio, tremendo juicio de Dios sobre toda la humanidad de entonces, cuando los supervivientes salieron del Arca, Dios les dijo…

“Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra. "Génesis 9:1 RV1960"

Fijémonos…”llenad la tierra” es decir crecer y esparcíos por toda la tierra. Y qué hicieron cuando ya eran muchos, teniendo la historia del diluvio no muy lejano y también el mandato de Dios, veamos…

“Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. "Génesis 11:4 RV1960"

Nos encontramos que pasados los años, se olvidaron de Dios e hicieron dos cosas, primero desobedecer respecto a llenar la tierra, y – quizás pensando en el diluvio – edificar una torre alta donde librarse si había otro diluvio, cuando Dios también había dicho que no lo habría.

Es el mismo patrón ahora, vamos a crear unos medicamentos y unas vacunas para que esto no vuelva a pasar, pero nadie desde ahí está oyendo lo que Dios quiere decir. Nos bastará con lo científico, con el desarrollo, con  el todo lo puedo. Incluso ahora hay voces, incluso desde presidencias de gobiernos, que claman a Dios, manifestando que solo él es la solución. Deseo que mantenga esa misma dependencia cuando esto se supere y haya solución humana para esto. Por cierto esto es, como decía antes, en lo que también la mayoría piensa. Que pase esto que pasará y volvamos a lo nuestro.

Si es malo que el mundo piense así, es mucho peor la posición de la iglesia. La iglesia está aquí, no ha sido arrebatada. Ha habido y hay muchos cristianos que lo único que queremos es que Dios quite esto, que sane, que libre que cure. Pero ¿no es posible que Dios esté queriendo decir algo más. Estamos escuchando de muchos cristianos que están partiendo con el Señor, no solo muy viejos, también más jóvenes. Hermanos Dios quiere decirnos algo, y no es de extrañar pues muchos de los que nos llamamos iglesia, estamos en NUESTROS CAMINOS, y cogemos el CAMINO DE DIOS, al mínimo posible.

¡Claro! El camino del mundo es ancho. El camino de Dios es estrecho y angosto.

Creo que Dios está llamando a su iglesia a examinar los caminos por los que andamos. A cambiar nuestra forma de analizar nuestra vida. Mirando nuestro tiempo, nuestra relación con Dios y con los hermanos, nuestro trabajo para el Señor, nuestras oraciones. La iglesia de un extremo a otro está siendo avisada y probada. Ignorar su llamado poniendo solo la mirada en lo terrenal, esperando que todo se calme para seguir igual, no es lo que Dios espera. La iglesia va a tener un antes y un después. Si el resultado es seguir lo mismo o peor, será terrible.

Cada iglesia, cada cristiano somos llamados a escuchar lo que Dios dice. Estamos siendo zarandeados, pero no por andar en justicia, todo lo contrario, estamos zarandeados para despertar para dejar de hacer principalmente lo nuestro y empezar a hacer lo de Dios, según el llamado y la responsabilidad de Dios.

Será muy triste si la iglesia no escucha y aprende de esto. Será muy triste si seguimos igual diciendo “todo está bien” y seguimos igual. La iglesia está dormida o entretenida en cosas del mundo, y cuando digo la iglesia hablo de cada uno de nosotros que hemos sido llamados y salvados. No podemos buscar a Dios para “sentir escalofríos” y luego meternos del mundo para sentir lo del mundo. Dios quiere una novia limpia y resplandeciente.

Esto es algo muy serio. Los primeros en ser juzgados somos nosotros, no el mundo. Creer que esto solo es un juicio para el mundo, hace que nos equivoquemos por completo de las intenciones de Dios. Él quiere que la iglesia se ponga las pilas, haciendo lo que él nos ha mandado hacer, ser discípulos y hacer discípulos, llevando el Evangelio a todas las etnias, pues Él quiere venir, pero la iglesia está enamorada del mundo.

El mundo tiene que salir de la iglesia. La santidad de Dios tiene que llenarnos. Yo creo que aquí hay disciplina de Dios, aviso de Dios para bien, para que cambiemos para que busquemos PRIMERO SU REINO Y SU JUSTICIA, pero estamos buscando primero nuestro reino, nuestra justicia…Decimos ¡Me lo merezco! Pero no nos merecemos nada, la gracia recibida no es porque la merezcamos. Y a cambio del sacrificio de Cristo, buscamos poner a Dios a nuestro servicio, cuando es Dios quien debe ser servido.

No quiero entrar en los tiempos y sazones. Pero ignorar que Dios esté buscando a mucho de la iglesia perdida, que va a lo suyo, es un desacato a la realidad. No quiero entrar en lo muchos pecados que las iglesias están cometiendo, pero debemos examinarnos de forma concienzuda. Dios está avisando a todos. A mi entender, para su iglesia el aviso es mas fuerte. Es una llamado al arrepentimiento sincero y verdadero, a apartarnos de la iniquidad y seguir a Jesucristo que es el verdadero Camino.

Creo en las promesas de Dios, pero no podemos escudar tras ellas nuestra falta de entrega fiel, nuestra perseverancia, nuestro compromiso, nuestra lealtad a Dios por encima de todo. Creemos que por emocionarnos cuando oímos cuanto nos ama Dios, con eso ya está todo arreglado. Pero me temo que no. El mira el corazón. Discutimos y buscamos la interpretación de la Palabra de Dios que mas se ajusta a nuestros intereses. Hay que cambiar esto. Si la Palabra de Dios nos acusa, no debemos suavizarla, no debemos torcerla, no debemos “construir una torre” para huir de ella. Nadie puede escapar.

Quizás Dios tenga preparado un avivamiento, si es así, ¿estamos preparados para ello? Estamos rendidos, estamos dispuestos, estamos listos para el sacrificio por Jesucristo. Podemos estar horas para satisfacer nuestros intereses, y escatimamos de Dios todo lo que podemos, para seguir con nuestros intereses. Esto no debe ser así. Debemos reaccionar. Detrás de esto está su amor, por supuesto, pero su amor no puede pasar por alto nuestra indolencia, nuestro pecado, no puede. Y no basta con una confesión exprés y sigo con lo mío. Debemos rendirnos a Él.

Dese mi punto de vista la gran mayoría de los cristiano estamos como estuvo Israel en un tiempo, cuando no había Rey…

Jueces 17:6  En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.
Jueces 21:25  En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.

Estamos en tiempos donde “no hay Rey en las iglesias” Es decir que Jesucristo NO REINA EN NUESTRAS VIDAS, NO REINA EN NUESTROS CORAZONES.

Le decimos Señor, Señor, decimos que Él es el que reina en nosotros, pero a la hora de la verdad, quienes reinamos somos nosotros en nosotros mismos. Es hora de cambio, es el tiempo. No nos conformemos vayamos mas allá. Que después de esta cuarentena salgamos refinados como el oro limpio

El azote está ahora aquí, la iglesia está aquí, el Espíritu Santo está aquí, todavía es tiempo, creo que Dios nos está diciendo…

“Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis;  "Amós 5:4 RV1960"

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