POBRES EN ESPÍRITU
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de
los cielos. "Mateo 5:3 RV 1960"
La primera bienaventuranza va dirigida a los pobres en
espíritu. Quienes encuentra su "Felicidad" en el Reino de los cielos.
Antes de continuar querría decir que el Sermón del Monte
recoge lo que debe ser un discípulo de Jesucristo. Esa es la naturaleza de
Dios, que quiere que asumamos nosotros, sus hijos, naturaleza adecuada para
vivir en el Reino de Dios.
Esta forma de ser no es para un grupo predilecto de
cristianos. Es para todos y cada uno. Estas bienaventuranzas no contradicen la
enseñanza de las epístolas, siempre entendiendo que estamos viviendo en la
Gracia de Dios, este periodo donde estamos aprendiendo y fallamos, quizás más
de lo que quisiéramos, pero si hay un lugar donde mirar cómo quiere Dios que
sea yo, cómo debe ser mi carácter, es al Sermón del Monte y por su puesto al
inicio del mismo formado por la enseñanza de las bienaventuranzas.
Así que leyendo cada bienaventuranza, estamos aprendiendo a
cómo debemos modelar nuestra carácter para que sea agradable a Dios y podamos, como
he dicho, vivir en el Reino de Dios.
Muchos pueden entender que aquí se está refiriendo, con
pobres en espíritu, a aquellos que son apocados en la vida terrenal, que son
parados, que les falta fuelle humano. Aquellos que no son de temperamento decisivo,
decidido, dispuesto. No es la intención de Dios en esta bienaventuranza referirse
a éstos. Sabemos que cada persona tenemos un tipo de temperamento. Algunos son más
tranquilos, otros más movidos, algunos somos coléricos, otros sanguíneos, otros
melancólicos, otros somos flemáticos, en incluso puede haber un tipo de
temperamento que destaca, pero acompañado de otro que también se manifiesta.
Así nacemos, con nuestro tipo de temperamento. Pero no es de
eso que la bienaventuranza habla.
Todos somos pobres respecto a las riquezas del Reino de Dios.
Podemos tener grandes sumas de dinero o propiedades, pero somos pobres respecto
a las riquezas del Reino. Podemos tener una gran capacidad intelectual, ser
firmes y conseguir logros increíbles en el ambiente terrenal, pero somos pobres
respecto al Reino espiritual. El Reino de Dios, utiliza el oro para asfaltar
las calles de la Jerusalén celestial. La sabiduría de este mundo es una
sabiduría muy pobre en relación a la sabiduría del Reino de Dios. Así que todos
somos pobres en espíritu.
Aún más, la Palabra de Dios nos dice que el Reino se ha
acercado, pero cuando intentamos vivir a la manera del Reino, nos encontramos muy,
pero que muy pobres, en el entendimiento de su funcionamiento. Por eso nuestro
carácter debe cambiar a la manera del Reino. No nuestro temperamento, pero sí
nuestro carácter.
Tenemos ejemplos de los cambios que deben ocurrir para ser
parte de Dios y su Reino…
¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios."1 Corintios 6:9-11 RV 1960"
Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos. Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. "1 Corintios 3:18-20 RV 1960"
No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. "Mateo 6:19-21 RV 1960"
El cambio de carácter afecta a lo moral, a la sabiduría, a los
bienes terrenales. De este tipo de carácter somos muy pobres en espíritu.
Pero, diremos cómo puede ser bienaventurado aquel que es
pobre en espíritu. Yo entiendo que esa bienaventuranza, la felicidad del cielo,
no la felicidad de la tierra que es muy subjetiva, es debida que al reconocer
nuestra pobreza espiritual, es cuando estamos en condiciones de que el Reino de
Dios, sea nuestro.
Jesucristo vino como pobre, en su nacimiento en su vida,
pues de Él se dice que no tenía ni dónde apoyar su cabeza, es decir una simple
almohada, diríamos hoy. Pero era rico y nos vino a enseñar a vivir de esas
riquezas del Reino de Dios…
Porque ya conocéis la
gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre,
siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. "2
Corintios 8:9 RV 1960"
En el libro del Apocalipsis, dirigiéndose Dios a la iglesia
de Laodicea, le advierte que entre otras cosas, se creen ricos, cuando
realmente son pobres, y no bienaventurados, más bien desventurados, miserables,
ciegos, desnudos…
Porque tú dices: Yo
soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes
que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. "Apocalipsis
3:17 RV 1960"
Esta iglesia perdió la visión del Reino. Dejó de ver lo
pobre en espíritu que era y depositó su confianza en su ambiente, pues el
ambiente puede penetrar y penetra en las iglesias. Me refiero al ambiente del
mundo. Laodicea era una ciudad muy próspera, muy rica, y la iglesia se volvió
tibia, y armonizó con el ambiente de la ciudad, en lugar de armonizar con el
Reino de Dios, de tener el carácter que Dios quiere que tenga su Iglesia, sus
hijos.
Si la interpretación de que cada una de las iglesias del
Apocalipsis, representa una época, podríamos decir que estamos precisamente en
la época de Laodicea. Sea como sea, cualquier amonestación de Dios debe ser
recibida y observada. No podemos decir…¡Esto no es para nosotros! ¡Esto es para
otros! Las amonestaciones de Dios son para todos, para evitar que nos engañemos
a nosotros mismos y nos apartemos de la fe.
Nuestra riqueza está en Dios. No podemos decir que NOSOTROS
somos ricos por nosotros mismos. Somos pobres en espíritu y mantenernos en esa
posición humilde, nos hace posible el que tengamos el Reino de Dios, que
podamos entenderlo y vivirlo, obedeciendo su reglas, y por tanto siendo,
mientras estamos en este mundo, sal y luz, pues para ello, una vez nos hemos
dado cuenta que somos pecadores, hemos recibido la oferta de Jesucristo, lo
hemos puesto como único Salvador y Señor de nuestra vida y nos convertimos en
sus instrumentos para seguir predicando el Evangelio a todos los pobres en
espíritu, que se den cuenta que lo son.
Por eso, ser "pobre en espíritu" es reconocer
nuestra pobreza espiritual, nuestra bancarrota espiritual, delante de Dios.
Porque somos pecadores que estamos bajo la santa ira de Dios, y no merecemos
nada más que el juicio de Dios. No tenemos nada que ofrecer, nada que abogar,
nada con lo cual comprar el favor celestial.
Otro de los elementos importantes pare entender la pobreza
espiritual, estaba en la asimilación de pobre terrenal = búsqueda de Dios. Rico
terrenal = búsqueda terrenal, muy dada en los ambientes donde lo religioso
estaba muy unido al gobierno.
Quizás por eso en la presentación de Jesucristo en el cumplimiento, de acuerdo a las
Escrituras, de su venida como hombre…
El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;A pregonar libertad a los cautivos,Y vista a los ciegos;A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor. "Lucas 4:18-19 RV 1960"
Y también el mensaje que le envía a Juan el Bautista, cuando
estaba en la cárcel y mandó a sus discípulos que le preguntasen a Jesucristo si
ese era le tiempo y esta fue la contestación de Jesucristo…
Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; "Mateo 11:5 RV 1960"
La similitud entre la pobreza terrenal y la pobreza
espiritual, se funden en la oferta de provisión de Dios, cuando esa pobreza
terrenal también es sentida en su forma espiritual.
Por tanto la riqueza del pobre en espíritu es el Reino de
Los Cielos.
CONTINUARÁ...
Yo pensaba q queria decir
ResponderEliminarBuenaventurado son Los pobres en espiritu( Los humilde) por q de ellos es El Reino de Dios
Pense q pobre de espiritu se referia a ser humilde
Me encanta la humildad
Buen dia mi familia querida
Pues si, en cierta manera es la humildad de reconocer que no somos nada sin Dios
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