jueves, 2 de abril de 2020

MAS ALLÁ DE LOS APLAUSOS…


Todos, creo, coincidimos, y no solo en España, también en todos los países con sentido común, que en estos momentos de “pandemia vírica grave” hay un activo esencial, como son el personal sanitario, los elementos materiales sanitarios y los medicamentos oportunos. Luego, no menos importantes son todos los elementos humanos activos, debido a las necesidades esenciales y los elementos pasivos, contribuyentes a no extender de forma incontrolada la enfermedad.

La escasez, sea cual sea la causa, de cualquiera de estos o de todos los activos , de los elementos humanos activos y sin la singular colaboración de los elementos pasivos, ya nos vamos dando cuenta del riesgo de que este tema se extienda casi imparablemente y produzca unos daños incalculables. No que los daños que está produciendo y va a producir no sean importantes, pero sin la cierta colaboración de todos, puede ser infinitamente mayor el daño.

Se ha adquirido la buena costumbre, de salir a las 8 de la tarde/noche a las ventanas, balcones y terrazas y aplaudir conjuntamente, un aplauso motivado y dirigido, de forma especial a aquellos que están en primera línea de “batalla” en las “trincheras” de las UCIs y demás lugares donde son atendidos según la intensidad de la enfermedad, los enfermos a causa del virus y aquellos que, tienen que ser atendidos por otras necesidades sanitarias.

Conforme vamos dándonos cuenta del amplio espectro de otras personas, no sanitarias pero que están haciendo una labor, exponiéndose al peligro del virus, por tener que estar haciendo algún tipo de servicio a los demás, éstos se van incluyendo en nuestro “aplauso agradecido” como símbolo de ánimo y apoyo moral.

Entiendo que debemos seguir en esta línea. Pero quisiera añadir algunos aspectos que deberíamos pensar en cómo incluir, me dirijo en concreto al mundo de personas de fe, de personas que creemos que hay Dios y que al margen que asimilemos mejor o peor, delante de Él, estas circunstancias que estamos pasando, hagamos dentro de nuestro entendimiento de la base de la fe, que es el amor de Dios y el amor al prójimo como a uno mismo, haciéndolo como Jesucristo lo hizo cuando estuvo en la tierra y nos enseñó y nos ha ido enseñando a través de las Escrituras y de la ayuda del Espíritu Santo, hagamos lo que, desde mi entendimiento, debemos hacer, igual que otros están haciendo lo suyo. En concreto a los creyentes, pero también a todos que tienen un espíritu de solidaridad con su prójimo.

Por supuesto, dentro del grupo de sanitarios y de personal humano activo directamente, hay muchos creyentes que, realizan también la labor de su trabajo. Pero me refiero a los que, cumpliendo también con nuestra misión de obedecer a las autoridades, dado que lo hasta ahora encomendado, está dentro del amor al prójimo y a uno mismo, pudiéramos añadir, de acuerdo a los recursos que tenemos, materiales y espirituales, esto ayudará a los aplausos.

En el tema de los recursos materiales, oímos de la precariedad en materiales de protección y de asistencia – como los respiradores – y otros materiales de primera necesidad. Iniciativas serias y transparentes de apoyo en la adquisición y reparto en este ámbito, ayuda a los aplausos.

Estamos escuchando que a causa del parón en los trabajos, están surgiendo necesidades básicas de alimentación y otros. Acometer, de acuerdo a nuestras posibilidades el intentar paliar este vacío, ayuda a los aplausos. Estamos en el inicio de una situación no conocida y también nos enfrentamos a la posibilidad de que esto se alargue, por lo que todas estas necesidades primarias se encuentran en su estado inicial y si esto se alarga, se pueden alargar también las carencias. Estar en ello y apoyar, ayuda a los aplausos.

Los que creemos en Dios, y sabemos que Él escucha la oración, tenemos la responsabilidad de añadir a todo esto, nuestras súplicas, clamores y oraciones por todo y por todos, haciéndonos partícipes tanto del dolor de los familiares que están perdiendo seres queridos, como de los enfermos, y del fatigoso y doloroso trabajo de los sanitarios que viven en primera persona las tragedias que están originando en su extremo más grave, esta pandemia. Debemos entender la impotencia que deben sentir en tantos casos, aquellos que tienen la responsabilidad de ayudar a sanar a los enfermos. Nuestra oración y ayuno ayuda a los aplausos.

La Palabra de Dios habla de hacer oración por todos los hombres…
Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. "1 Timoteo 2:1-4 RV1960"

Enseguida observamos que se destaca la oración por los gobernantes “por los reyes y por todos los que están en eminencia” Para mayor entendimiento, incluyo la traducción de lo mismo más adaptada a nuestro tiempo en  la Biblia al día “especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades”. Al margen de que estemos de acuerdo a no con sus ideales políticos, debemos orar por ellos. Esto ayuda a nuestros aplausos.

Por supuesto esto no quiere decir que no tengamos que señalar cuando, por alguna causa más política que de búsqueda del bien común, puedan tomar decisiones que perjudiquen. En estos casos, con el debido respeto que merecen, pero con firmeza, hay que señalar el desacuerdo con cualquier acción de este tipo. Acabo de ver una noticia que dice que el presidente de un país, ha dado orden de disparar contra aquel que no cumpla la cuarentena. A mi entender esta es una medida excesiva muy excesiva e injustificada. Hacer esto y orar por ello, ayuda a nuestros aplausos.

Como en cualquier tiempo, surgen personas que solo piensan en ellos mismos, y no les tiembla la mano a la hora de perjudicar y pisar a quién sea. Hablo de todos los abusos y delitos que surgen en estas situaciones. Estafadores, ladrones, difamadores falsos, noticieros alarmistas sin fundamento, noticias falsas, abusos de autoridad, impiedad, y cosas así. Debemos oponernos a tales conductas y orar para que Dios evite que se produzcan, según su voluntad. Esto ayuda a nuestros aplausos.

Debemos orar no solo por nuestro país, debemos orar por otros países que sufren lo mismo que nosotros incluso peor. Otras noticias veía en Guayaquil, de muertos en las calle, que incluso los tienen que quemar en la propia calle. Si esto es verdad, la tragedia tiene mayores dimensiones para muchos. Tengamos misericordia y clamemos por ellos. 

Aquellos que debemos estar en nuestras casas, los “pasivos” podemos ser activos en esto que he comentado y seguramente en mucho más, si somos portadores del lado de la ayuda y de la colaboración positiva, del lado de la solución efectiva del lado de la búsqueda del bien de los nuestros y de todos. Respetando el debido aislamiento y teniendo cuidado a la hora de salir, realizar compras equilibradas, pensando en los demás, tratando de ser ejemplos, sin picardías para saltarnos lo que ha sido encomendado para bien de todos. No nos dejemos engañar, es tiempo de reflexionar, pero hacerlo de forma positiva. No dejándonos llevar por el pánico. Teniendo confianza. Esto ayuda a nuestros aplausos.

La ayuda en estos momentos de la lectura de la Palabra de Dios, la Biblia, es de ayuda para todos los creyentes y lo será para todos los que o no soy creyentes en Dios o soy creyentes sin Dios. La Biblia es la Palabra de Dios para cada uno de nosotros. Es el mensaje de Dios que nos revela el verdadero mundo espiritual. Si no tenemos Biblia en papel, hoy existen app que tienen biblias en varias traducciones. Esto ayudará a nuestros aplausos.

Los medios de comunicación que hoy tenemos, como las videoconferencias, nos mantienen próximos, a pesar de estar separados. Hacer uso adecuado de estos medios, es una bendición. Nos permite no solo comunicarnos, también orar juntos, compartir la Palabra de Dios juntos, animarnos y alentarnos unos a otros. Oremos por los ancianos y por los que están en riesgo mayor, que Dios extienda su protección, como a todos. Esto ayuda a nuestros aplausos.

Desde mi entendimiento, creo que en el mundo, cuando termine esto, habrá un antes y un después, en todo. Hay muchos “adivinos” “especuladores espiritualistas” hay estadistas y humanistas que predicen unas y otras cosas. En realidad no sabemos cómo todo va a ser. Hay hipótesis sobre intencionalidad desde países, se habla de intenciones económica detrás de todo esto, de complots de engaños, y de muchas otras cosas que realmente, son tan variadas y diferentes, que no sabemos dónde está la verdad. Oremos para que vengan tiempos de refrigerio, venga un aviamiento mundial, donde muchos conozcan la auténtica verdad a través de la obra que realizó Jesucristo hace 2.000 años, pero que tiene poder hoy en día, en las vidas que lo quieren recibir. Esto ayudará nuestros aplausos.

Termino con los dos últimos versículos del libro de Apocalipsis…

El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén. "Apocalipsis 22:20-21 RV1960"

MI APLAUSO PARA TODOS. UN ABRAZO

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